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martes, 18 de octubre de 2011

Para reflexionar: Acerca de la Revolucion Francesa y lo que puede ser que nos espere

LA ESTRUCTURA DE UNA REVOLUCIÓN (Y EL QUE TENGA OÍDOS PARA OÍR, QUE OIGA)

"La revuelta de los privilegiados

La protagonizaron la aristocracia y el clero que se opusieron a las propuestas del ministro de Luis XVI, Calonne. Éste para evitar la bancarrota de la Hacienda proyectó una reforma fiscal que incorporaba como contribuyentes a los privilegiados.
Reunidos en una Asamblea de Notables, integrada por príncipes, grandes nobles y altos dignatarios eclesiásticos, los dos grupos privilegiados se opusieron frontalmente a las pretensiones de Calonne y solicitaron al rey la convocatoria de los Estados Generales, una asamblea en la que también tenía representación el Estado Llano.

Los Estados Generales (1789)

Se reunieron en Versalles el 5 de mayo de 1789 con el propósito de solventar el problema financiero. En la práctica sirvieron de plataforma para que el Estado Llano pidiese reformas políticas radicales, canalizando dichas demandas mediante los llamados “Cuadernos de Quejas”.

El Estado Llano, que contaba con un número de componentes que igualaba al de los otros dos juntos, planteó que las votaciones se hiciesen individualmente, es decir, cada diputado un voto y no por estamentos, a lo que tanto la nobleza como el clero se negaron. Ante tal rechazo, los representantes del Tercer Estado optaron por reunirse separadamente, lo que realizaron en forma de Asamblea Nacional en un frontón (juego de pelota) ante la imposibilidad de hacerlo en la Cámara que había sido cerrada por orden real.

La Asamblea Nacional y la Asamblea Constituyente (1789-1791)

Frente a las presiones para que la Asamblea Nacional se disolviese, el 20 de junio de 1789 los diputados juraron no hacerlo hasta elaborar una Constitución para Francia (Juramento del Juego de Pelota) . Desde ese instante la Asamblea Nacional se transformó en Asamblea Constituyente. A los intentos del monarca por reprimir una insubordinación que cuestionaba el orden establecido respondió el pueblo de París con el Asalto a la Bastilla (14 de julio). Las revueltas se extendieron rápidamente por todo el territorio francés.

La Asamblea Constituyente realizó la siguiente labor:

1. Abolió los privilegios feudales y la sociedad estamental.

2. Declaró los Derechos del Hombre y del ciudadano, la soberanía nacional, la libertad e igualdad de los hombres, principios que se formalizaron en la primera constitución francesa, cuyo precedente inmediato fue la estadounidense de 1787.

3. Redactó la Constitución Civil del Clero, que suponía la formación de una Iglesia nacional desgajada de la obediencia del Papa. Esta medida provocó la consiguiente división del clero en dos sectores: los “juramentados” (que se atuvieron a la norma) y los “refractarios” (reacios a acatarla).

4. Promulgó la Constitución de 1791, ley fundamental que organizaba la vida de Francia y en la que se contempló la soberanía nacional, la división de poderes y el sufragio censitario.

La Asamblea Nacional ponía la Revolución en manos de los sectores moderados, los girondinos. Con ella Francia dejó de ser una monarquía absoluta y se organizó como una monarquía de carácter limitado y constitucional.

La Asamblea Legislativa (1791-1792)

De acuerdo con la Constitución de 1791 se configuró una nueva Asamblea, que habría de trabajar junto al rey en la elaboración nuevas leyes. Durante ese período tuvieron lugar una serie de hechos que radicalizaron la revolución:

En el exterior:

Tras la aprobación de la Constitución del Clero, el rey intentó huir a Austria (2 de junio de 1791).
Descubierto en Varennes fue obligado a regresar a París, quedando en entredicho su lealtad, pero también afectando negativamene a las iniciativas de los miembros más moderados de la Asamblea Constituyente y a la propia Constitución monárquica
de 1791.

Como reacción, las potencias absolutistas encabezadas por Austria y Prusia (Declaración de Pillnitz) decidieron intervenir en ayuda del monarca francés. La Asamblea Legislativa, dominada por los girondinos (republicanos moderados), declaró la guerra a Austria (1792), en tanto que los jacobinos (republicanos radicales) discrepaban de la decisión pues suponía una internacionalización de la Revolución que en principio no deseaban.

En el interior:

Se desencadenó la escisión del frente revolucionario. Esta división se vio propiciada por los iniciales reveses militares franceses en la primavera de 1792. Surgieron grupos radicales (como el de los Sans-Culottes) que reivindicaban cambios democráticos y sociales avanzados. El 10 de agosto instauraron en París una Comuna revolucionaria que destituyó y arrestó al rey procediendo a la sistemática persecución de sus seguidores. Se ponía fin de ese modo a la monarquía constituyente consagrada en la Constitución de 1791.

La Convención Nacional (1792-1794)

La Asamblea Legislativa fue reemplazada mediante sufragio universal por la Convención Nacional. Ésta abolió la monarquía e implantó una República.

La Convención contó en su seno con varias tendencias articuladas en los siguientes grupos:

Los Girondinos (Brissot). Representantes de la alta burguesía, partidarios de controlar con moderación el proceso revolucionario e incluso, pese su republicanismo, transigir con la monarquía. Constituyen la derecha revolucionaria.
Brissot

Los Jacobinos (Robespierre, Saint-Just). Representantes de la burguesía media. Apoyados por los sans-culottes (clases populares, artesanos y obreros) y la Comuna de París (eran centralistas), evolucionaron hacia posturas cada vez más radicales.

Los Cordeliers. Aún más exaltados que los jacobinos, eran los "cordeliers" (del cinturón de cuerda que integraba el hábito de los frailes en cuyo antiguo convento se reunían). Figuras destacadas de este grupo fueron Hébert, Danton y Marat.
Junto con los jacobinos integraban la llamada "Montaña", el grupo más intransigente de la revolución.

La Llanura (que comprendía la mayor parte de la Convención) fluctuaba entre ambos grupos.


Dos etapas configuraron este período:


La girondina (septiembre de 1792-junio de 1793). Mientras duró, la Convención estuvo dominada por los moderados girondinos. Se venció a los prusianos (Valmy), pero la presión de los radicales jacobinos forzó a la ejecución del rey (enero de 1793), lo que avivó la ofensiva europea, encabezada por Inglaterra.

La jacobina (junio de 1793-julio de 1794). En esta fase los más exaltados se hicieron con el poder desbancando a los girondinos, que fueron perseguidos y muchos de ellos ejecutados. Entre los nuevos dirigentes sobresalió la figura de Robespierre. El Comité de Salud Pública se convirtió en el verdadero órgano de gobierno de la Convención. A través de un Tribunal Revolucionario se implantó un “Régimen de Terror” durante el cual fueron guillotinadas más de 16.000 personas, entre ellas, incluso significados líderes nada moderados, como Danton o Hébert.

En julio de 1794 (mes de thermidor según el calendario revolucionario), un golpe de estado protagonizado por los diputados centristas (la Llanura) depuso a Robespierre y mandó ejecutarlo. El ascenso revolucionario quedó interrumpido y Francia se adentró en una etapa moderada.

El Directorio (1795-1799)

Tras la ejecución de Robespierre y de otros elementos jacobinos ("montañeses") la revolución se adentró en una fase moderada. Fue redactada una nueva Constitución, la de 1795, y se ensayó la fórmula del Directorio, así denominado porque el poder Ejecutivo quedaba en manos de 5 miembros (directores), en tanto que el Legislativo descansaba en dos Cámaras (Consejo de los Quinientos y el Senado).
Un militar de prestigio, Napoleón Bonaparte, se convirtió durante algún tiempo en el árbitro de la política, hasta que en noviembre de 1799 (brumario) decidió poner fin al sistema mediante un golpe de estado.

Significado de la Revolución Francesa

1. Fue la primera revolución política burguesa del continente europeo

Sus precedentes hay que buscarlos en la Revolución Inglesa del siglo XVII y en la Independencia de los Estados Unidos.

2. Supuso la implantación del liberalismo

Asestó un golpe decisivo al absolutismo monárquico que fue reemplazado por la soberanía nacional, el reparto de poderes y el reconocimiento de las libertades individuales.

3. Dotó a Francia de una nueva estructura de la propiedad agrícola

Aunque pervivieron las grandes propiedades agrarias (en manos de la burguesía), nació un nuevo tipo de explotación de tamaño medio en sustitución de los antiguos latifundios pertenecientes a la nobleza y al clero.

4. Constituyó un referente político e ideológico

Las futuras revoluciones burguesas que se desarrollan a lo largo del siglo XIX volverán sus ojos hacia ella. Sucedió así en las oleadas de 1820, 1830 y 1848 y en los procesos de independencia colonial que dieron origen a nuevos estados, como los de la América hispana.


NAPOLEÓN

El gobierno de Napoleón (1799-1815) encarnó la consolidación del nuevo estado francés heredero de la Revolución. Se asentó sobre un régimen personalista y autoritario que sin embargo difundiría los ideales revolucionarios mediante la ocupación de numerosos estados de Europa.

La labor de Napoleón se proyectó en los siguientes planos:

Napoleón. Plano interno

Para Francia el período napoleónico supuso la consolidación definitiva de la obra de la Revolución desde sus presupuestos más moderados.

A nivel político-jurídico, Napoleón afianzó las principales conquistas revolucionarias aunque eliminando sus aspectos más radicales y tendiendo a una cada vez mayor concentración de poder en su persona. Los pasos que siguió fueron: el Consulado (1799-1802), el Consulado Vitalicio (1802-1804) y, finalmente, el Imperio
(1804-1815). Se apoyó para ello en la alta burguesía y el ejército.
Sus realizaciones más notables se concretaron en la creación de una administración local de estructura centralizada, la organización judicial (los jueces fueron convertidos en funcionarios) y la reestructuración del aparato burocrático.
El resultado de esta política se materializó en su Código Civil (1804) que garantizaba la libertad individual, la igualdad ante la ley, la propiedad privada y la libertad económica.

A nivel social: La alta burguesía junto a sectores de la nobleza exiliada repatriada se convirtió en la clase dirigente de Francia en tanto que el campesinado conservó las ventajas alcanzadas tras las reformas de la Revolución.

A nivel ideológico: Hay que tener en cuenta dos aspectos contrapuestos:
Por un lado, Napoleón mantuvo muchos de los principios de la Revolución: liberalismo, soberanía nacional garantizada por sufragio universal, separación de poderes, subordinación del clero al Estado, fomento de la educación, etc.

Pero por otro, desvirtuó el sufragio universal, entorpeció la acción del cuerpo legislativo, la educación fue utilizada como un medio de control moral y político, los tribunales sufrieron una depuración (imposición de magistrados afectos al régimen), la libertad de prensa y de palabra se recortaron y la etiqueta cortesana al estilo de las monarquías absolutas fue recuperada. Finalmente, en materia religiosa Napoleón restableció las relaciones con el Vaticano (Concordato de 1801) y todos los obispos juramentados afectos a la Revolución fueron destituidos.

Plano internacional:

Napoleón persiguió la idea de una Europa unida bajo un mismo orden, caracterizado por la abolición de la sociedad estamental. Para poner en práctica dicho proyecto se embarcó en una política imperialista que liquidó bruscamente los reductos del Antiguo Régimen.

La política imperialista:

Para ejecutarla se valió de un moderno ejército que utilizando tácticas revolucionarias venció a cuantas coaliciones se le enfrentaron, esencialmente las integradas por Austria, Rusia y Prusia bajo la dirección de Inglaterra.

El resultado fue la formación de un extenso imperio bajo el liderazgo de Francia, organizado y regido personalmente, a través de familiares o militares de confianza, con la colaboración de las clases ilustradas de los países conquistados, en los que se promulgaron constituciones y códigos similares al francés."

(Fuente: Wikipedia)



Dado que, al parecer, la lucha de clases en este momento se ha internacionalizado, y se puede hablar de países privilegiados (entre ellos, pese a nuestra precariedad, nosotros) y países oprimidos (ya se sabe cuales), además de una especie de burguesia ascendente (los llamados "países emergentes"), yo diría que, al estar perdiendo privilegios los países tradicionalmente desarrollados (o sea, nosotros, entre ellos), podríamos estar asistiendo a una nueva edición de la "revuelta de los privilegiados", esta vez a nivel internacional.
El estudio de una revolución clásica, como la francesa, puede ilustrar muy bien la estructura de cualquier proceso revolucionario (sí, sí, también de las revoluciones a nivel de mundo interno, tanto individuales como colectivas, con las transposiciones correspondientes), y servir de pauta sobre lo que puede ser que se avecine.

Sobre el aspecto de los niveles de conciencia y su papel en todo este tinglado, otro día.