"...Sin embargo, el judaísmo difiere en un aspecto importante de otras vías no duales. Mientras que la mayoría de las tradiciones consideran que el conocimiento no dual es la sabiduría última -la última parada del camino o la enseñanza definitiva-, en la tradición mística judía, la no dualidad es el comienzo más que el final de la sabiduría. Los místicos judíos comienzan con lo chocante y se dirigen hacia lo ordinario. Así, la Cábala comienza, en lugar de terminar, con Ein Sof, y dedica la mayor parte de su atención a lo finito, a los sefirots y sus cualidades, al mundo y sus demandas. Y los contemplativos judíos dedican menos tiempo a establecer la no dualidad que a preguntar cuál es la mejor manera de vivir bajo su luz... ¿Cómo puede Ein Sof ser conocido en la mente, en el corazón y en el cuerpo del amante de la sabiduría?...
...Lo que queda cuando todo se ha sustraído es aquéllo a lo que los no dualistas se refieren cuando dicen "Dios". Los otros nombres también están bien. Fenómenos vacíos que se van desplegando, el juego divino, la red de Indra, el dharma, causas y condiciones, la sustancia de la naturaleza y sus leyes, la Shechinah y el Santo... YHVH... significa básicamente "Es".
Y ahora todo reaparece. El yo se manifiesta tal como lo hace, con sus talentos y sus neurosis. La brisa sigue soplando. Y Dios también aparece, medio protegido medio imaginado, pero aún así con un aroma de Presencia. Pero el Dios que reaparece aquí es un Dios con más máscaras que antes. En el esquema cabalístico, el término "Dios" sólo es uno de los diez sefirots o emanaciones del Uno hacia los muchos. Como nuestras personalidades, "Dios" es una máscara y una manera de hablar sobre el mundo, de nombrarlo. Según dice Daniel Matt "Dios es un nombre que le damos a la unidad de todas las cosas". A todo ello, no sólo al chocolate y a los días de verano, también al cáncer y a las prisiones. "Todo es uno" puede sonar como una frase trillada, pero de hecho es un desafío...
...Para mí, Ein Sof es la unidad de todo, pero "Dios" es el nombre que uso cuando "Ello" se convierte en "Tú", cuando el conocimiento se convierte en amor...
...Ein Sof que es al mismo tiempo Muchos y Uno, Dios oculto y Shechina manifestada, y siendo ambos, es Nada o Ayin...
...La no dualidad no es únicamente unidad. Es unidad en la dualidad, lo extraordinario en lo ordinario... ¿es una mera coincidencia que tantos de estos símbolos de las religiones del mundo se basen en esta coincidencia de opuestos? la cruz del cielo y la tierra, la estrella de seis puntas y el símbolo del yin y el yang. ¿Hacia qué apunta su unión? ¡Si sólo dejaras de verte con tus propios ojos! Tú, con tus neurosis, sombras y heridas... tú eres eso. Este momento de tu experiencia es Dios disfrazado de ti. Como fenómeno vivido, la experiencia de este esquema es de ratzo v´shov, de correr y retornar. Ésta no es una experiencia de proporción áurea aristotélica, o de un sentido del equilibrio vacuo, sino de trascendencia de las dualidades para incluir sus dos lados. A veces experimentamos la vida como el ego nos dice que debemos: como un yo separado, con límites que han de ser defendidos y necesidades que satisfacer. Otras veces vemos que este ego es como un programa de ordenador, operando en función de causas y condiciones, tal como el trillón de programas maravillosos que se ejecutan a nuestro alrededor en todo momento. En ocasiones consideramos la no dualidad desde la perspectiva de la espiritualidad basada en la tierra: a veces nos sentimos uno con todo, parte de la gran danza cósmica, del ciclo de nacimiento y muerte, y otras veces nos deleitamos en nuestra singularidad, en nuestra humanidad, en nuestro sexo y en nuestras alegrías. A lo largo del camino no buscamos un punto medio, en parte divino y en parte humano, sino más bien una oscilación brillante entre los polos del todo y la nada, de la separación y la unión.
Gradualmente, los estados mentales de la espiritualidad, incluso los más elevados, se van haciendo menos urgentes a medida que dios se hace más transparente... Una cosa y la otra, ni una cosa ni la otra. La totalidad, el vacío y la forma, ceder y luchar. Dualidad y no dualidad son la dualidad última...
...La contemplación revela la verdad de las cosas, el éxtasis proporciona la experiencia emocional y unitiva de esa verdad, y la acción ritual y ética hace que la verdad se manifieste en todos los aspectos de la vida... estos tres aspectos... unenla mente con Dios, permiten a Dios unirse consigo mismo y extienden la luz de Ein Sof por toda la existencia, sin dejar nada fuera...
...Me tomo en serio la posibilidad de una auténtica conciencia religiosa, y no trato de reducirla completamente a otra cosa. Y no la acallo... Si aspiramos a las alturas de Baal Shem Tov, de Ramakrishna, de Buber o de Abraham Joshua Heschel -y no hay ninguna razón por la que no debiéramos hacerlo- entonces tenemos que rechazar esos esfuerzos por divorciar el corazón de la cabeza, el espíritu de la materia... esas separaciones no tienen sentido en absoluto. e incluso en la esfera de lo relativo reducen nuestra humanidad, y por extensión el despliegue de intimidad del Uno que ha elegido danzar dentro de nosotros. Habiendo anhelado ese cortejo y su eventual consumación, Ello ha tomado la vestidura de la multiplicidad. Encontremos la alegría que Él y nosotros merecemos..."
(Jay Michaelson. Todo es Dios. La corriente radical del judaísmo no dual. Ed. Gaia)