Yo creía que ya no fumaba.
Error.
Crasa equivocación.
Nunca termina una de conocerse, ni de identificar las aguas que supuestamente jamás se llevará una al gaznate.
Y es que el autoconocimiento es tarea de por vida y llena de agujeros cognoscitivos.
Así que a vuestra salud.
Lo malo es que habrá que volver a quitarse un día de estos.
Del todo, porque, para una adicta como yo, el consumo controlado es pura ilusión. Como Maya, pero en cutre.
Y tomar la decisión, tomarla de verdad, es ardua tarea, vive el cielo.
Más ardua que el hecho de quitarse efectivamente.
Lo atestigua una experta, que ya se ha quitado dos veces.
Y lo que queda, que ya se sabe, y en Psicología enseñan, que las adicciones son crónicas.
Palabra de Prochaska y DiClemente (curiosos, a la Wikipedia, que allí viene todo).
