Una larga conversación, vía skype, con mi hijo.
De una justeza y una impecabilidad nuevas.
De transmisión y claridad de algo que es su herencia, tanto por parte de su padre como mía.
Pero que también es suyo, de origen y por derecho.
Comienza una nueva etapa también ahí.
O continúa una... paideia que es de siempre, pero con una consciencia renovada, por ambas partes.