Enero y frío.
La ligera nevada de la semana pasada ha humedecido el campo, que sigue envuelto en la introversión del invierno.
Pero los romerales aparecen cubiertos de pequeños botones hinchados, y en las solanas, algunas plantas primerizas se atreven a sacar una pocas flores azules.
Bajo las nubes grises, los buitres escrutan, impasibles, el paisaje.