(A C.)
Hay
una desnudez
más
radical.
Hay
un camino
que atraviesa la llama,
que atraviesa
la puerta fulgurante,
que te devuelve
a orillas
de la vida
despojada
de toda
vestidura,
inconcebiblemente
expuesta,
poderosa
en tu esencial
pobreza,
invulnerable
en la plenitud
de tu pérdida,
en la diamantina
pureza
de tu
mirada.
A.S.