Anoche, eso se soltó. se desprendió y se reconoció a sí mismo.
Hoy, la mente trata de entender qué pasó.
Esa mente que surge en aquéllo que se desprendió de la identificación con ella.
No importa.
Comienza un nuevo proceso, y como un castillo de arena alcanzado por las olas, todo lo que yo creía que era mi mundo ha empezado a desmoronarse, a disolverse.
Lo que yo crea no tiene demasiada importancia.
Ahora no.
Pero hay trabajo que hacer.
Que se irá haciendo.