Además, el 18 de septiembre nos vamos de manifa.
Con Democracia Real Ya.
Para tomar las calles y que quede constancia de que no.
De que no son asi las cosas.
De que este secuestro de toda decencia y humanidad por parte de los mercados, mercaderes y mercachifles está profanando el templo.
El templo de lo humano.
El templo del ser.
Tengo ganas de salir a la calle.
A ver si me da, si nos da el aire.
De una puta vez.
(Y, el 15 de octubre, hay una convocatoria para tomar las calles a nivel mundial.
Gentes de todos los países, continentes y ciudades.
Nuestras calles.
Las calles de todos.
Por un mundo para todos.
Ahora.)