Traza el avión,
sobre las nubes rojas,
su linea recta.
A.S.
aenlibertad@gmail.com
Nuevo blog:
POEMAS Y TEXTOS (nombrando paisajes, misterios y silencios) ameliadesola.blogspot.com.es
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miércoles, 31 de octubre de 2012
Amar en ligereza
Amarte en la pureza de tu cuerpo.
Rozar apenas
la linea de la piel que te contiene.
Contener tu vacío,
deshacerme
en el íntimo espacio de tu centro.
Amarte sin amor,
amarte en nada,
en la apenas materia del silencio,
en la apenas materia silenciosa
de ser amor y ligereza y centro.
Amarte sin sentirlo,
unidos en tu vuelo y en mi vuelo,
sin más necesidad,
en simple gracia,
en la mutua apertura de lo abierto,
en la intacta niñez recuperada,
en la inocencia del descubrimiento,
en la virginidad de lo ignorado,
en la casa sin nombre de lo nuevo,
en el misterio de la encrucijada,
en la corriente de un momento eterno.
A.S.
Rozar apenas
la linea de la piel que te contiene.
Contener tu vacío,
deshacerme
en el íntimo espacio de tu centro.
Amarte sin amor,
amarte en nada,
en la apenas materia del silencio,
en la apenas materia silenciosa
de ser amor y ligereza y centro.
Amarte sin sentirlo,
unidos en tu vuelo y en mi vuelo,
sin más necesidad,
en simple gracia,
en la mutua apertura de lo abierto,
en la intacta niñez recuperada,
en la inocencia del descubrimiento,
en la virginidad de lo ignorado,
en la casa sin nombre de lo nuevo,
en el misterio de la encrucijada,
en la corriente de un momento eterno.
A.S.
Vacío
Esta mañana, el mundo estaba vacío de sí mismo, contenido en lineas límpidas y netas, como el paisaje de un maestro japonés de la nada.
Esta mañana el mundo estaba en el espacio de su ausencia, en la esencialidad de su silencio y su ser.
Esta mañana el mundo estaba en el espacio de su ausencia, en la esencialidad de su silencio y su ser.
Pura gracia
Pájaros grandes, ligeros, de alas iluminadas por el sol.
Uves perfectas que se descomponen y se recomponen en el cielo lavado de la mañana.
Abajo, el mundo de la ciudad, tan gris, tan ajeno, tan diferente al puro espacio, a la pura gracia del vuelo.
martes, 30 de octubre de 2012
Más sobre Ho´oponopono
Entrevista al Dr. Len sobre Ho´oponopono
Webinario (seminario vía web) sobre Ho´oponopono:
https://www.youtube.com/playlist?list=PL4C707524CE40C6F2
Morrnah Simeona y el Ho´oponopono
"Podemos apelar a la Divinidad que conoce nuestra heliografía personal, para la sanación de todos los pensamientos y recuerdos que nos están deteniendo en este tiempo", comparte suavemente Morrnah Simeona. "Es un asunto de ir más allá de los medios tradicionales para acceder al conocimiento sobre nosotros mismos".
El proceso al que Morrnah se refiere está basado en el antiguo método Hawaiano de reducción de tensión (liberación) y resolución de problemas llamado Ho' oponopono. La palabra Ho'oponopono significa corregir, rectificar un error. Morrnah es una nativa Hawaiana Kahuna Lapa'au. Kahuna quiere decir "guardiana del secreto" y Lapa'au significa "especialista en sanación". Ella fue elegida para ser una kahuna cuando era una niña pequeña y recibió su don de sanación a la edad de tres años. Está reconocida como tesoro vivo en Hawai desde 1983*. Es hija de un miembro de la corte de la reina Luliuokalani, la última soberana de las islas Hawaianas.
El proceso al que Morrnah se refiere está basado en el antiguo método Hawaiano de reducción de tensión (liberación) y resolución de problemas llamado Ho' oponopono. La palabra Ho'oponopono significa corregir, rectificar un error. Morrnah es una nativa Hawaiana Kahuna Lapa'au. Kahuna quiere decir "guardiana del secreto" y Lapa'au significa "especialista en sanación". Ella fue elegida para ser una kahuna cuando era una niña pequeña y recibió su don de sanación a la edad de tres años. Está reconocida como tesoro vivo en Hawai desde 1983*. Es hija de un miembro de la corte de la reina Luliuokalani, la última soberana de las islas Hawaianas.
¿Cómo funciona el Ho'oponopono? Morrnah explica: "Somos la suma total de nuestras experiencias, lo cual quiere decir que estamos agobiados por nuestro pasado. Cuando experimentamos tensión o miedo en nuestra vida, si miramos detenidamente, encontraremos que la causa es realmente un recuerdo. Son las emociones que están atadas a esos recuerdos las que nos afectan ahora. El subconsciente asocia una acción o persona en el presente con algo que ocurrió en el pasado. Cuando esto ocurre, las emociones se reactiva y se produce la tensión".
Continúa: "El propósito principal de este proceso es descubrir la Divinidad adentro de uno mismo. El Ho'oponopono es un don profundo que nos permite desarrollar una relación trabajada con la Divinidad en el interior y aprender a pedir que en cada momento nuestros errores en pensamiento, palabra, hecho o acción sean limpiados. El proceso es esencialmente acerca de la libertad, completa libertad del pasado".
Cada recuerdo de cada experiencia, desde el primer momento de nuestra creación, hace eones de tiempo, está grabado como patrón de pensamiento el cual está almacenado en el reino etérico. Este increíble grabador/computador también es conocido como el subconsciente, unihipili o aspecto niño en nuestro interior. El niño interno es muy real y comprende una parte del Ser. Los otros aspectos son la madre, también conocida como la uhane o mente racional, y el padre, el supraconsciente o aspecto Espiritual. Los tres forman la familia interna, la cual, en conjunto con el Divino Creador, forma el Ser de uno, la Identidad. Cada ser humano en creación, cada planta, átomo, molécula tiene estos tres seres y sin embargo cada heliografía es completamente diferente.
La tarea más importante para las personas es la de encontrar su verdadera identidad y su lugar en el Universo.
El propósito del Ho'oponopono es : 1) Conectar con la Divinidad interior momento a momento; 2) Pedir que el movimiento y todo lo que este contiene sea limpiado. Sólo la Divinidad puede hacerlo. Sólo la Divinidad puede corregir o borrar recuerdos y formas de pensamiento. Así como la Divinidad nos creó, sólo la Divinidad sabe lo que le ocurre a una persona.
En este sistema no hay necesidad de analizar, resolver, manejar o superar problemas. Como la Divinidad creó todo, puedes ir directamente a ella y pedirle que todo sea corregido y limpiado.
En el área de resolución de problemas el mundo es un reflejo de lo que ocurre en nuestro interior. Si estás experimentando desequilibrio o malestar, el lugar a mirar es en tu interior, no fuera hacia el objeto que percibes como causante de tu problema. Cada tensión, desequilibrio o enfermedad puede ser corregido sólo trabajando en ti mismo. Es importante mencionar que este sistema es fundamentalmente diferente de otras formas de Ho'oponopono. En los métodos tradicionales, todos los que están involucrados en un problema necesitan estar físicamente presentes y resolverlo juntos. En el sistema de Morrnah todo puede ser tratado por ti y la Divinidad. No necesitas ir ni una pulgada afuera de ti mismo para obtener respuestas o ayuda. No hay nadie que pueda darte información más relevante que la que puedas obtener yendo a tu interior.
Morrnah recomienda especialmente Ho'oponopono para aquellos que están en la profesión de sanación. "Es importante clarificar patrones kármicos con tus pacientes antes de que empieces a trabajar con ellos, para que no active viejos asuntos entre ustedes. Quizás no tendrías que trabajar con esa persona de ninguna manera. Sólo la Divinidad sabe. Si trabajas con una persona y no es tu asunto, puedes tomar sobre ti el problema de la persona y todo lo que está asociado a él. Esto puede causar una destrucción. Ho'oponopono te da las herramientas para prevenir que eso ocurra".
Morrnah deseó para nuestra sociedad Occidental que todos hicieran algo para reducir la tensión. "Las personas Occidentales tienen gran dificultad en dejar atrás el intelecto. Es difícil para la mente Occidental obtener la comprensión de un Ser Elevado porque en las iglesias occidentales tradicionales, los Seres Elevados no se hacen evidentes". Continúa: "El hombre occidental se ha ido a los extremos con su intelectualización, la cual divide y mantiene a las personas separadas. El hombre entonces se convierte en destructor porque maneja y soluciona en lugar de perpetuar la fuerza de la Divinidad fluyendo a través de él hacia la acción correcta".
Morrnah trabaja con su socio, el doctor Stanley Hew Len, que estuvo varios años en el Hospital Estatal Hawaii como psicólogo clínico. Obtuvo profundos resultados empleando este proceso con los criminales más peligrosos, violentos y "mentalmente enfermos". Sin embargo él nunca les habla, de hecho, ni siquiera los ve. Escribe sus nombres y luego trabaja sobre sí mismo. Limpia sus juicios, creencias actitudes y le pregunta a la Divinidad lo que puede hacer por la persona. A medida que esos apegos y recuerdos se limpian, el paciente mejora. "La Divinidad", comenta Stan, "dice que es tiempo de llevar todos los niños a casa".
* * * * * * * * * * *
¿Podría la liturgia de una kahuna producir estos cambios?No, no es un error tipográfico. Realmente hablé con una kahuna. Es una palabra hawaiana que significa literalmente "guardián de los secretos", pero que entre los Hawaianos se refiere comúnmente a un maestro espiritual y sanador de aquello que nos aqueja, física y psíquicamente.
Así que allí estaba, con mi anotador y lapicera, y allí estaba ella, Morrnah Simeona, una mujer con aspecto de abuela, con un sweater blanco tejido y una pollera gris de franela, la hija de un miembro de la corte de la reina Liliuokalani, la última soberana de las islas Hawaianas.
Morrnah, que ha dado conferencias en la Universidad de Hawaii, estuvo en Filadelfia para un taller de fin de semana sobre "Metafísica Hawaiana" y luego tuvo que ir a Baltimore para una conferencia en la Universidad de John Hopkins.
¿Qué es lo que hace exactamente- no como conferencista sino como kahuna? Bueno, aunque su inglés es tan perfecto como el de un locutor de radio, tuve problemas para comprender lo que decía. Esencialmente era esto…
Tendemos a estar embrujados por nuestros miedos, emociones, ideas y reacciones, que contribuyen no sólo a crear nuestros malestares del presente, del día a día, sino también nuestras enfermedades- porque muchas enfermedades pueden ser "atribuidas puramente a las presiones que creamos". El papel de una kahuna es ayudar a drenar y borrar la basura que está contaminando nuestra existencia -de la misma manera que reparamos y destruimos información inútil almacenada en la computadora.
Para algunos, era sólo otra pausa en su interminable búsqueda de felicidad y plenitud.
Pero lo extraño, dijo Morrnah, era que la búsqueda era abandonada después de conocerla -porque el problema se iba. Además podía ayudar a personas que ni siquiera conocía- trabajando con los que iban a verla a ella.
Todo lo que se requería, dijo ella, era un pedido al divino creador de nuestra elección "a través de la divinidad que está en el interior de cada persona... que es realmente la extensión del divino creador".
La liturgia es así:
"Divino creador, padre, madre, hijo, todos en uno... (aquí, persona o situación que se siente como problema): Si yo, mi familia, parientes y ancestros te han ofendido a ti, a tu familia, parientes y ancestros en pensamiento, palabras, hechos y acciones desde el principio de nuestra creación hasta el presente, te pedimos perdón. Que esto limpie, purifique, libere, corte todos los recuerdos negativos, bloqueos, energías, vibraciones y trasmute estas energías no deseadas en luz pura... Y está hecho".
El pedido se llama Ho'oponopono y puede ser identificado con cada religión, porque, en palabras de Morrnah, "en cada fe hay siempre una parte de la liturgia en la que pedimos perdón a los que ofendemos...Pero vamos más allá... a la familia, parientes y ancestros, porque posiblemente algunos de los problemas derivan de un abuelo que le cortó la cabeza a alguien en otro siglo". Eso que expulsamos se trasmuta en "luz pura", dice ella, porque sino "contaminaríamos la atmósfera" con nuestra basura. "Pero como luz pura no contamina".
En el instante en que ella dice "está hecho" tiene lugar la transmutación
Una casa dividida contra sí misma no permanece.
despues de la oracion principal, se puede decir
Lo siento, perdoname, gracias, te amo, como un mantra. Conforme vayamos sintiendo mas Amor,mas nos sanaremos."(Longpeace)
*Morrnah Simeona Namalaku murió en febrero de 1992.
lunes, 29 de octubre de 2012
Transmisión
Una larga conversación, vía skype, con mi hijo.
De una justeza y una impecabilidad nuevas.
De transmisión y claridad de algo que es su herencia, tanto por parte de su padre como mía.
Pero que también es suyo, de origen y por derecho.
Comienza una nueva etapa también ahí.
O continúa una... paideia que es de siempre, pero con una consciencia renovada, por ambas partes.
De una justeza y una impecabilidad nuevas.
De transmisión y claridad de algo que es su herencia, tanto por parte de su padre como mía.
Pero que también es suyo, de origen y por derecho.
Comienza una nueva etapa también ahí.
O continúa una... paideia que es de siempre, pero con una consciencia renovada, por ambas partes.
domingo, 28 de octubre de 2012
Iniciación
Hoy se ha abierto un canal.
O se ha despejado, o alineado, un canal ya existente.
Dios con todos.
O se ha despejado, o alineado, un canal ya existente.
Dios con todos.
sábado, 27 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
A las puertas de la muerte
Cuando me lo contó estaba ya en el pasillo, vestido de calle, alegre y fuerte, con el alta en la mano y a punto de irse a casa:
"Doctora, tengo para escribir un libro.
Durante todo el tiempo que estuve crítico, cinco veces "subí" y llamé a la puerta. Y las cinco me dijeron que volviera para abajo.
Y no era un sueño."
"Doctora, tengo para escribir un libro.
Durante todo el tiempo que estuve crítico, cinco veces "subí" y llamé a la puerta. Y las cinco me dijeron que volviera para abajo.
Y no era un sueño."
jueves, 25 de octubre de 2012
Saturno, sincronicidad y libertad
El hospital es Saturno.
Rígido, estructurado, jerárquico, convencional.
Y, a la vez, maestro de paciencia, de sabiduría, de vida y de muerte.
El hospital es un viejo dios huraño, pesimista, civilizador, maternal y realista.
Ha sido mi casa durante muchos años, y me he quejado de él todo lo que se puede quejar una de un lugar en el que se siente abrumada por un peso excesivo.
Ha sido mi escuela, y también mi prisión, en un sentido menor y figurado.
Muchas, muchas veces he deseado dejarlo, y encontrar un lugar de trabajo más libre, más liviano, más sencillo.
Ahora puedo hacerlo.
Llevo un par de semanas dándole vueltas al tema, sólo para llegar, sorprendentemente, una vez y otra, a la misma conclusión: Que me quedo aquí.
Esta vez por libre elección.
Aquí donde el sufrimiento es mayor, y por tanto la labor del terapeuta, con los demás y consigo mismo, es más necesaria, más dura, más intensa y exige más recursos internos que cualquier otro lugar de los que en este momento podría escoger.
Así que me quedo.
No puedo, después de lo vivido estos años en contacto con el dolor y la locura, dedicarme a temas más ligeros.
No me encontraría, creo, íntegra y verdadera si lo hiciera.
Y ni siquiera me gustaría.
Pero lo más sorprendente es que, una vez tomada la decisión, y aún llena de miedo y dudas, en impactante sincronicidad, me han ofrecido hace unas horas el puesto que, probablemente, de haber podido, hubiera diseñado yo misma para mí.
Trabajar en Unidades de Cuidados Intensivos. De bebés, niños y seguramente adultos.
En intimidad con la crisis, la enfermedad, el peligro, la vida y la muerte, en todas y cualquier etapa de la vida.
Con pacientes y familiares.
Y, claro está, cómo si no, trabajando de continuo internamente conmigo misma.
Con todos mis miedos y fantasmas servidos en bandeja.
Y esto sólo llegó después de que libremente tomase la decisión de quedarme, aceptando lo que me pudiera caer, bueno o malo, me gustase o no, en las entrañas de este monstruo hospitalario, a la vez cruel y benévolo, autoritario e irracional.
Saturno es, dice la sabiduría tradicional, la puerta.
Agradezco profundamente que esa puerta se haya abierto para mí.
A través de la tensión paradójica entre aceptación y libertad.
Rígido, estructurado, jerárquico, convencional.
Y, a la vez, maestro de paciencia, de sabiduría, de vida y de muerte.
El hospital es un viejo dios huraño, pesimista, civilizador, maternal y realista.
Ha sido mi casa durante muchos años, y me he quejado de él todo lo que se puede quejar una de un lugar en el que se siente abrumada por un peso excesivo.
Ha sido mi escuela, y también mi prisión, en un sentido menor y figurado.
Muchas, muchas veces he deseado dejarlo, y encontrar un lugar de trabajo más libre, más liviano, más sencillo.
Ahora puedo hacerlo.
Llevo un par de semanas dándole vueltas al tema, sólo para llegar, sorprendentemente, una vez y otra, a la misma conclusión: Que me quedo aquí.
Esta vez por libre elección.
Aquí donde el sufrimiento es mayor, y por tanto la labor del terapeuta, con los demás y consigo mismo, es más necesaria, más dura, más intensa y exige más recursos internos que cualquier otro lugar de los que en este momento podría escoger.
Así que me quedo.
No puedo, después de lo vivido estos años en contacto con el dolor y la locura, dedicarme a temas más ligeros.
No me encontraría, creo, íntegra y verdadera si lo hiciera.
Y ni siquiera me gustaría.
Pero lo más sorprendente es que, una vez tomada la decisión, y aún llena de miedo y dudas, en impactante sincronicidad, me han ofrecido hace unas horas el puesto que, probablemente, de haber podido, hubiera diseñado yo misma para mí.
Trabajar en Unidades de Cuidados Intensivos. De bebés, niños y seguramente adultos.
En intimidad con la crisis, la enfermedad, el peligro, la vida y la muerte, en todas y cualquier etapa de la vida.
Con pacientes y familiares.
Y, claro está, cómo si no, trabajando de continuo internamente conmigo misma.
Con todos mis miedos y fantasmas servidos en bandeja.
Y esto sólo llegó después de que libremente tomase la decisión de quedarme, aceptando lo que me pudiera caer, bueno o malo, me gustase o no, en las entrañas de este monstruo hospitalario, a la vez cruel y benévolo, autoritario e irracional.
Saturno es, dice la sabiduría tradicional, la puerta.
Agradezco profundamente que esa puerta se haya abierto para mí.
A través de la tensión paradójica entre aceptación y libertad.
miércoles, 24 de octubre de 2012
Guillermo Borja, hombre y terapeuta
Copio aquí un texto leído en rehacersehombres.blogspot.com.es Se trata de un texto tan excepcional que prefiero no comentarlo. Simplemente mostrar mi respeto al ser humano y terapeuta que lo vivió y nos dejó testimonio de su experiencia.
(Guillermo Borja fue condenado a cuatro años de cárcel por utilizar sustancias psicotropas con sus pacientes. Murió pocos meses después de salir de prisión.)
Guillermo Borja, alias "Memo"
Guillermo Borja-
Prisionero de mí mismo
En el verano de1993, Memo nos hizo llegar este
escrito suyo, para que saliera en el boletín de la A.E. T.G. Por la calidad y lo
impactante de la experiencia que encierra, es más que obvio queeste relato cabía
muy especialmente en el número de la revista dedicado a la educación.
No pudo ser y ahora más que nunca siento que
Memo no haya tenido la satisfacción de verlo publicado, tal como era su deseo.
Al texto original que viene a continuación reproducido en su integridad añadí
los puntos y las comas que faltaban, corté y arreglé algunas frases a fin de
facilitar la lectura. En todo momento mi preocupación ha sido no traicionar el
espíritu de Memo, aquella manera tan suya de decir las cosas, el tono coloquial,
rotundamente humano que dejaba chata y cursi cualquier jerga científica o
literaria.
Espero haberlo conseguido y deseo de todo
corazón que lo que aquí nos cuenta, quede comotestimonio imborrable de su
generosidad, de su maestría y de la excepcional tarea terapéutica que él llevo a
cabo durante su estancia en la cárcel.
(Annie Chevreux).- Publicado en Boletín
16 de la A.E.T.G. Febrero de 1.996
"Voy a intentar narrar cómo pensaba que me
podría relacionar en la cárcel. Empezaré por cómo me imaginaba yo que era una
población de delincuentes. No había tenido nunca ni a ningún nivel, ni tan sólo
una hora o un minuto, ningún contacto con la cárcel.
Como bien se sabe, desde que la Policía
Judicial le da a uno la bienvenida, el trato es a base de golpes. Además, son
tales las técnicas de opresión en los países tercermundistas y subdesarrollados
que uno acaba por firmar cualquier acto que no cometió.
A partir de ahí, uno se va volviendo o no
paranoico porque no se trata de paranoia sino de realidad. ¿Quién no tiene
núcleos internos de contenido paranoico sin tocar?. Yo creo que todo el mundo, y
aquella realidad los potencia aún más. Entonces, cuando uno cae en manos de
ellos, empieza el caos. Un caos en el cual la amenaza constante y presente es la
de la muerte.
Por lo que uno oye, ve, por lo que te hacen,
por tus compañeros y la gente que está ahí no se trata de muerte psicológica
sino de muerte real, de la muerte en vida. Después de pasar por las dependencias
judiciales la llegada al Penal es fácil. Cuando supe que me tocaba una cárcel de
1.300 personas, me figuraba, deducía, (no por necesidad de investigar sino de
saber) que la estructura de un delincuente es la de una persona rebelde, fóbica
al miedo y por lo tanto enmascarada de violencia y agresión como mero mecanismo
de subsistencía.
En un ambiente como aquel no ser violento
propiciaría que me sometieran no porque me falte capacidad para ser agresivo y
violento sino porque no me convencía aquello de pagar con la misma moneda. Era
gente de un nivel cultural muy bajo, sin ningún conocimiento personal, con esa
costumbre tan propia de los penales de querer dirigir a los demás, de vivir a
través del otro dándole seguridad, protegiéndole.
Dentro de la cárcel, dentro de los dormitorios,
existe un inframundo independiente de los vigilantes y de la dirección. Aquellas
normas y valores de los delincuentes estriban en el reconocimiento del que más
robó, asesinó o violó. Al peor de todos se le considera el jefe mayor.
Yo, al no tener ninguna de esas conductas
delictivas de la cual presumir delante de ellos, sino todo al contrario,
fantaseaba que el orden, el silencio y el hablar bien podía ser una
provocación.
Me angustiaba el cómo dar el primer paso, no
esperar a que se acercaran sino ir yo hacia ellos. No sabía quiénes eran mis
compañeros de celda. El robo es algo corriente en la cárcel. Por mi propia
patología, soy exagerado en todo. La austeridad no es mi fuerte, y me imaginaba
que esto podría representar una mayor provocación. Lo que sí tenía claro era que
no respondería a ninguna agresión. Así podría dar pie a que no siguieran
manteniendo el mismo tipo de diálogo. Mi edificio agraciada o desgraciadamente
era el peor, el más ruinoso, violento y con mayor nivel de drogadicción. Tuve la
suerte o la desgracia de caer allí.
Había otra alternativa que nunca quise coger:
consistía en acercarme a la dirección para que me dieran la oportunidad de
trabajar en algo. En estosmomentos, me sentía muy mal internamente por la
pérdida de la libertad.
El medio ambiente era muy agresivo, muy
hostil.
Los compañeros de edificio son invasivos,
intentan tomarle el pelo a uno. No se quieren sentir menos que uno, y
entoncestodo nuevo tiene que pasar por la novatada, y la novatada es explotarlo
a uno. Lo primero que hice no conscientemente, por lo menos no creo que lo haya
tenido calculado fue no perder el centro de atención sobre mí, mantenerme lo más
posible alerta; no como vigía paranoide sino atento a mis respuestas, a mis
palabras,al contenido de mis palabras, atento a mi respiración, atento, atento a
mí.
Al estar tan ocupado en aquello, no me daba
tiempo de ver el exterior, ponerme a analizar, a cuestionar a los demás. Me era
más productivo estar conmigo, más sano que buscar disculpas fuera: las había y
en abundancia si las quería encontrar, porque en un ambiente como éste existen
todos los factores de provocación. Opté por no perder mi centro de gravedad, y
cuando digo gravedad me refiero al presente, al estar consciente. Un estar
consciente de la cárcel, de no ponerme la etiqueta de superioridad económica,
intelectual o psicológica, sino de ser sencillamente uno más.
Era posible e imposible serlo porque no
teníamos nada en común. Lo único que compartíamos era la pérdida de la libertad.
Yo asumía el por qué estaba aquí y veía que en el fondo ninguno de ellos
aceptaba
la cárcel en el sentido en que no se
responsabilizaban de los actos que provocaron el ingreso en ella. Veía en las
manifestaciones de destrucción de la institución, la misma rebeldía, y en el
reclamo y en la demanda la
no-aceptación de haber delinquido.
Mi situación era ir limpiándome lenta y
claramente porque directa o indirectamente yo había optado por estar aquí.
Podría disculpar la forma y la situación en que ocurrió pero era muy consciente
de haber decidido estar aquí.
Eso me tranquilizaba, me daba la posibilidad de
no estar en el exterior, de no perder el tiempo en el reclamo. Por tantas cosas
qué digo, por la agresión a través de la violencia, me era difícil relacionarme
con mis compañeros y también con el área de vigilancia.
Me parece evidente que cualquier trabajador se
identifique consciente o inconscientemente con el lugar en el que trabaja. Lo
que intento decir,es que los custodios (las personas que trabajan en un penal)
tienen una
maldad reactiva convertida en bondad, y que
tienen los mismos pensamientos y la misma reacción puesta del lado de la
pseudo-bondad.
Me costó aceptar que la autoridad nada tenía
que ver con losconocimientos intelectuales, económicos o de crecimiento
personal. El aceptar la autoridad por la autoridad no era congruente con mi
situación pseudo- evolucionada, y que un patán, un ignorante, alguien
grosero,violento e inhumano pudiera ejercerla fue todo un trabajo para mí, me
confronté con que yo no podía hacer otra cosa que integrar lo que sentía y lo
que pensaba. Me descubría constantemente escabulléndome en interpretaciones y
justificaciones de lo que me rodeaba. De no haber proseguido con la
auto-observación constante, hubiera caído en las tentaciones que se me
presentaban y esto es una jungla de tentaciones. Se trataba ante todo de no
ponerme en la actitud de desvalorizar a los demás,descalificarles por
ignorantes.
Lo primero que hice en este edificio (que ya
comenté que era el peor, por rebeldes, por antisociales, por agresivos, por
fármaco dependientes, por reincidentes, con una población nada uniforme sino
muy diferente en delitos y personalidades), lo primero que hice fue localizar a
los líderes, saber quiénes eran los que gritaban más fuerte, los que de una
manera u otra llevaban la batuta. No era premeditado, sino que iba percibiendo
mis intenciones sobre la marcha. No me costó localizarles ni comunicarme con
ellos. Ya sabían porqué yo estaba aquí, ya tenían la información de mi caso por
periódicos de mucho escándalo y me creían un pez muy gordo.
Fui acusado de narcosatánico. Me parece que
ellos no me la creyeron y pensaron que era parte de una estrategia montada por
mí.
Durante mucho tiempo, insistieron en que les
contara qué hacía yo con los cadáveres y las magias negras. Cuando les dije la
verdad hubo encuentro. Hablé por separado con cada uno de ellos. Siempre he
creído que la palabra va a la mente, y que la gente pregunta desde la cabeza y
ese preguntar es pura satisfacción narcisista, egocéntrica. Yo intentaba
llegarles al corazón, que mis respuestas tuvieran la capacidad suficiente
como para llegar a la esencia de ellos: al
corazón.
Contestar con la verdad y que ellos tuvieran el
derecho de creerme o no, pues es difícil en el imperio de la mentira que me la
creyeran a mí a la primera; Yo sabía que esto lleva tiempo, pero sucede que
merecer la confianza es toda una labor: se gana con la actitud, no a través del
convencimiento intelectual, que confíen en mí me llevaría mucho tiempo.
Por mi propia seguridad tenía que actuar de
inmediato. Estaba atento a no intentar dar un doble mensaje y no despertar
fantasías. Era muy consciente de que lo que sembrara se me iba a rebotar. Al
saber ellos que
yo era terapeuta me vieron como alguien en
quien confiar. Empezaron a hacerme preguntas, a preguntarme sobre su familia,
ellos creían que yo era abogado), a consultarme como médico hasta que (y eso me
costó mucho trabajo) les logré aclarar que mi trabajo era ser terapeuta: es
decirestar en el lugar más adecuado, en el imperio del sufrimiento. Les decía
que yo estaba en el lugar idóneo, en el campo más fértil para trabajar. Les
solía leer y contar historias a menudo. Les acostumbraba a que se escucharan
hablar, a que se dieran cuenta de cómo se traicionaban y se delataban a sí
mismos, cómo eran ellos mismos cómplices o traidores en la relación con la
policía tanto como con sus compañeros de banda o de cárcel. Les invitaba a que
despertaran a que abrieran los ojos, a que vieran qué mal se engañaban a sí
mismos.
Me gané su confianza siendo uno de ellos pero
sin victimizarme. No quitarme el saco sino dejármelo bien puesto, cosa que les
desconcertaba porque veían que yo no negaba mi posición de delincuente.
Ese desconcierto en lugar de provocar en ellos
inseguridad e incertidumbre hizo que yo fuera bien recibido. No tenían porqué
desconfiar de mí. No tenía ni la conducta ni las características de un
delincuente y eso les hacía confiar. Poco a poco, al relacionarme con ellos,
iban reflexionando sobre el por qué de su estancia en la cárcel, ¿por qué
repetían tanto? ¿por qué provocaban tanto a los custodios y a las áreas? ¿por
qué buscaban inconscientemente todas las disculpas posibles para poder seguir
siendo retenidos o para seguir siendo castigados?
Hicieron un buen trabajo. Muchos lograban
captar cómo se trampeaban a sí mismos en esta aparente lucha intelectual de que
lo único que les importaba era su libertad, cuando eso era mentira, porque
terminaban haciendo lo imposible un día antes de salir para quedarse.
Era como el síndrome del niño golpeado que
termina identificándose con el objeto opresor. Lo cual era ya una perversión. Yo
les explicaba que al identificarse con el opresor terminaban negándose a sí
mismos.
Tenía que hacerlo con mucha sutileza y claridad
para no ser malinterpretado, ya que esto iba aparentemente en contra de su
manera de pensar. Les hacía notar que el trabajo es sano y saludable y que el
lugar donde vivimos es donde estamos, no donde queremos estar; que es nuestra
casa y nosotros la hacemos casa o cárcel. No se podía negar que esto fuera
cárcel pero yo no creo que la pérdida de la libertad física sea el valor más
grande sino que la cárcel estriba en el impedimento de la libertad de expresión.
La invasión de tanta violencia del exterior, la
violencia tan gratuita de mis compañeros, tanta agresión, tanto descontento,
tanto resentimiento, para mí eso sí que era cárcel y lo sigue siendo.
Transformar a 1.300 era toda una odisea. Lo
único que quería era vivir un poquito más en paz, que pudieran escuchar un poco
de música clásica(la que ellos escuchaban no hacía más que reforzar la misma
angustia, ansiedad y violencia). Intentaba que a través de la música se pudiera
descansar y estar en silencio. El silencio aquí es casi imposible por los mismos
niveles de angustia en que se vive, pero se logró bastante.
Hay que cuidarse de esos 1.300. Si te golpean y
subes a dirección, te consideran un traidor, entonces no sólo te castigan sino
que te rechazan dentro de la población y pierdes su confianza. Hay una ley
general abajo: que si eres robado tú tienes que recuperar esa prenda (incluso a
golpes) pero no puedes apoyarte ni en los vigilantes ni en la dirección, porque
has traicionado a la población, a las normas delincuenciales por decirlo de
alguna manera. Es necesario andar con mucho cuidado, lograr establecer buena
relación con los líderes, con los compañeros.
Otra cosa que yo necesitaba era mantenerme, no
perder la libertad, no disolverme entre todos, no perder mi centro, mi yo, mis
ideales, mis pensamientos. La regla de oro para mí era rogarle a Dios que no me
volviese duro, que no perdiera la capacidad de sentir, de amar, aunque eran
grandes las tentaciones. Yo no quería ser violento, duro, insensible,
demandante.
Otra preocupación mía era que mis ojos no
perdieran la capacidad de llorar y así lavar mi alma. El precio a pagar por
negar el sufrimiento y el dolor era la muerte en vida, por eso no quería
endurecerme, convertirme en una piedra, volverme insensible. Sentir que en la
mente tenía un mantra (OM NAMA CHIBA YA) fue una gran ayuda, un gran apoyo.
Prefería decir Om Nama Chibaya que sentir latigazos, devolver las agresiones o
querer aplastar a alguien. Luego, por las tardes, reflexionaba sobre las muchas
posibilidades que tiene uno de no hacerse responsable de su situación. Hay cosas
que dependen de uno y otras que no, pero sí tenía conciencia de que yo tenía
que responsabilizarme porque era el único que podía hacer algo ahí. Este era el
lugar más adecuado para hacerme la cárcel más cárcel o hacerme un proceso de
crecimiento. El lugar también más difícil para ver de qué tamaño soy, de qué
tamaño era yo y cuáles eran mis límites y mis capacidades. Era una revisión
general y tenía disculpas de sobra para justificarme pero no se volvería a
repetir esa oportunidad para aprender. Darme cuenta de eso fue importante. De
otra parte, querer ser uno más era pura pretensión. No tenía nada que ver con mi
realidad interna.
Era algo falso, soberbio, pues al no sentirme
uno más por mis conocimientos era precisamente como yo podía servir a los
demás.Me hubiera podido quedar empachado de lo poco que sabía pero era más útil
ayudar a los compañeros y así ayudarme también a mi mismo.
¿A qué conclusión quiero llegar con todo eso?
¿Tenía esta visión de las cosas cuando me internaron? Hay una sola respuesta:
que ha sido la cantidad de años de tratamiento terapéutico personal. Vi la
inversión, la generosidad de ese proceso, el regalo que ha sido para mí, aunque
puede parecer un poco loco decir que los frutos de la terapia fueron la
capacidad de estar en la cárcel.
Pero es cierto: gracias a mi proceso, a mis
maestros, a mi maestro Claudio Naranjo era capaz de asimilar, de aceptar, de
comprender que tenía que pasar por ahí, y hacerlo del modo más limpio y
auténtico posible.
Gracias al proceso terapéutico, se generaba el
encuentro entre el dolor y la aceptación. Por un lado, estaba inmune a tantas
provocaciones que en ese momento no me tocaban, y por otro lado me sentía
vulnerable ante tanto sufrimiento. La enfermedad es la incapacidad de aceptar
el dolor, el dolor entre humanos. Aunque suena loco decirlo, es bello el
trabajo que se puede hacer aquí, el trabajo que se tiene que hacer aquí, por eso
cada día siento menos deseos de salir.
La vida es donde uno está y es cierto que para
vivir cualquier lugar es bueno. Los obsesivos del movimiento solemos creer que
la libertad física es la que nos otorga la capacidad de satisfacemos y de
placer. Cuando uno se da cuenta de que eso es así sólo en apariencia, encuentra
la paz, la tranquilidad consigo mismo. Con ese eterno ir, escapar de uno, cuesta
trabajo dar con el lugar donde uno tiene que anclar. Por lo menos a mí me
sucedió que era un descanso muy merecido abdicar, huir de mí, no oponerme.
El segundo paso fue también importante. Me
impuse participar en las actividades del centro. Ir a la escuela me daba mucho
gusto. Quería hacer todo el recorrido de la escuela. El grado mayor que hay es
bachilleres.
Yo no tenía ganas de ir a bachilleres. Tenía
ganas de ayudar a hacer un trabajo muy especial. Sentía que aún no era el
momento de dar la cara. No me sentía todavía limpio y me apunté a primero de
enseñanza primaria. Recordaba que la primera y única oportunidad que tuve de
cursar primaria fue cuando era pequeño. En aquel entonces me sentía torpe,
tonto, feo, bobo y aterrado por haber sido separado de mi madre. Ahora quería ir
a la escuela seguro de mí mismo, sin terror, sin ser forzado. Quería aprender
por
voluntad y deseo propio.
Tuve la gran suerte de conocer a esas maestras
pedagogas que son a la vez sanas y naturales. Para mí fue un verdadero encuentro
con los conocimientos. Me pareció de una gran permisividad el no ponerme trabas
para el aprendizaje. Quería aprender. Tenía
ganas de saber. Veía las dificultades que tenía antes con las tablas de
multiplicar y recuerdo también los tablazos de mi padre. Las tablas no eran
responsables de la fobia que les tenía. Todas las reglas gramaticales iban
entrando y colocándose con la facilidad y memorización extraordinarias. También
los planetas y la biología. Era tal el hambre de aprender que parecía que se
despertara después de cuarenta años. Ahora la libertad de aprender la veo como
algo natural en el ser humano, y esa mujer fue el paso siguiente y necesario.
Fue cuando empecé a escribir, a leer, a comprender muchísimas cosas. El orden,
la autoridad no eran un orden infra-humano sino un orden cósmico, el orden de un
sistema necesario para un buen vivir en este planeta, en este país, en la
tierra.
Había que estar simplemente atento a no
molestar. Era ese orden mismo el que proporcionaba ponerse a su disposición con
una buena actitud hacia él para que las cosas sucedieran y sucedieran las buenas
cosas.
Ese encuentro fue muy significativo en mi vida
aquí, pues donde he sentido mi libertad ha sido en la cárcel. Después de que
terminé el año saqué un diez.
Nunca había acudido con tanto gusto a una
entrega de diplomas. Con alegría, dispuesto, iba a recibir lo que me había
costado lograr por esfuerzo propio y ese esfuerzo era muy gratificante. Tiene su
gloria el esfuerzo. El ir a la escuela era para mí ir con alegría. Después, iba
a seguir el segundo año de primaria.
Debo decir que en esa clase éramos un grupo de
cuarenta personas, un grupo brillantísimo, un verdadero grupo que hablaba mucho
del ser humano.
Yo intervenía mucho ahí. Fue un grupo modelo,
un grupo de mucha cosecha como individuos que éramos. Teníamos una disciplina,
un orden, una limpieza, un buen nivel académico. La gran mayoría de los que
asistían a primero de primaria iban con la misma carga con la cual uno va de
pequeño.
La cárcel se volvía a repetir como la primera
cárcel que tuvimos, que fue la escuela al principio. Era meternos en un lugar
que no queríamos (y aquí cárcel en la cárcel). Resultaba duro que lo
entendieran.
Con mis compañeros nos juntábamos para hacer
las tareas y los dibujos. Era bonito por la actitud de ellos y también porque yo
aprovechaba aquellos momentos de las tareas para el desarrollo de la
convivencia, para estar juntos, para platicar, para convivir (¡tan difícil
aquí!)
Algo se transformó dentro de mí y no fue
intencionado. Como consecuencia casual fui invitado a trabajar al pabellón de
los psicóticos, a dar un curso de verano. Éramos sólo dos personas para un grupo
de 64 enfermos mal atendidos a nivel psiquiátrico, con irregularidad total en la
toma de medicinas, pero en trato, cero en tratamiento psicológico, cero en
movilidad. Se les trataba mal y mal era la organización. Era la vergüenza de
las vergüenzas, con todo los daños que acarrean las enfermedades crónicas o
mejor dicho que se hicieron crónicas por no haber sido bien atendidas.
Cabe mencionar que se trata de patologías y
contenidos patológicos algo diferentes de los pacientes tradicionales del
exterior.
Normalmente los terapeutas trabajamos con
sueños, pensamientos y fantasías, mientras aquí, con psicóticos delincuentes, el
tabú ha sido realmente trasgredido. Es presente. Se ha encarnado. Aquí la
patología abarca como mínimo parricidas, matricidas y no es lo mismo soñar con
asesinar a la madre, al hijo, al padre o al hermano que haberles matado de
verdad.
¿Qué alternativas les podía ofrecer yo para que
se volvieran cuerdos?¿Qué otro modo más grato tenía yo para brindarles después
de sacarles de donde estaban? Lo que únicamente les proponía a cambio era la
conciencia de lo que hicieron y un muro alrededor.
A mí me costaba trabajo comprender eso y
aceptar que les iba a sacar de un mundo muy personal (bueno o malo) a tener
conciencia de sus 30 ó 40 años de cárcel, lo cual no es muy agradable. Tampoco
es compensatorio vivir en la conciencia de 40 años de prisión o muy posiblemente
de una cadena perpetua, ya que a esas personas sólo les puede sacar la misma
familia que ellos dañaron, y por eso muchos de ellos están en una situación no
explícita pero sí implícita, de cadena perpetua, de morir aquí por el abandono
de sus familiares. Entonces se ponía peor todavía el negocio de la terapia y el
negocio de la salud; y la negociación era precisamente ofrecerles a ellos algo
muy fuerte: que esto es la verdadera prisión, no ya la interna, sino que no
había más que ofrecer. Yo estaba más o menos en las mismas que ellos, en el
sentido de que no hay un lugar adecuado para ser persona, sino que uno es el que
hace el lugar, el que lo convierte
en algo agradable o en el infierno.
Empecé a trabajar con ellos, unos 42 que iban
desde psicóticos, lesionados cerebrales por inhalantes, personas con daños
congénitos, esquizofrenias de todo tipo, lesiones neurológicas, toxicómanos
crónicos ...Era mucho material humano y había mucho que hacer pero yo me sentía
en pañales y con total ignorancia sobre la realidad tan pesada y fuerte que
tenía enfrente.
Aquí se requería de alguien que no negara el
miedo y tuviera experiencia en haber caminado por los pasillos del infierno
personal, conocer la locura del otro por empatía con la propia. Haberla vivido y
reconocerla sería la única posibilidad de contactar con ellos, de relacionarse
con ellos, gente tan mal tratada. Tenían desconfianza de la desconfianza y yo
miedo del miedo.
Recuerdo que duré más de quince días en la
puerta, era lo único que hacía:me sentaba en la puerta e iba revisando todos mis
prejuicios, mis cobardías y mis soberbias.
Cuando me aclaré de mis prejuicios, de mi miedo
principalmente, fue cuando di el primer paso, intentando no invadir su casa, el
terreno de ellos, por una pretensión personal de conocimientos. Era muy
consciente de que el primer paso para tocar su tierra era verles como personas.
El momento que les vi como tales fue cuando ví, di el paso y me metí en ellos.
Después de un añoy ocho meses, hoy es reconocida como la primera comunidad
terapeútica delincuencial y propuesta en todo México. Les será evidente a todos
ustedes que no sé aplicar la terminología gestáltica adecuada, pero he preferido
"estar atento" en el vivir cotidiano antes que en el buen uso de lo
aca-endémico.
Dr. Claudio Naranjo Cohen:
Tu hijo rebelde que con gratitud se inclina
amorosamente ante tí, Maestro espiritual, que con paz-y-encia me has enseñado a
"Darme Cuenta". Pues he podido ver la prisión como una abadía.
Pido a Dios por todos aquellos mis hermanos de
lucha, y gracias por su generosidad.
Hoy, después de tanto tiempo, puedo decir en
voz baja, que me siento tan pequeño y tan grande al mismo tiempo"
Guillermo Borja. (1.993)
Paisajes
"...Terminarás por comprender que, vayas donde vayas, llevas contigo tu paisaje interno."
(Silo)
(Silo)
Libertad? Igualdad? Fraternidad?
En 1789 lo tenían claro.
Y lucharon, y transformaron la sociedad, y, en muchos casos, dieron la vida por ello.
Hoy lo estamos olvidando, o, amparados en el cinismo de la postmodernidad, que nos resguarda de tener que hacer algo, dejándonos penetrar por la fría convicción de que "no son más que grandes palabras. Ideas bonitas, pero inviables".
Si esto es así, si es realmente así, ese paisaje interno despiadado colonizará, como de hecho está ocurriendo, nuestro mundo.
Un mundo a nuestra imagen y semejanza.
Y nos lo mereceremos.
Pero nuestros hijos no se lo merecen.
Y seremos, somos responsables ante ellos.
Y lucharon, y transformaron la sociedad, y, en muchos casos, dieron la vida por ello.
Hoy lo estamos olvidando, o, amparados en el cinismo de la postmodernidad, que nos resguarda de tener que hacer algo, dejándonos penetrar por la fría convicción de que "no son más que grandes palabras. Ideas bonitas, pero inviables".
Si esto es así, si es realmente así, ese paisaje interno despiadado colonizará, como de hecho está ocurriendo, nuestro mundo.
Un mundo a nuestra imagen y semejanza.
Y nos lo mereceremos.
Pero nuestros hijos no se lo merecen.
Y seremos, somos responsables ante ellos.
Lo malo es que sí podemos seguir así. Y peor
El devastador debate sobre el dinero
El dinero está copando el debate dejando de lado la lucha contra la creciente desigualdad
Soledad Gallego-Díaz 14 OCT 2012 - 00:00 CET (Fuente: El País)
La libertad de hablar se está perdiendo, no porque exista censura sino porque se impone un único debate. Walter Benjamin lo expresó de manera insuperable en Calle de dirección única: “En toda conversación se está infiltrando, inevitablemente, el tema que plantea las condiciones de vida, el dinero”.
El dinero ocupa de manera devastadora lo que es el centro mismo de los intereses vitales, decía, y es el límite ante el que fracasan casi todas las relaciones humanas, por lo que, tanto en lo moral como en lo natural, desaparecen “la confianza, el sosiego y la salud”.
El calor desaparece de las cosas. El hombre debería compensar con su calor esa frialdad. “Sujetar con gran cuidado las agudas puntas de las cosas para no desangrarse”. Lo escribió poco antes de suicidarse en Portbou, en la frontera española, en 1940.
Esta es probablemente otra de esas etapas de la historia en la que la frialdad del dinero se impone. Pasa dentro de la Unión Europea, incapaz de atajar la creciente desigualdad entre los países del norte y del sur, y pasa dentro de muchos de esos países y de sus sociedades, en las que crecen los índices de desigualdad como no sucedía desde hace décadas.
Los que “vacían todos los platos para mejor saciarse” creen que es posible rehacer el imperio del dinero, atravesar la crisis sin soportar su parte en el pago de los costes, sin importar la miseria que dejan a su alrededor, como sucedió en siglos pasados.
Nadie, en el fondo, ni los socialistas, ni los viejos comunistas, cree ya posible poner freno a ese rearme y mientras que los ciudadanos lo perciban así, tan claramente, es imposible que pierdan su formidable desconfianza política.
Aunque quizás ocurra precisamente lo contrario. Quizás, como proponía Benjamin, cuando nos demos cuenta de que la frase “No podemos seguir así” es completamente falsa, porque sí que podemos seguir así, será cuando se produzca el milagro.
Quizás sea finalmente cuando los países del sur se den cuenta de que nuestros colegas, los Gobiernos del norte de la UE y el imperio propio del dinero, no harán nada para impedir que sigamos así muchos, muchos años, cuando realmente sea posible empezar a hablar en serio de lo que ocurre. Cuando el dinero no imponga su exclusividad devastadora y sea posible discutir en la mesa de los Consejos europeos y en las reuniones de ministros de Finanzas no solo de las cifras del déficit sino de los índices Gini. Cuando los datos de la desigualdad ocupen tanto espacio en nuestras discusiones como la prima de riesgo. Quizás si los ciudadanos hablamos de eso, si exigimos que se hable de eso, terminemos consiguiendo que ellos también acepten el debate sobre el coste de la crisis y el reparto de responsabilidades y regrese la libertad de hablar.
¿Por qué no hablar en España, en la calle y en el Parlamento, de que nos hemos convertido en el país con mayor desigualdad social de la eurozona? ¿Qué hace que en estos últimos años el termómetro que mide la desigualdad haya subido más en España que en Italia? ¿Qué hace que el famoso índice Gini, que en 2008 rondaba los 31 puntos en los dos países, haya subido a 34 puntos en España mientras que en Italia sigue igual?
Es el paro, estúpidos, se podría parafrasear. Efectivamente, es el paro, un paro que los analistas dicen, no ya sin sentir compasión, sino sin sentir la vergüenza exigida al observador, que continuará en niveles superiores al 22-25% durante los próximos años.
En los años ochenta se hizo famosa en la Unión Europea una frase de Margaret Thatcher: “There is no alternative” (no hay alternativa), resumida en sus siglas TINA. Pero claro que la había. Ahora vuelve a sonar la misma frase por todas partes, incluso dentro de nuestras casas y de nuestras cabezas: ¡TINA! ¡TINA!
En aquellos años un irónico y gran sociólogo francés, Pierre Bordieu, pidió que alguien fuera a buscar a TIA (There is alternative).
El calor desaparece de las cosas. El hombre debería compensar con su calor esa frialdad. “Sujetar con gran cuidado las agudas puntas de las cosas para no desangrarse”. Lo escribió poco antes de suicidarse en Portbou, en la frontera española, en 1940.
Esta es probablemente otra de esas etapas de la historia en la que la frialdad del dinero se impone. Pasa dentro de la Unión Europea, incapaz de atajar la creciente desigualdad entre los países del norte y del sur, y pasa dentro de muchos de esos países y de sus sociedades, en las que crecen los índices de desigualdad como no sucedía desde hace décadas.
Los que “vacían todos los platos para mejor saciarse” creen que es posible rehacer el imperio del dinero, atravesar la crisis sin soportar su parte en el pago de los costes, sin importar la miseria que dejan a su alrededor, como sucedió en siglos pasados.
Nadie, en el fondo, ni los socialistas, ni los viejos comunistas, cree ya posible poner freno a ese rearme y mientras que los ciudadanos lo perciban así, tan claramente, es imposible que pierdan su formidable desconfianza política.
Aunque quizás ocurra precisamente lo contrario. Quizás, como proponía Benjamin, cuando nos demos cuenta de que la frase “No podemos seguir así” es completamente falsa, porque sí que podemos seguir así, será cuando se produzca el milagro.
Quizás cuando nos demos cuenta de que las cosas pueden seguir así muchos años logremos recuperar la libertad de hablar
¿Por qué no hablar en España, en la calle y en el Parlamento, de que nos hemos convertido en el país con mayor desigualdad social de la eurozona? ¿Qué hace que en estos últimos años el termómetro que mide la desigualdad haya subido más en España que en Italia? ¿Qué hace que el famoso índice Gini, que en 2008 rondaba los 31 puntos en los dos países, haya subido a 34 puntos en España mientras que en Italia sigue igual?
Es el paro, estúpidos, se podría parafrasear. Efectivamente, es el paro, un paro que los analistas dicen, no ya sin sentir compasión, sino sin sentir la vergüenza exigida al observador, que continuará en niveles superiores al 22-25% durante los próximos años.
En los años ochenta se hizo famosa en la Unión Europea una frase de Margaret Thatcher: “There is no alternative” (no hay alternativa), resumida en sus siglas TINA. Pero claro que la había. Ahora vuelve a sonar la misma frase por todas partes, incluso dentro de nuestras casas y de nuestras cabezas: ¡TINA! ¡TINA!
En aquellos años un irónico y gran sociólogo francés, Pierre Bordieu, pidió que alguien fuera a buscar a TIA (There is alternative).
martes, 23 de octubre de 2012
lunes, 22 de octubre de 2012
Por qué nadie vota al PSOE
"Porque no fuiste ni frío ni caliente, te vomitaré de mi boca"
Nadie, ni siquiera ellos mismos, se cree la oposición que está haciendo el PSOE.
Todos sabemos que, de estar en el poder, haría, más o menos, lo mismo que Rajoy.
Así que la derecha, lógicamente, vota PP, y la izquierda se abstiene, o se radicaliza.
Qué remedio.
(Lo del nacionalismo, otro día.)
Nadie, ni siquiera ellos mismos, se cree la oposición que está haciendo el PSOE.
Todos sabemos que, de estar en el poder, haría, más o menos, lo mismo que Rajoy.
Así que la derecha, lógicamente, vota PP, y la izquierda se abstiene, o se radicaliza.
Qué remedio.
(Lo del nacionalismo, otro día.)
Comprender el mal
No se puede prescindir de la empatía para entender las razones oscuras de nuestros actos
Tzvetan Todorov21 OCT 2012 - 00:02 CET (Fuente: El País)
Archivado en:
Gitta Sereny, fallecida en junio de 2012 a los 91 años, fue una de las más importantes periodistas del siglo XX, autora de varios libros extraordinarios que tratan de desentrañar una pregunta fundamental y obsesiva: ¿de dónde nacen el odio, la violencia, el crimen? Si suponemos, como ella, que esos comportamientos son la encarnación del mal y que, por otra parte, no existen dos subespecies humanas, la de los monstruos y la de los normales, ¿cómo explicar que se cometan esos actos destructivos? Sereny pensaba que era posible comprender incluso los crímenes más atroces reconstruyendo la vida de su autor, sus relaciones y contactos con otras personas a su alrededor, las circunstancias en las que se había encontrado: su identidad no era más que su historia. Y quien desee impedir que se repitan los crímenes debe intentar comprenderlos.
Sereny nace en Viena en 1921, en una familia de artistas; estudia en Inglaterra y en 1938 se instala en París, con el sueño de ser actriz. Al estallar la guerra, empieza a trabajar para una organización caritativa que se ocupa de los niños abandonados y de los fugitivos. En 1941 tiene que huir, consigue atravesar la frontera española y se embarca rumbo a Estados Unidos. Cuando vuelve a Europa, a comienzos de 1945, empieza a trabajar para la UNRRA, la Administración de Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación, el organismo de la ONU encargado de ayudar a los refugiados de guerra y las personas desplazadas. Los dos años siguientes van a decidir su vocación.
La envían a la Alemania ocupada por los ejércitos occidentales, con la misión de ocuparse de los niños arrancados de sus lugares de origen. Entonces descubre un crimen insospechado. Al día siguiente de la ocupación de Polonia, las autoridades alemanas habían empezado a fijarse en los niños de aspecto “ario” (rubios y con ojos azules), a secuestrarlos y llevárselos a Alemania, donde los más próximos al modelo racial eran adoptados por familias y los otros estaban destinados a convertirse en trabajadores esclavos. Se calcula que los “niños robados” de Polonia fueron 200.000, a los que hay que añadir otros capturados en Ucrania y otros lugares. El crimen exigía una reparación, ¿pero cuál? Los niños habían sufrido un primer choque cuando, con tres, cuatro o cinco años, les habían separado de sus padres, su lengua y su país; al acabar la guerra, cuando tienen 8, 9 o 10 años, vuelven a arrancarlos de sus familias adoptivas, en las que habían estado rodeados de amor, para devolverlos a un país que no conocen, con adultos de los que no se acuerdan y donde se habla una lengua que no entienden. La situación se complica aún más por motivos políticos: en la situación de guerra fría que ha sucedido a la guerra real, ¿no sería mejor para los niños enviarlos al paraíso occidental que al infierno comunista? ¿No les convendría más una tercera familia, transatlántica? No es de extrañar que algunos de esos niños después desarrollen comportamientos asociales y tendencias violentas.
Después de dos años, Sereny deja la UNRRA; a partir de entonces, consagrará su vida a intentar comprender dos fenómenos colosales: la violencia que desembocó en los crímenes nazis y la violencia cometida contra los niños y, a veces, también por ellos. Empieza a trabajar como periodista, se instala en Londres y escribe su primer trabajo de investigación sobre Mary Bell, una niña de 11 años que en 1968, con ayuda de una cómplice, mata a dos niños de tres y cuatro años. El crimen conmociona a Inglaterra: ¿cómo es posible cometer un acto tan odioso? Sereny pone en práctica su método: interroga a todas las personas involucradas y reúne una información exhaustiva (The Case of Mary Bell, 1972). Veinticinco años más tarde, cuando Mary ya haya salido de la cárcel y esté viviendo bajo una identidad nueva, volverá a entrevistar a la joven convertida en adulta para ahondar en el examen de unos actos y unas circunstancias aparentemente vulgares que transformaron a una niña en asesina. De ahí sale lo que hoy es una obra de referencia sobre la criminalidad infantil (Cries Unheard, 1998).
Esa misma necesidad de descubrir las fuentes del mal empuja a Sereny en otra dirección. En 1970 entra en contacto con Franz Stangl, el antiguo responsable de Treblinka, el mayor campo alemán de exterminio. Stangl está condenado a cadena perpetua, pero acepta responder a las preguntas de la periodista. Cuando llevan poco más de 70 horas de entrevistas, Stangl fallece; Sereny prosigue su investigación preguntando a sus familiares, allegados y víctimas supervivientes. El resultado es un libro excepcional (Desde aquella oscuridad: conversaciones con el verdugo Franz Stangl, comandante de Treblinka, 2009), que permite abordar este enigma: ¿cómo es posible que una persona normal pueda cometer un crimen semejante? Y, si no le excluimos del género humano, como hacía él con sus víctimas, ¿a qué conclusión debemos llegar sobre la naturaleza de la humanidad?
Años después, Sereny reanuda su búsqueda con un libro sobre Albert Speer (Albert Speer, su batalla con la verdad, 2006), el arquitecto y ministro favorito de Hitler, un hombre de mente brillante, situado al otro extremo de la cadena de exterminio, al que somete a un interrogatorio preciso con el que establece su complicidad. Una tercera obra, El trauma alemán (2004), reúne el resto de sus investigaciones sobre los crímenes nazis y añade un comentario autobiográfico.
Algunos se han preguntado si Sereny no se acercó demasiado a los sujetos que aparecen en sus libros, Mary Bell, Stangl, Speer, si no los “humanizaba” demasiado. Desde luego, no los excluía del círculo de la humanidad y, al escucharles y transcribir sus palabras, construyó un marco común que les englobaba a ellos y a nosotros. Quienes adoptan la fórmula del miembro de las SS con el que se cruza Primo Levi en Auschwitz, “Aquí no hay un porqué”, corren el riesgo de no saber apreciar sus libros. Para juzgar y condenar a los individuos, la empatía no es indispensable y puede ser incluso molesta. Pero no podemos prescindir de ella si el objetivo de nuestra investigación es comprender las razones oscuras de nuestros actos, por odiosos que sean.
Tzvetan Todorov es semiólogo, filósofo e historiador de origen búlgaro y nacionalidad francesa.
domingo, 21 de octubre de 2012
Descarnada sabiduría de mujer
Mañana de hospital.
Una paciente gravemente quemada, el cuerpo envuelto, casi por completo, en vendas, el dolor convertido en tolerable por un gotero de morfina, reflexiona en voz alta sobre su vida.
Yo, en pijama y bata desechable, gorro, mascarilla y guantes (cualquier infección resulta potencialmente mortal para personas que carecen de la barrera de una piel intacta), escucho, sentada en un taburete alto, junto a su cabecera.
"Mis hijos, doctora, mis hijos son lo importante.
Los hombres vienen y van.
Los hijos siempre están ahi".
Sin comentar, asiento con respeto, validando, más allá de acuerdos o desacuerdos, su descarnada sabiduría de mujer.
Una paciente gravemente quemada, el cuerpo envuelto, casi por completo, en vendas, el dolor convertido en tolerable por un gotero de morfina, reflexiona en voz alta sobre su vida.
Yo, en pijama y bata desechable, gorro, mascarilla y guantes (cualquier infección resulta potencialmente mortal para personas que carecen de la barrera de una piel intacta), escucho, sentada en un taburete alto, junto a su cabecera.
"Mis hijos, doctora, mis hijos son lo importante.
Los hombres vienen y van.
Los hijos siempre están ahi".
Sin comentar, asiento con respeto, validando, más allá de acuerdos o desacuerdos, su descarnada sabiduría de mujer.
Noche de aguacero
Sentarme sola
se parece a una nochede aguacero
en la ciudad vacía.
Se parece
a escribir,
en esta hora,
un poema cualquiera,
sin nadie cerca.

(como) Laoconte
Aprisiona
lo ya vivido,la enredadera de lo consumado,
la rígida maraña
de cada horatallada en el pasado,
siempre igual a sí misma.
Años, décadas, días
como serpientes,
definiendo un futuro
de única,precisa
dirección.
Migul Ángel: Esclavo
(como) los Esclavos de Miguel Ángel
Arrancarse
del mundo de la piedra.
Del durísimo
bloquede granito
de una vida
apenas esculpida,
apenas
un boceto
siempre
a medio tallar.
Por la avenida
de lo quetuvimos
voy caminando,
sola.
A.S.
parecidas
a aquello
que tememos.
A.S.
Saturno
Pesa
la fría cestade tus dones
(no conozco
una vidaque no
se te
parezca)
A.S.
Tiempo y nada
Tiene que pasar algo
cuando no pasa nada.
Cuando todo parece detenido.
Tiene que pasar algo cuando pasa el tiempo,
únicamente el tiempo,
con tanta lentitud
que sólo hay tiempo
y nada.
A.S.
cuando no pasa nada.
Cuando todo parece detenido.
Tiene que pasar algo cuando pasa el tiempo,
únicamente el tiempo,
con tanta lentitud
que sólo hay tiempo
y nada.
A.S.
Cuando me fui
Era una noche parecida a ésta
y estaba sola, como hoy,
cuando me fui
(sola,
como hoy)
A.S.
y estaba sola, como hoy,
cuando me fui
(sola,
como hoy)
A.S.
Tensión
Dos semanas fumando de nuevo.
Lluvia.
Rsponsabilidades de las que no puedo (no quiero, si he de seguir mirándome al espejo sin desprecio) deshacerme. Pero que pesan.
Días de tensión.
El plazo (escaso) para elegir la plaza donde he de pasar el resto de mi vida profesional se va acortando, mientras yo pienso, relleno impresos, compulso fotocopias, aguanto los nervios, sueño, interpreto lo que sueño, apelo a mi intuición y al consejo de los que me quieren, busco información, me decido, cambio de opinión, pido (a Dios,a la consciencia, a mi inconsciente, a lo que demonios sea eso de donde viene la certeza) un poco de lucidez. Un poco de sabiduría en la elección. Demasiadas variables. Demasiados imponderables. Demasiado.
Quiero, necesito un lugar donde sienta que lo que hago tiene sentido. Donde mis dones, pocos o muchos, sirvan a otros.
Y también donde no me queme.
Donde no me sienta enclaustrada.
Donde pueda hacer eso que sé hacer.
Pero no depende sólo de mí.
Hay otros que también han de elegir.
Hay jefes que tienen sus propias ideas.
Hay lealtades, deslealtades y compromisos.
Hay...
Llueve, y para de llover, y vuelve a caer agua.
Treinta horas sin teléfono (Menos mal que existen los móviles).
Internet se corta de vez en cuando.
Es lo que tiene los diluvios en esta tierra seca.
Fumo y le doy vueltas a la cabeza.
Tengo que hablar con... y con...
Tengo que saber qué se hace allí, y allá, y el horario de..., y quién manda en..., y qué opina aquél de las psicóloga raras y maduras,... y si X se mete mucho, y si Y te deja vivr en paz y si...
Un lujo en esta tierra de parados, dirán algunos.
Puede. Pero es mi lujo.
El lujo que quiero intentar permitirme: Un trabajo donde pueda ayudar a otros y a mí misma.
Donde no sienta que voy simplemente a pasar las horas y a secarme por dentro.
Un trabajo de verdad. De verdad para mí.
Donde puede expresar (más o menos) mi verdad.
Y ayudar a que aflore la verdad de los que vengan a buscarla.
Un trabajo que me importe.
Un lujo, sí.
Un lujo necesario a mi alma.
A lo que sea el alma.
Un trabajo que pueda amar.
Leí en un blog amigo algo así como que quien se realiza en el trabajo es porque trabaja poco.
Y llevo demasiados años de laburo como para saber que es cierto.
Pro no se trata de realización.
Es... otra cosa.
Servicio.
Y, claro está, ganarse el pan.
Ganarse el pan a través del servicio.
Aunque todos los días se acabe hasta los ovarios del espíritu.
Pero, por favor, por favor, que sirva para algo.
Que sirva para alguien.
Y, si puede ser, que yo lo sepa.
Ah, y a ver cuándo cojones me quito de fumar.
De una puta vez.
Lluvia.
Rsponsabilidades de las que no puedo (no quiero, si he de seguir mirándome al espejo sin desprecio) deshacerme. Pero que pesan.
Días de tensión.
El plazo (escaso) para elegir la plaza donde he de pasar el resto de mi vida profesional se va acortando, mientras yo pienso, relleno impresos, compulso fotocopias, aguanto los nervios, sueño, interpreto lo que sueño, apelo a mi intuición y al consejo de los que me quieren, busco información, me decido, cambio de opinión, pido (a Dios,a la consciencia, a mi inconsciente, a lo que demonios sea eso de donde viene la certeza) un poco de lucidez. Un poco de sabiduría en la elección. Demasiadas variables. Demasiados imponderables. Demasiado.
Quiero, necesito un lugar donde sienta que lo que hago tiene sentido. Donde mis dones, pocos o muchos, sirvan a otros.
Y también donde no me queme.
Donde no me sienta enclaustrada.
Donde pueda hacer eso que sé hacer.
Pero no depende sólo de mí.
Hay otros que también han de elegir.
Hay jefes que tienen sus propias ideas.
Hay lealtades, deslealtades y compromisos.
Hay...
Llueve, y para de llover, y vuelve a caer agua.
Treinta horas sin teléfono (Menos mal que existen los móviles).
Internet se corta de vez en cuando.
Es lo que tiene los diluvios en esta tierra seca.
Fumo y le doy vueltas a la cabeza.
Tengo que hablar con... y con...
Tengo que saber qué se hace allí, y allá, y el horario de..., y quién manda en..., y qué opina aquél de las psicóloga raras y maduras,... y si X se mete mucho, y si Y te deja vivr en paz y si...
Un lujo en esta tierra de parados, dirán algunos.
Puede. Pero es mi lujo.
El lujo que quiero intentar permitirme: Un trabajo donde pueda ayudar a otros y a mí misma.
Donde no sienta que voy simplemente a pasar las horas y a secarme por dentro.
Un trabajo de verdad. De verdad para mí.
Donde puede expresar (más o menos) mi verdad.
Y ayudar a que aflore la verdad de los que vengan a buscarla.
Un trabajo que me importe.
Un lujo, sí.
Un lujo necesario a mi alma.
A lo que sea el alma.
Un trabajo que pueda amar.
Leí en un blog amigo algo así como que quien se realiza en el trabajo es porque trabaja poco.
Y llevo demasiados años de laburo como para saber que es cierto.
Pro no se trata de realización.
Es... otra cosa.
Servicio.
Y, claro está, ganarse el pan.
Ganarse el pan a través del servicio.
Aunque todos los días se acabe hasta los ovarios del espíritu.
Pero, por favor, por favor, que sirva para algo.
Que sirva para alguien.
Y, si puede ser, que yo lo sepa.
Ah, y a ver cuándo cojones me quito de fumar.
De una puta vez.
miércoles, 17 de octubre de 2012
Tu sonrisa
Cuando sonríes, te desbordas de infancia por dentro.
Te vuelves transparente.
Se te cae al suelo toda esa capa plúmbea, preocupada y adulta con la que tantas veces gustas de vestirte, y te quedas en traje de ternura y sol y tú mismo.
Cuando sonríes, se te pone la cara de mirarme y verme, y yo me gusto en tu mirada y me voy de paseo hacia ti montada en tu sonrisa.
Cuando sonríes te reconozco una y mil veces, y me quedo a vivir en tu sonrisa todo el tiempo que puedo.
Te vuelves transparente.
Se te cae al suelo toda esa capa plúmbea, preocupada y adulta con la que tantas veces gustas de vestirte, y te quedas en traje de ternura y sol y tú mismo.
Cuando sonríes, se te pone la cara de mirarme y verme, y yo me gusto en tu mirada y me voy de paseo hacia ti montada en tu sonrisa.
Cuando sonríes te reconozco una y mil veces, y me quedo a vivir en tu sonrisa todo el tiempo que puedo.
Miradas
Perdida en mi burbuja pequeñita, doy en preguntarme cómo viven su ser otras criaturas.
Cómo será habitar el universo oscuro y sonoro del murciélago. O el azul transparente del delfín.
La fiereza de raso del felino.
El vuelo nocturno y frágil de la polilla.
La excavación alimenticia del gusano.
La visión-caleidoscopio de la mosca.
La intensidad del toro en la dehesa.
El acecho paciente de la araña.
Los caminos aereos del halcón.
Cómo será mirar el mundo con tus ojos.
Con los ojos del otro.
De los otros.
Desde la casa interna de los otros.
Cómo serán las cosas cuando nadie las mira.
Cuando pueden ser ellas, porque se quedan solas.
Cómo serán las cosas en sí mismas.
Yo ajenada a mí misma.
Fuera, por fin, de esta mínima realidad de todo-a cien.
Cómo será habitar el universo oscuro y sonoro del murciélago. O el azul transparente del delfín.
La fiereza de raso del felino.
El vuelo nocturno y frágil de la polilla.
La excavación alimenticia del gusano.
La visión-caleidoscopio de la mosca.
La intensidad del toro en la dehesa.
El acecho paciente de la araña.
Los caminos aereos del halcón.
Cómo será mirar el mundo con tus ojos.
Con los ojos del otro.
De los otros.
Desde la casa interna de los otros.
Cómo serán las cosas cuando nadie las mira.
Cuando pueden ser ellas, porque se quedan solas.
Cómo serán las cosas en sí mismas.
Yo ajenada a mí misma.
Fuera, por fin, de esta mínima realidad de todo-a cien.
lunes, 15 de octubre de 2012
Elecciones
Elecciones y más elecciones.
Esta vez, profesionales.
De curro, sí.
Pero es que a mí el curro me importa.
El curro es un servicio.
El ejercicio de mis dones, por sencillos que sean.
El trocito de mí que puedo poner para que este mundo sea, si no mejor, al menos una chispita más cálido.
Un diminuto pedacito de amor para calentar algunas horas de terapia en la tan denostada sanidad pública.
Lo dije hace años. Yo únicamente sé hacer tres cosas, y sólo tres, a saber, acompañar a la gente en su viaje interior, escribir y enseñar.
Ahora tengo que decidir dónde.
Y, si puede ser, sin joderme.
Que yo también cuento, debo contar para mí misma.
Esta vez, profesionales.
De curro, sí.
Pero es que a mí el curro me importa.
El curro es un servicio.
El ejercicio de mis dones, por sencillos que sean.
El trocito de mí que puedo poner para que este mundo sea, si no mejor, al menos una chispita más cálido.
Un diminuto pedacito de amor para calentar algunas horas de terapia en la tan denostada sanidad pública.
Lo dije hace años. Yo únicamente sé hacer tres cosas, y sólo tres, a saber, acompañar a la gente en su viaje interior, escribir y enseñar.
Ahora tengo que decidir dónde.
Y, si puede ser, sin joderme.
Que yo también cuento, debo contar para mí misma.
Vértebras
En el suelo, al pie de una roca en la linde de la vereda, un puñado de vértebras de animal, tal vez arrastradas por el aguacero.
Blancas, límpidas, netas, semejan esculturas talladas en marfil por un artista de lo abstracto infinitamente delicado.
Una filigrana de vida antigua convertida en belleza por la mano maestra de la muerte.
Blancas, límpidas, netas, semejan esculturas talladas en marfil por un artista de lo abstracto infinitamente delicado.
Una filigrana de vida antigua convertida en belleza por la mano maestra de la muerte.
Escalas
Perdida en un paisaje tallado a escala de titanes, me ocurre pensar que esa grandeza de cielo y roca y bosques que se pierden de vista no es, en realidad, tan diferente al mundo de sangre, carme, tendones, huesos de mi cuerpo.
O al cosmos cerrado de un sola célula de mi corazón, caliente y roja como un Marte que late.
E, invirtiendo la dirección de la mirada, que todo cuanto abarco con mis ojos no es más que una mota perdida en el planeta, éste a su vez un diminuto gránulo de vida en un universo que puede ser una sola molécula del inimaginable ser de Dios.
Que esa mirada, que construye un mundo a mi medida, es tan ingenuamente egocéntrica como la conciencia que se siente centro de lo humano.
La ingenuidad de un ser maravillado que engaña su no saber ordenando lo desconocido según su tamaño.
O al cosmos cerrado de un sola célula de mi corazón, caliente y roja como un Marte que late.
E, invirtiendo la dirección de la mirada, que todo cuanto abarco con mis ojos no es más que una mota perdida en el planeta, éste a su vez un diminuto gránulo de vida en un universo que puede ser una sola molécula del inimaginable ser de Dios.
Que esa mirada, que construye un mundo a mi medida, es tan ingenuamente egocéntrica como la conciencia que se siente centro de lo humano.
La ingenuidad de un ser maravillado que engaña su no saber ordenando lo desconocido según su tamaño.
domingo, 14 de octubre de 2012
Lo Masmut
Rocas del Masmut
Aquí, la tierra se descarna y deja al aire su osamenta.
La tierra vieja, vieja.
Los huesos grises de la tierra.
Peñas inmensas. Adustas.
Austeramente indiferentes a lo humano.
(Encastrada en la grieta entre dos columnas titánicas, una roca caída Dios sabe cuándo aguarda a que la erosión y los siglos le permitan llegar al suelo.)
Haikus de amor sencillo
Cubre mi cuerpo
el abrigo caliente
de tu ternura.
Se muda el vientre
en suave madriguera
para tu hombría.
Tarde de otoño.
El silencio gravita
sobre la casa.
(cándidamente
florecen las estrellas
una por una)
A.S.
el abrigo caliente
de tu ternura.
Se muda el vientre
en suave madriguera
para tu hombría.
Tarde de otoño.
El silencio gravita
sobre la casa.
(cándidamente
florecen las estrellas
una por una)
A.S.
jueves, 11 de octubre de 2012
miércoles, 10 de octubre de 2012
Pregunta idiota (el número que toque)
Aceptar. Aceptar. Aceptar.
¿Dejará alguna vez de sorprenderme la vida?
Qué pregunta más... idiota.
¿Dejará alguna vez de sorprenderme la vida?
Qué pregunta más... idiota.
De hijos y de karma
Hijos. De la carne y del espíritu. Paridos, arrebatados, criados, abandonados, cuidados, perdidos, recuperados, orientados, liberados, conocidos, ignorados, reencontrados en distintas formas y roles...
En esta vida, y en todas las otras que ando visitando últimamente.
Joder, qué karma.
En esta vida, y en todas las otras que ando visitando últimamente.
Joder, qué karma.
Lo que hay, again
Cada vez me preocupa menos (lo que no quiere decir que no me importe) todo lo que no sea... lo que hay (que, como todo el mundo sabe, es lo que toca).
Es lo que hay
Arquetipos que vagan por mi psiquismo con más frecuencia que el resto (no los únicos, pero sí los más asiduos): La Gran Madre, Perséfone, Saturno-Cronos. A veces, juntos. Otras, por turno.
Es lo que hay.
Es lo que hay.
martes, 9 de octubre de 2012
Terapia regresiva: Una carga de profundidad
Me había matriculado en un taller vivencial de terapia regresiva.
Lo había hecho porque mi experiencia con una lectura de vidas pasadas, de la cual he hablado en este blog, me había dado materia suficiente como para cogerle respeto al tema, y como para necesitar profundizar en él.
También, porque el hombre que dirigía el taller, un médico de urgencias de la sanidad pública murciana cuya visión convencional del mundo se había hecho añicos a raíz de su encuentro con la regresión, exhalaba integridad por todos los poros.
Así que fui.
No voy a contar en detalle lo que me ocurrió. No voy a intentar transmitir la intensidad de dos días encerrada con ocho participantes, dos observadores, un terapeuta y un ayudante, dos días en los que el tiempo se alteró y donde asistí fascinada a lo que iba sucediendo, uno tras otro, a los seis que me precedieron en la experiencia de la regresión, para finalmente tenderme y... Me resulta difícil, aún ahora, y ante mí misma, dar crédito a la irrupción de un material -¿desde dónde?- en el cual una yo que no era la yo que creo ser (y que observaba, boquiabierta, desde un rincón del psiquismo), vivía, sufría y moría una vida que no es esta que conozco.
¿Reencarnación, encuentro con el inconsciente colectivo, construcción psíquica de una historia simbólica?
Lo ignoro. Pero me ocurrió, y le ocurrió a mis compañeros, y algo pasó en mí y en ellos.
Algo que sigue operando. Una carga de profundidad.
De lo que no me cabe duda es de la enorme potencia terapéutica del procedimiento.
Así que me he inscrito en la formación de terapeutas en Terapia Regresiva.
Es, puede ser, usada con pulcritud y prudencia, una herramienta formidable de autoconocimiento y sanación.
Quiero poder utilizarla, en beneficio propio, de los que amo y de quienes necesiten asomarse honestamente a su interior con una profundidad nueva.
Lo había hecho porque mi experiencia con una lectura de vidas pasadas, de la cual he hablado en este blog, me había dado materia suficiente como para cogerle respeto al tema, y como para necesitar profundizar en él.
También, porque el hombre que dirigía el taller, un médico de urgencias de la sanidad pública murciana cuya visión convencional del mundo se había hecho añicos a raíz de su encuentro con la regresión, exhalaba integridad por todos los poros.
Así que fui.
No voy a contar en detalle lo que me ocurrió. No voy a intentar transmitir la intensidad de dos días encerrada con ocho participantes, dos observadores, un terapeuta y un ayudante, dos días en los que el tiempo se alteró y donde asistí fascinada a lo que iba sucediendo, uno tras otro, a los seis que me precedieron en la experiencia de la regresión, para finalmente tenderme y... Me resulta difícil, aún ahora, y ante mí misma, dar crédito a la irrupción de un material -¿desde dónde?- en el cual una yo que no era la yo que creo ser (y que observaba, boquiabierta, desde un rincón del psiquismo), vivía, sufría y moría una vida que no es esta que conozco.
¿Reencarnación, encuentro con el inconsciente colectivo, construcción psíquica de una historia simbólica?
Lo ignoro. Pero me ocurrió, y le ocurrió a mis compañeros, y algo pasó en mí y en ellos.
Algo que sigue operando. Una carga de profundidad.
De lo que no me cabe duda es de la enorme potencia terapéutica del procedimiento.
Así que me he inscrito en la formación de terapeutas en Terapia Regresiva.
Es, puede ser, usada con pulcritud y prudencia, una herramienta formidable de autoconocimiento y sanación.
Quiero poder utilizarla, en beneficio propio, de los que amo y de quienes necesiten asomarse honestamente a su interior con una profundidad nueva.
viernes, 5 de octubre de 2012
jueves, 4 de octubre de 2012
Hermoso Leonard Cohen (The darkness)
La pausa de una voz sabia y grave
Leonard Cohen detiene el tiempo en su primer concierto en España con una actuación detallista y sobria
Luis Hidalgo Barcelona 4 OCT 2012 - 01:19 CET16 (Fuente: El País)
Leonard Cohen, durante su concierto de anoche en Barcelona en el Palau Sant Jordi. / MARCEL·LÍ SÀENZ
"Prisa, angustia y ruido. Bocinas, humo y desasosiego. Más prisa, el teléfono escupe un mensaje y más allá se escucha el tono de otro que reclama con estridencia la atención de su propietario. Velocidad. Más velocidad. Entonces aparece un señor vestido de gris, sin corbata, con un sombrero Borsalino rematando su estampa. Era Leonard Cohen. Todo se paró entonces, el tiempo pareció detenerse y nada recordó la sociedad febril que quedaba fuera del recinto. Se obraba el milagro, lo en apariencia imposible. Varios miles de personas quedaron pendientes de su figura, la de un hombre casi octogenario que susurraba con una voz honda que parece nació para pronunciar sólo palabras sabias. Eran las 21.25 de la noche y el barcelonés Palau Sant Jordi fue testigo de este súbito enmudecimiento de la agitación exterior. Leonard Cohen iniciaba el primero de sus dos conciertos en España, lo asombroso se repetirá mañana en Madrid, y ayer hasta los relojes parecieron abandonar su metódico tic-tac. El maestro imponía respeto hasta a las maquinarias. Lo humano palpitó."
The Darkness (Barcelona 2012)
I caught the darkness
It was drinking from your cup
I got the darkness
From your little golden cup
I said is this contagious?
You said 'just drink it up'
I've got no future
I know my days are few
The present's not so pleasant
Just a lot of things to do
I thought the past would last me
But the darkness got that too
I should have seen it coming
It was right behind your eyes
You were young and it was summer
I just had to take a dive
Winning you was easy
But the darkness was the prize
I don't smoke no cigarette
I don't drink no alcohol
I ain't had no loving yet
But that's always been your call
And nothing but the darkness
Makes any sense to me at all
I used to love the rainbow
And i used to love the view
I love the early morning
I pretend that it was new
But i caught the darkness
And i got it worse than you
I caught the darkness
I caught the darkness
It was drinking from your cup
I said is this contagious?
You said 'just drink it up'
miércoles, 3 de octubre de 2012
¿Ciudades inhabitables?
Lo inhabitable, señores míos, es el país que vds. nos quieren imponer.
Ese que externaliza el paisaje interno de vuestras señorías.
Ese que da miedo.
Y asco.
Y cólera.
Ese que duele.
Ese que externaliza el paisaje interno de vuestras señorías.
Ese que da miedo.
Y asco.
Y cólera.
Ese que duele.
Hay que pararlos: Quieren criminalizar la protesta
Firma y difunde.
Ya tuvimos una dictadura.
No permitamos otra.
Queridos amigos y amigas en España,
El gobierno está preparando una nueva ley que podría convertirnos a muchos en criminales, imponiendo severos castigos incluso por la convocatoria o mera difusión de sentadas pacíficas u otras acciones no violentas. Solo un clamor ciudadano sin precedentes puede frenar este ataque a nuestro derecho a reunirnos y protestar pacíficamente -- firma la petición y compártela con todo el mundo:
En estos momentos, el gobierno está preparando una nueva ley que podría convertirnos a muchos en criminales de la noche a la mañana. Solo un clamor ciudadano sin precedentes puede frenar este ataque al corazón de nuestra democracia.
Con la excusa de combatir algunos incidentes violentos aislados durante manifestaciones contra la corrupción y los brutales recortes, el gobierno está impulsando una reforma que podría criminalizar ciertos actos de protesta pacíficos -- ¡incluyendo la invitación a participar en dichas acciones a través de redes sociales como Facebook! No hay tiempo que perder. El gobierno sabe que no puede permitirse un mayor desgaste frente a la opinión pública, y una enorme presión ciudadana puede hacerles abandonar sus planes antes de que la ley llegue al Parlamento.
Firma la petición pidiéndoles al Presidente Rajoy y al Ministro Gallardón que garanticen nuestro derecho a reunirnos y protestar pacíficamente -- cuando alcancemos las 200.000 firmas entregaremos nuestro mensaje en un muro móvil con el nombre de todos los firmantes por las calles de Madrid:
http://www.avaaz.org/es/protestar_no_es_criminal_10/?bSMiObb&v=18330
Durante el último año y medio, millones de ciudadanos se han manifestado pacíficamente en todo el país contra la corrupción, el fraude fiscal, las estafas bancarias, y las mentiras de los líderes políticos que están despedazando nuestros derechos y servicios públicos. Pero en lugar de actuar contra los culpables, el gobierno busca silenciar a los que les señalan con el dedo.
El borrador de anteproyecto de ley al que AVAAZ ha tenido acceso confirma que el gobierno busca darle otra vuelta de tuerca a la ciudadanía. Es especialmente alarmante la posible modificación del artículo 559 del Código Penal, que podría suponer penas de prisión para la convocatoria o difusión a través de email, facebook o twitter de una sentada no violenta o una "performance" humorística contra la corrupción o el fraude, si las autoridades considerasen que se habían producido desórdenes públicos, como cortes de tráfico.
Más allá de posicionamientos partidistas, nos encontramos ante una peligrosa amenaza contra el libre ejercicio de nuestros derechos. Destacadas asociaciones de jueces y abogados han criticado la desproporcionalidad de estos castigos y la inseguridad jurídica que crearía para los ciudadanos en general y para organizaciones de campañas como Avaaz.
Ahora, el anteproyecto de ley se encuentra en fase de preparación, y una enorme protesta pública podría arrojar luz sobre esta descabellada reforma legislativa y forzar a los líderes del PP a retirarla antes de su tramitación parlamentaria. Alcemos nuestras voces en contra de esta siniestra amenaza más propia de una dictadura -- firma la petición y compártela con todos tus amigos:
http://www.avaaz.org/es/protestar_no_es_criminal_10/?bSMiObb&v=18330
Miembros de Avaaz en Brazil, Italia y en otros lugares del mundo han luchado, y logrado importantes victorias legislativas, contra la corrupción, la censura y el abuso de poder. No permitamos aquí este tremendo hachazo a nuestro derecho de expresión y de reunión, pilares de nuestra democracia.
Con esperanza y determinación,
Luis, Alex, Patricia, Laura, Alice, Ricken, Pascal y el resto del equipo de Avaaz
MÁS INFORMACIÓN
Código Penal Gallardón: la criminalización de la resistencia social (El Diario):
http://www.eldiario.es/zonacritica/Codigo-Penal-Gallardon-criminalizacion-resistencia_6_48705170.html
El Gobierno planea restringir el derecho de manifestación (Público):
http://www.publico.es/espana/443289/cifuentes-aboga-por-cambiar-la-ley-para-modular-el-derecho-de-manifestacion
Asociación Libre de Abogados reclama el cese inmediato de la criminalización de activistas del 25S (ALA):
http://ala.org.es/ala-reclama-el-cese-inmediato-de-la-criminalizacion-de-activistas-del-25s/
Protestar no es un crimen, blog 3500 millones (El País):
http://blogs.elpais.com/3500-millones/2012/10/protestar-no-es-crimen.html#more
Jueces para la Democracia acusa a la Delegación del Gobierno en Madrid de "criminalizar" el 25S y coartar "derechos fundamentales" (Jueces para la Democracia):
http://www.juecesdemocracia.es/txtComunicados/2012/22septiembre12.htm
Borrador de Anteproyecto de Ley Orgánica por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal:
http://www.ub.edu/dpenal/CP_REFORMA_17_7_12.pdf
"Fui a decirles que están gobernando de espaldas al pueblo", José Cosín, abogado detenido el 25-S (ElDiario.es):
http://www.eldiario.es/sociedad/autentica-persecucion-politica_0_52495129.html
martes, 2 de octubre de 2012
Lo que faltaba
El Gobierno plantea tocar la ley para “modular” el derecho de manifestación
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, sugiere cambios legales para racionalizar el uso del espacio público y que las ciudades no se conviertan en "inhabitables"Sesión continua
A veces (muchas veces) tengo la impresión de estar viendo, una y otra vez, la misma película.
Y cansa.
Y cansa.
lunes, 1 de octubre de 2012
La gran estafa
La gran estafa: el Presupuesto de 2013
Por Vicenç Navarro
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra
Estos últimos días de septiembre ocurrieron cuatro hechos que definen con toda claridad la raíz del problema al que España se enfrenta.
1º. Primer hecho: La presentación del Presupuesto del estado para el 2013.
Uno fue la presentación del presupuesto por parte del Gobierno español en el que se indica que el Estado tendrá que pagar casi 40.000 millones de euros a los acreedores (la mayoría bancos extranjeros y españoles) para cubrir lo que se les debe como consecuencia de tener que abonarles los intereses de la deuda pública española que poseen. Esta elevada cantidad se debe a los altos intereses de tal deuda, consecuencia, en gran parte, no de la especulación de los mercados financieros –como constante y erróneamente se asume en los medios donde la sabiduría convencional se reproduce– sino de la oposición del Banco Central Europeo a comprar deuda pública en los mercados primarios, es decir, directamente al Estado español, como hace cualquier Banco Central digno de su nombre (tal como el Federal Reserve Board de EEUU, el Banco de Inglaterra en Gran Bretaña o el Banco de Japón). Los máximos beneficiarios de estos pagos del Estado a los acreedores son los bancos españoles y europeos (entre los cuales sobresalen los alemanes que tienen una excesiva dimensión, influencia y protagonismo en las instituciones de la Eurozona) que recibieron prestado dinero del mismo BCE a unos intereses por debajo de un 1%, con el cual compraron deuda pública española a unos intereses del 6% y el 7%.
Sobre el Banco Central Europeo.
Un negocio redondo para tales instituciones financieras, que consiguieron gracias a la ayuda del BCE, que no es un banco central sino un lobby de la banca y muy en especial de la banca alemana. A aquellos que consideren el término lobby una exageración les aconsejo que lean, no ya las actas del BCE (que son secretas) sino las publicaciones de tal institución. Y verán si dicho término es o no adecuado para definir el BCE, el mayor promotor hoy en la Eurozona de las políticas de austeridad (austeridad, por cierto, que no aplica a su propio comportamiento, pues acaba de estrenar una sede exuberante en Frankfurt que ha costado seis veces más de lo inicialmente calculado y que albergará a los funcionarios mejor pagados del establishment público europeo). En tales boletines, la defensa de los intereses de la banca es central en la percepción de lo que el BCE considera ser su función. Tal defensa se viste con el traje de que “su misión es controlar la inflación”. En esta defensa de sus intereses, irán a extremos que van desde desmantelar la Seguridad Social en España, hasta recuperar la semana laboral de seis días. Es, como bien dice Noam Chomsky, la lucha de clases unilateral de una minoría –la banca– en contra de todos los demás.
El poder de la banca: el endeudamiento de España.
Esta deuda, sin embargo, está basada, en parte, en la enorme influencia de la banca no solo sobre el BCE sino también sobre el Estado español. Hoy, la influencia de la banca sobre la sociedad española rebasa cualquier límite tolerable en un sistema democrático. Todos –desde los partidos políticos, a la prensa, las empresas y las familias– están enormemente endeudados con la banca. La actitud tan poco crítica de los medios de información hacia el comportamiento de la banca y su dominio de la vida política y mediática del país se basa precisamente en este hecho. En lugar de denunciar esta relación obvia entre las instituciones financieras y las instituciones políticas, los medios de mayor difusión y los partidos mayoritarios atribuyen el endeudamiento al comportamiento supuestamente irresponsable de las familias, de las pequeñas y medianas empresas (las grandes tienen ya más dinero de lo que necesitan para invertir) y del Estado. Es lo que se llama en inglés, el “victim blaming”, es decir responsabilizar a la víctima de su propia tragedia.
En tal argumentación se ignoran y/u ocultan varios hechos:
1º. El endeudamiento de las familias se debe a la disminución de su capacidad adquisitiva, resultado del descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta total del país, descenso que ha sido mucho más acentuado durante los últimos años debido a las reformas laborales y a la disminución salarial que tales reformas intentaron y alcanzaron exitosamente.
2º. El endeudamiento de las medianas y pequeñas empresas se debe, en parte, al descenso de la demanda de sus productos y servicios, consecuencia de la disminución de la capacidad adquisitiva de las clases populares y también a la gran carestía del crédito, resultado de la desviación de la actividad crediticia de la banca hacia actividades especulativas más rentables como las inversiones inmobiliarias, habiéndose establecido el maridaje banca-sector inmobiliario que llevó al desastre.
3º. El endeudamiento del estado se debe a las políticas fiscales regresivas que han beneficiado sistemáticamente a las rentas del capital y a las rentas superiores a costa de las rentas del trabajo. Esta regresividad explica la gran pobreza del estado (los ingresos al estado español son los más bajos de la UE-15, un 31% del PIB, comparado con un 44% en el promedio de la UE-15 y un 54% en Suecia). Y este problema se acentuó todavía más mediante las reformas fiscales regresivas aprobadas en el momento de expansión económica (estimulada por la burbuja inmobiliaria). Así, como resultado de la reforma tributaria del 2006, el estado dejó de recoger en 2008 19.600 millones de euros (según los datos del Servicio de Estudios y Estadísticas Fiscales del Ministerio de Economía y Finanzas). Los impuestos sobre el capital descendieron un 39% y los de las rentas superiores un 11%.
Sobre el sistema tributario español:
España no se hubiera endeudado tanto si hubiera tenido un sistema tributario más justo y más avanzado. La bajada de impuestos explica que el estado tuviera que pedir prestado a los bancos para cubrir el agujero creado en sus arcas precisamente como consecuencia de la bajada de impuestos a las rentas del capital y rentas superiores. Como resultado de esta situación, el estado, además de bajarles los impuestos a los súper ricos, ahora les paga unos intereses muy altos, a través de los bancos, por los bonos que han comprado con el dinero conseguido en los recortes de impuestos. Otro negocio más que redondo, para el beneficio primordialmente de lo que se llamaba burguesía financiera y los súper ricos.
Pero esta enorme necesidad de endeudamiento fue una gran golosina, no sólo para la banca española sino también para la banca europea y, muy en especial, la banca alemana. De ahí que la banca alemana tenga hoy casi 200.000 millones de euros prestados en el territorio español, tanto en deuda pública como privada. Y está hoy muy preocupada pues el estallido de la burbuja inmobiliaria (a la que contribuyó en gran medida a que se inflara) puede arrasar toda la banca, incluida la alemana.
2º. Segundo hecho: El llamado rescate al sistema bancario.
Lo cual me lleva al segundo hecho acaecido el 28 de septiembre. La decisión del gobierno español de pedir el rescate a la banca, mediante el préstamo de 40.000 millones de euros (casi la misma cifra que el estado español tendrá que pagar a la banca por la deuda), para asegurarse lo que se llama “la viabilidad del sistema bancario español”, a lo que tendría que haberse añadido “y de la banca alemana”. Es decir que el estado pide dinero (que tendrá que devolver el propio estado, pagado por el ciudadano español) a las autoridades de la eurozona, donde la banca alemana es muy influyente, para ayudar a la banca, asegurándose así que no quiebre y que se pague a la banca alemana (entre otras). Como bien dijo el asesor económico al gobierno alemán, el Sr. Peter Bofinger, en su comentario sobre la aprobación de 100.000 millones de euros para el rescate a la banca española “Esta ayuda no es a estos países en problemas (como España) sino a nuestros propios bancos que poseen una gran cantidad de deuda privada en estos países”.
3º. Tercer hecho. Las condiciones leoninas del rescate: el presupuesto del Estado
Este rescate se hace en condiciones leoninas que tendrán que pagar las clases populares a base de enormes sacrificios y recortes, incluidos los recortes que recoge el presupuesto propuesto por el gobierno el día 27 de septiembre, el tercer hecho digno de mención. La falta de medidas de protección de la capacidad adquisitiva de los pensionistas y de los desempleados es un ejemplo más de la insensibilidad social del presupuesto que aparece con toda intensidad en los recortes de gasto público social y disminución muy notable de la protección social. Su brutalidad queda demostrada en que incluso la Troika indicó que las medidas tomadas por el gobierno iban incluso más allá de lo que la propia Troika les exigía. El gobierno español ha sido siempre el alumno aventajado del establishment neoliberal que domina las estructuras de la gobernanza de la eurozona.
Hay Alternativas.
Y todas estas políticas se presentan como las únicas posibles, negando y ocultando la evidencia fácilmente accesible de que sí las hay.
<-El BCE podría actuar, por ejemplo, como un banco central, con el objetivo de estimular la economía y no sólo controlar la inflación.
<-El estado español podría haber tenido ya en anteriores presupuestos y en los actuales una política fiscal mucho más progresiva, de manera que en lugar de recortar las pensiones (para conseguir 1.200 millones de euros):
-podría haber mantenido el impuesto de patrimonio (consiguiendo 2.100 millones)
-o anulado la bajada del impuesto de sucesiones (consiguiendo 2.552 millones)
-o anulado la bajada de impuestos a las personas que ingresen más de 120.000 euros al año (consiguiendo 2.500 millones).
-O en lugar de recortar 6.000 millones en sanidad, podrían haber anulado la bajada del impuesto de sociedades de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (y que representan sólo el 0,12% de todas las empresas), consiguiendo con ello 5.300 millones.
-O en lugar de recortar 200 millones a los servicios de atención a las personas con dependencias, podrían haber eliminado el subsidio del estado a la Iglesia Católica para que enseñe religión católica en las escuelas públicas del estado.
Y así una larga, larga lista mostrando que sí que hay alternativas, como Juan Torres, Alberto Garzón y yo hemos documentado en el libro Hay alternativas.
Y el estado español podría dejar colapsar bancos en España (Bankia es un caso claro), estableciendo bancas públicas o subvencionando cooperativas de crédito que lo garanticen. El rescate financiero es una ayuda más a la banca y a las rentas superiores que son los mayores accionistas de tales bancos, sin que se garantice el crédito. Hoy el obstáculo mayor al ofrecimiento de crédito es la banca, cuyo poder en España es único en la UE y en la OCDE. Lo que ocurre con los desahucios es un escándalo sin paralelo en otros países.
Estos tres hechos ocurridos al final de septiembre son indicadores del enorme poder de una minoría que está consiguiendo lo que siempre desearon: la destrucción de los sindicatos, la eliminación de la protección social, la bajada de salarios y la desaparición del estado del bienestar.
3º. Cuarto hecho. Las movilizaciones ciudadanas.
Permítanme que añada otro hecho digno de mención. El cuarto hecho: las movilizaciones del movimiento 15-M y otros movimientos para denunciar al Congreso, en Madrid. Fue sabio de este movimiento renunciar a la ocupación del congreso. Pero fue digno de ser aplaudido que intentaran denunciar lo que estaba ocurriendo dentro de él, pues los otros tres hechos son un indicador de la violación a la democracia que está ocurriendo en España. Ninguna de tales políticas traducidas en aquellos tres hechos tiene un mandato popular. Hoy, la mayoría del Congreso es un instrumento que claramente ni representa ni está al servicio de la mayoría de la población española. Sus políticas no han sido aprobadas por la ciudadanía española.
No son los que se manifiestan los que están atacando a la democracia sino los que están dentro (refiriéndome a los partidos que están aprobando tales políticas sin mandato popular) que están violando la democracia.
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