Tanto tiempo de aridez y sequía.
Tanto tiempo deseando el agua.
Y, al fin, anoche, mirando las cataratas desplomarse desde las nubes, y la violencia de látigo de los rayos, pensaba que, en esta parte del mundo, el cielo y la tierra hacen el amor pocas veces.
Tal vez por eso, cuando se aman... cruje el misterio.
"Amores reñidos, amores queridos."
Dice el refrán.