"El misterio del sufrimiento vicario está más claramente revelado en la crucifixión de Jesucristo. Allí la inocencia en sí misma fue destruida con el objeto de redimir a la familia humana. Si el Unigénito de Dios puede sufrir y morir, el sufrimiento y muerte del inocente toma una totalmente nueva dimensión. Esta asimismo puede ser vista como redentora."
(Thomas Keating)