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martes, 18 de octubre de 2011

Una respuesta a la pregunta : "Y ahora ¿a quién coño votamos?"

Como recordareis, en el post anterior yo me preguntaba y preguntaba al mundo en general: "Y, ahora ¿a quién coño votamos?" Y pedía sugerencias. Aquí va una, de un lector del blog. La publico, no porque sea eso lo que yo haya decidido hacer (aún no sé lo que voy a hacer), sino porque creo que vale la pena conocer y reflexionar sobre las nuevas propuestas que están surgiendo.
Son tiempos nuevos, y en ellos cosas nuevas veremos.


"Hola. Estoy suscrito a tu blog y me lo miro semanalmente. Como quiera que he visto que admites sugerencias que respondan a la pregunta y ¿ahora a quién coño votamos? pues aquí va la mía, especialmente indicada para aquellas personas que no saben a quién coño votar. Ese era mi caso hace poco más de un año. Estuve a punto de votar en blanco, o sea sobre sin papeleta, cuando descubrí una propuesta que ahora hago mía y difundo. Se trata de votar a Escaños en Blanco (Escons en Blanc en Cataluña) allá dónde hallan podido presentarse -no lo han conseguido en todas las provincias pues la nueva ley electoral pide 35.000 firmas recogidas avalando al partido en cuestión, si es que nunca obtuvo representación en las Cortes, como es el caso de la mayoría de los partidos que se presentan. Concretando: si te abstienes o votas en blanco (sobre vacío)o votas nulo, esto favorece a los partidos grandes a la hora de computar los votos (ley d'Hondt, vigente en España) con lo que al final les votas a ellos. En este caso considero que lo mejor es votar a Escaños en Blanco. Este partido, con el que simpatizo, propone: dejar el escaño vacío si se obtiene algún diputado o senador, o sea no tomar el acta de diputado o senador electo y, por tanto, no cobrar el sueldo correspondiente, ni subvención, ni ocupar el escaño. Ya se ha hecho a nivel de elecciones municipales. En Cataluña se consiguió en dos pueblos y se dejó el escaño vacío. Todo esto para vergüenza del resto de representantes elegidos y para escarnio de los partidos establecidos en el sistema, que dan la impresión de que lo que les importa de verdad es su poltrona, con las prebendas que ello conlleva. Es una manera de no desperdiciar el voto, de no favorecer a los partidos grandes y de dar un toque de atención al establishment."