aenlibertad@gmail.com



Nuevo blog:

POEMAS Y TEXTOS (nombrando paisajes, misterios y silencios) ameliadesola.blogspot.com.es



miércoles, 12 de octubre de 2011

A la manera kantiana

Los opuestos, bien y mal incluídos, son producto de la forma de categorización humana, es decir, de una rejilla a priori tendida por nuestra peculiar estructura mental, sobre una realidad (un noumeno) que nada sabe de esas distinciones. De hecho, bien y mal sólo tienen sentido desde una perspectiva humana. Ni la naturaleza ni Dios, si se puede emplear este lenguaje, se ocupan de esa división en dos de lo que, sencillamente, es como es (y vaya vd. a saber cómo es).

En cuanto a la moral, pertenece igualmente al universo humano, a ese ensayo cósmico que somos, para (tal vez) superar la forma de funcionar de la evolución ciega, la "naturaleza roja de sangre y dientes" de Darwin, por una forma más avanzada y consciente de funcionamiento (para la naturaleza y/o Dios, como mucho, simplemente nueva. Lo de "más avanzada y consciente" sigue siendo una distinción humana.)

Aunque los sociobiólogos lo explicarían de otra manera, y (también) tendrían razón.