El paso
de los días
va desatando nudos,
desgastando,
hilo a hilo,
la fuerza de las cuerdas,
alisando
la cabellera enmarañada
de los recuerdos.
Corren las horas,
las semanas,
los dientes implacables
de la fiera del tiempo,
atravesando carne,
sangre, nervio,
los puentes hechos de miradas,
los caminos
de caricias antiguas,
las puertas
del deseo,
consumiendo
la tibia consistencia
de lo que nos unía.
A.S.