Bosque.
Sendas que llevan
al corazón arcaico
de los bosques.
Sendas del pino
y de la encina,
de la raíz
y de la savia.
Huele a matriz
el bosque.
A la matriz
salvaje
de la tierra,
a zarza,
a madriguera,
a vida agraz
y despiadada.
Huele
a lo que alienta
en la maleza,
a lo que crece
y lo que muere.
A lo que satisface
el hambre
primitiva,
el deseo,
la rabia,
la inconsciencia,
los lugares oscuros
del corazón.
A.S.