Tengo
una hija perdida por Europa,
que no manda un correo
ni por casualidad.
Un hijo
a punto de irse a Estonia,
a "estudiar" en estonio,
-si yo
o su padre
le arreglamos
los jodidos papeles,
que él
pa qué va a preocuparse-,
una madre
que pide
y pide y pide y pide
y no para
de ir de médico en médico
cogida
de mi brazo,
que no para
de quejarse del mundo,
de su vida,
de sus ochenta años,
como si Dios y yo
tuviéramos la culpa.
Tengo pacientes
infinitos,
burrocracia
a puñados
y muchas otras cosas
que prefiero callarme.
Tengo
unas ganas de muerte
de coger la maleta,
una puta maleta, baby,
con un par de vaqueros,
otro de camisetas,
un plumas
-el de siempre-
y la jodida visa.
Tengo
unas ganas inmensas
de desaparecer
camino de algún sitio.
De algún sitio tranquilo
donde no me conozcan, baby,
donde no me conozca
ni San Dios.
(¡Ah!, y además,
por si faltara algo,
me he tirado al tabaco.
Again.)
A.S.