-Esto empieza lentamente y acabará en violencia,
cuando la gente se dé cuenta de que tendrá que pagar hasta cuando vaya en
ambulancia, que también pagaremos, por una autovía.
No sé en qué acabará esto, ni si mi amigo tendrá
razón o no, pero me siento, además de triste, con una sensación de ultraje
moral por lo que se está haciendo. Por lo que se le está haciendo a los más
débiles.
A los parados, a los inmigrantes, a los ancianos.
Y a la sanidad, a la enseñanza, a los derechos
ciudadanos.
Y me siento, además, indignada de que se pongan
en marcha recortes inhumanos antes de recurrir a soluciones que acabarían con
el déficit en un pis pas.
Por ejemplo, suprimir los billetes de 500 euros,
de los cuales creo recordar que vi uno, una vez, hace mucho tiempo, pero que
constituyen ¡el setenta por ciento del dinero existente!, y que están, en su
mayoría, a buen recado en cajas de seguridad como dinero negro. Suprimirlos, y
dar seis meses para canjearlos, haría aflorar una ingente masa de capital, que
se invertiría, probablemente, en compra de inmuebles, en la actualidad
invendibles, y otras chuches para ricos, y que activaría, inmediatamente, de
rebote, toda la economía, además de tributar en lo sucesivo.
O suprimir las agrupaciones de grandes fortunas
que pagan ¡el uno por ciento! de impuestos, mientras que las rentas del trabajo
(las de los "privilegiados" que lo tenemos) pueden llegar al 45%.
O perseguir, en serio, pero en serio, el infinito
fraude fiscal.
O imponer una carga fiscal justa a las grandes
empresas.
O dar facilidades a los autónomos y a los que
quieren serlo.
O mandar a tomar por el sagrado ano a esa
caricatura de gran madre devoradora (en el sentido más estricto) que es la
señora Merkel, con su ética casera de hija de pastor protestante, su no
disimulado nacionalismo germánico y su desprecio por los PIGS (o sea, nosotros)
que han sido los creadores de la civilización y la cultura que disfruta. Yo no
he votado a esa señora, y tú, tampoco. ¿Quién coño es ella, pues, para decidir
si el ajuste presupuestario imposible que exige es o no negociable?
O liquidar todas las nidadas de políticos
redundantes, asesores vampíricos e instituciones inútiles.
O todo ello.
Echarle inaginación, coño, y huevos/ovarios (todo
sea por la corrección política), y ganas reales de solucionar este... merder,
que dicen los valencianos.
Sí, al final va a tener razón mi amigo
sindicalista, y cuando la gente salga del shock y la desesperación supere al
miedo, vamos a tener tomate. Y ojalá sea solo tomate, y no otras sustancias
orgánicas igualmente rojas.
A menos que hagamos algo. Todos.
Por cierto, el 12 de mayo hay manifa en
conmemoración del aniversario del 15M.
Habrá que sair de nuevo a la calle.
Para empezar y como aperitivo.
El curro de verdad va a ir viniendo luego.
O acabaremos en el modelo chino. Dieciseis horas
de trabajo diarias, que así no se piensa, sin derecho a huelga, sanidad ni
educación, la protesta equiparada al terrorismo, y una cultura de todo a cien.
Los salarios y las pensiones, caso de haberlas, lo primero.