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lunes, 19 de abril de 2010

"Viva iluminación"

Vagando por las librerías, me ha caído en las manos un espléndido librito de Andrew Cohen, "Viva Iluminación", publicado por Hara Press (México 2004), que tiene la rara virtud de tratar un tema sobre el que muchos de nosotros hemos leído hasta la saciedad, de un modo que nos pone sin concesiones ante nosotros mismos, nos arranca ilusiones ingenuas y nos responsabiliza de manera directa de nuestra falta de honestidad en nuestros supuestos intentos de liberarnos. Lo recomiendo vivamente. Oír la verdad resulta, cuando menos, saludable. No reniega, además, de este mundo nuestro, tan frecuentemente despreciado por "ilusorio", impulsándonos a asumir la necesidad de liberarnos por lo que de revolucionario para ese mundo tiene una libertad que resulta absurdo pensar que puede ser "para nosotros".
Se niega, además, a justificar los comportamientos inaceptables de algunos maestros que parecen creer que su iluminación los autoriza a servirse de los demás y del mundo en un estar "más allá del bien y del mal" que sólo delata la falta de un verdadero trabajo de purificación.

"Lo que estoy diciendo es que el genuino despertar espiritual amenaza absolutamente el status quo de un mundo construido sobre los interminables miedos y deseos del ego. La iluminación es la máxima amenaza que pueda existir para ese mundo. Pero en el mercado espiritual moderno este hecho importantísimo se pasa por alto la mayor parte de las veces... ¿Cuántos de nosotros hemos cultivado la valentía o el interés despierto para cuestionar seriamente muchos de los mandatos culturales que, para la mayoría de nosotros, acaban definiendo el modo que escogemos de vivir nuestras vidas? Lo esencial es: ¿Hasta qué punto está liberada nuestra mente? ¿cuan vasta es nuestra perspectiva? ¿está nuestro interés en la conciencia iluminada inspirado de tal manera que siempre busquemos una forma de ver que esté libre de supuestos no examinados?... Lo que trato de decir es que, por mucho que creamos que queremos, en el infierno nunca vamos a poder evolucionar. ¿Sabes lo que es el infierno? ¡El infierno es ni siquiera saber que nos hemos perdido! El infierno es ser no-conscientes, es ir a la deriva en el mundo interior del aislamiento y la asfixia creados por un yo esclavizado por un ego separado. Y a menos que nos percatemos de lo malo que realmente es, nunca encontraremos la valentía o la inspiración para hacer lo que sea necesario para, por fin, liberarnos aquí y ahora... Nunca insistiré lo bastante en lo urgente que es. Muy pocos de nosotros tomamos con toda la seriedad del mundo la posibilidad de nuestra propia liberación. Y la principal razón de esto es, una vez más, que no sabemos lo mal que están las cosas... Ese interés (por la liberación), si se persigue con pasión, con entrega y con la disponibilidad de tomar enormes riesgos, tiene el poder de catapultarnos a una relación radicalmente diferente con la experiencia humana, una experiencia que no buscará meramente tratar de encajar... Esforzarse de todo corazón por asimilar lo que significa estar verdaderamente vivos supone hacerse estas preguntas: ¿Quién soy yo? y ¿Cómo he de vivir?, como si de ellas dependiera nuestra vida. Lo que quiero decir es que la perspectiva revolucionaria hasta el punto de transformar la vida, que se revela a través de este cuestionamiento inspirado, sencillamente no se puede contener en el status quo... Mientras estemos ciegamente apegados e inconscientemente esclavizados por cualquier idea que sea una expresiñon de los temores y deseos del ego individual o colectivo que es la mente del mundo en que vivimos, será imposible vivir una vida humana verdaderamente liberada... (¿cómo será esa vida liberada?) Será LIBRE... Nadie podrá reprimir y contener nuestro espíritu, nuestra alegría y nuestra confianza en la vida. Quiénes somos, cómo somos y la vida que vivamos incorporarán y expresarán la verdad liberadora que habremos encontrado en la experiencia espiritual. Nuestras células declararán, a gritos, la verdad, al mundo adormecido que nos rodea..."