Carezco
de la sabiduría
suficiente
para juzgar a Dios.
Carezco
de la sabiduría
suficiente
para comprender Su obra.
Pero puedo amarlo.
A Él
y a sus criaturas.
Y honrar
el destino
de los que amo.
Y mi propio destino.
Y Su voluntad.
(A.S.: El trabajo de Dios)