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Nuevo blog:

POEMAS Y TEXTOS (nombrando paisajes, misterios y silencios) ameliadesola.blogspot.com.es



sábado, 31 de marzo de 2012

En los portales

Han pasado,
uno tras otro,
los momentos
de gracia,

se han escurrido
como arena,

liberando

los portales
de un tiempo

desnudamente
diferente.

A.S.

En esta misma piedra

Cuántas
mujeres,
cuántos
hombres

llegados
a este punto,

se habrán
sentado
en esta misma
piedra,

en el exacto
recodo
del camino,

detenidos,
apenas
un instante,

en el umbral
de lo implacablemente

necesario.

A.S.

De otra manera que no conozco

No sé qué quede
después de tanta pérdida,

de mis muertos queridos,

de los hijos
que dejaron
la sede de mi carne,

del amor desgarrado,

de la casa
abierta hasta los huesos.

No sé qué quede de mi vida,

del equipaje de mi vida
olvidado
en un tren ya partido.

No sé de un territorio no elegido,
de un tiempo que se viene
de manera implacable,

obligándome
a ser de otra manera
que no conozco.

A.S.

Mi niña se fue a la mar

"Mi niña se fue a la mar..."
(F.G. Lorca)

Qué poco sé de ti,
abierta al tiempo
de una manera
que ya
me es imposible.

Qué lejana
tu vida,

niña dorada,
niña
del sol,
de los caminos,
de las oscuridades
que recorres

ajena a mí,

absorta
en un adentro que se extiende
fuera de mí,

fuera de un mundo
donde voy habitando
como puedo.

A.S.

Nacido de mi vientre

Eres
libertad.

Te quiero
en un camino
que sale de mi vientre,

que recorre
tu propio territorio,

hacia un país que no me habita.

Eres
sin mí,

en libertad hacia ti mismo.

Yo aún
alcanzo,
por un poco de tiempo,

a contemplar

tu ser
y tu
belleza.

A.S.

Honradamente oscuro

No tengo
sueños
por los que caminar.

No tengo
manera de eludir
un camino sin sueños,

honradamente
oscuro.

A.S.

Una obstinada negativa

Vienen
en oleadas
los recuerdos

de vidas
y más vidas

consumidas
en países extraños,

de moradas
que me acogieron
por unas cuantas
horas,

de sueños extranjeros
soñados
unas noches
que nunca fueron mías.

Me piden cuentas
mis adentros
de un abandono frío,

de una obstinada negativa
a cuidar mis heridas
y mi casa.

A.S.

Honrar el templo

Hallar
el paso
al territorio
de mí misma.

Labrar
mis campos
en barbecho.

Construir
la ciudad,

honrar
el templo.

A.S.

Permitir la llamada

Tal vez
irme apartando
con suavidad
de una de tantas vidas,

como se va apartando
un barco
de la costa.

Tal vez
desanudar las cuerdas,

permitir
la llamada
del mar abierto,

adentrarme en las aguas
de una profundidad
que me reclama.

A.S.

Una verdad adulta

Cómo
se pone el mundo de real
algunas noches.

Cómo
se pone adulta
la palabra

cuando suena la hora
de una verdad
sencillamente

adulta.

A.S.

Loneliness II

Caminar
asida de mí misma,

tal vez
sentarme
un rato
a contemplar
cómo giran los cielos,

cómo giran
las horas
de mi vida,

sin desertar
de mí,

en-si-mismada,

apoyada
únicamente
en mí,

en la mujer
que va ganando
soledad

en la batalla
de cada noche
pasada

en la verdad.

A.S.

Loneliness

Es una amante
dura
la soledad.

Sabe a silencio
y a cigarrillo
de tabaco malo.

Es
parecida al silencio
y a mí misma

cuando me siento
a escribir

en una soledad
sin paliativos.

A.S.

viernes, 30 de marzo de 2012

Rosas grises

Existen
rosas grises,
de pétalos
de polvo,

capullos
de ceniza

en este abril
que se nos viene.

Existen primaveras
de desierto,

lluvias
de arenas
asfixiantes,

lágrimas
de lava,

corazones
que florecen
tristeza.

A.S.

Espacio imaginado

Cómo sería
amar

con ese amor
probablemente
inexistente.

Amar
en una plenitud
únicamente
deseada,

en un espacio
imaginado,

libre
de todo cierre,

imposible

a cualquier
soledad.

A.S.

Fuera de nuestra vista.

Se recorta la cooperación al desarrollo.
Morirá más gente en lugares lejanos, fuera de nuestra vista.

Primavera seca

Demasiado
dolor
en esta extraña
primavera.

Demasiada
dureza.

Rostros grises,
miradas
clavadas
en la tierra.

Demasiado
esfuerzo
para seguir
viviendo.

Para seguir viviendo,
solamente,

cada día
que pasa

igual
al anterior
y al que

se
espera.

A.S.

Huelga

Hoy he ido a la huelga.
No creo que vaya a servir para mucho. Y sé que se trata de una movilización puramente testimonial.
Tampoco era demasiado lo que me jugaba, excepto un tijeretazo añadido a una nómina ya previamente encogida.
En mi hospital he hablado con compañeros que no podían ir, porque pese a tener un puesto de trabajo relativamente estable, el sueldo de un celador o de una auxiliar con familia a cargo e hipoteca, afectado además por los universales recortes, no da como para permitirse un euro menos.
Y soy consciente de la cantidad de personas a las que el riesgo de perder el empleo del que dependen ellos y los suyos ha impedido hacer lo que el corazón les pedía.
Yo sí que podía permitírmelo.
Por eso me parecía un acto necesario ir a la huelga.
Por mí y por todos los que, deseándolo, no podían hacerla.

jueves, 29 de marzo de 2012

Lo individual y lo colectivo

"Y con esta palabra clave, dialéctica, así como con mis comentarios de arriba sobre la diferencia entre la intencionalidad "subjetiva" en nosotros la gente y la intencionalidad "objetiva" del proyecto llamado psicología, les he dado una primera indicación de mi posición intelectual y de por qué creo que la simple oposición entre "individual" y "colectivo" es el error básico de la psicología. Hay un punto más que debiera mencionarse a fin de que tengáis una idea de dónde ubicarme. Mi obra como psicólogo está inspirada principalmente por un doble compromiso. Por lo que toca a la tradición, me siento comprometido con Jung, y sistemáticamente me siento comprometido con la tarea de dar una respuesta, mi respuesta, a la vida, a nuestra situación, a nuestra realidad. No hay conflicto real entre estos dos compromisos. Esto es así porque, tal como lo veo, el mismo Jung se sintió comprometido con la misma tarea de dar su respuesta a la vida y a la realidad tal como estaban condicionadas en el siglo XX. Toda su obra fue el resultado de su lucha con la problemática, de hecho con la dificultad que la situación moderna había traído para el alma. Si bien no hay conflicto real entre mis dos compromisos, hay una tensión dentro del primer compromiso, dentro de mi sentirme comprometido con y por Jung. La tensión es entre la letra de su obra escrita por un lado, y la visión que impulsa su idea desde atrás por el otro. Podría decirse que es la tensión entre la obra manifiesta y el opus magnum latente, entre doctrina escrita y proyecto viviente. Puedo caracterizar mi relación con Jung diciendo que intento medir la obra contrapuesta al opus, o la doctrina contrapuesta a la visión y, donde sea necesario, defender la intencionalidad de la visión contra las limitaciones de algunas de las formulaciones. De este modo creo que pueden ir juntas una profunda gratitud y fidelidad a Jung y una mayor libertad respecto a cualquiera de sus convicciones particulares.

No requiere más discusión concordar en que Jung, cuando hablaba del proceso de individuación, no intentaba proponer un individualismo unilateral. Aún cuando el telos de la individuación es el desarrollo del Self (Sí Mismo), el Self junguiano no debe verse solipsísticamente, ni puesto en contraposición con la humanidad, o con el mundo a gran escala. "Este self, empero, es el mundo", dijo Jung en una ocasión (OC 9/1:46). Respecto a los arquetipos, afirmó que se comportan como si pertenecieran tanto a la sociedad como al individuo (OC 10:66o) Y sólo tenemos que recordar que con su teoría de la sincronicidad Jung dio expresión a su visión de una posible unificación de psicología y física, para darnos cuenta de que su pensamiento intentaba, y podía, abarcar ambos a la vez, el individuo y el mundo como lo colectivo, así como el individuo y el mundo como naturaleza o cosmos."

(W. Gigerich)

Paradojas

"La salvación del mundo consiste en la salvación de la propia alma"
(Jung)

"La salvación de la propia alma consiste en la salvación del mundo."
(Gigerich)

"La salvación del mundo consiste en la salvación de la propia alma sólo en la medida en que la salvación de la propia alma consista en la salvación del mundo".
(Gigerich)

Afuera

Si el inconsciente está encarnado en mi vida y mis circunstancias, entonces mi real trabajo psicológico, el opus alquímico, la labor de "hacer consciencia", es sobre la materia prima de mi vida y sus circunstancias.
El trabajo interno ha de realizarse afuera.

miércoles, 28 de marzo de 2012

La verdad de quien soy

"Es una idea aduladora que lo inconsciente se manifieste primariamente en nosotros como nuestros deseos instintivos, sexuales, nuestras fantasías y síntomas. El verdadero inconsciente, como siempre, está afuera a nuestro alrededor. Hoy está en nuestra tecnología y en la condición económica del mundo."
(W. Giegerich)

Esta afirmación de Giegerich sabe a verdad, y si lo es, también seguramente debe serlo que nuestro inconsciente, el de cada uno de nosotros, necesariamente imbricado en el colectivo como una roca en la tierra de la que forma parte, debe estar igualmente a nuestro alrededor. En la vida. En la vida y el medio en el que nos movemos. En las circunstancias que nos hemos construído.
Mi inconsciente, pues, se extiende en torno a mí, encarnado en la familia de la que procedo y la que he formado, en el trabajo que desarrollo y el lugar donde lo desarrollo, en mis relaciones y la gente con la que me relaciono, en lo que leo, lo que busco, aquéllo a lo que aspiro, en mis fracasos y mis triunfos, en mi cuerpo y en cómo lo mantengo, en lo que amo y lo que odio de mí, de los demás, de mis circunstancias y del mundo.
Y saber esto, saberlo y encarnarlo, me pone frente a la verdad de mi vida, y a mi responsabilidad en relación con ella y con la vida del mundo.
Tomar conciencia. Tomar conciencia sin tapujos, sin autoengaños, sin fugas.
Asumir con dignidad y valor mi construcción y sus consecuencias para mí y para otros.
Y seguir construyendo en verdad e integridad crecientes.

W. Giegerich: La tecnología y el alma

"Si traemos a la bomba (atómica) lo que hemos aprendido de Jung, ya no podemos despachar psicológicamente la bomba como un "problema" que debe tratarse técnicamente -mediante la ciencia, la política y la moralidad. Todo esto no sería sino ""exteriorizar" (acting out). Nuestra cuestión no es cómo liberarnos de las armas nucleares existentes o cómo evitar que se usen o cómo proteger a la humanidad de ellas. Ante todo, la idea de nuestra responsabilidad moral es un mecanismo de defensa contra el fenómeno. Lo realmente necesario es salvar el fenómeno, que es la bomba. Tenemos que preguntar con Jung (quien se preguntó por el contenido de la neurosis, por el contenido de la psicosis), cuál es el contenido esencial o la sustancia imaginal de la bomba. Aún tratándose de lo que podría destruirnos, no debemos desertar el interés psicológico por conocer y por la verdad "teórica" en el sentido de la theoría griega. La bomba requiere ser conocida, y no sólo ser tratada prácticamente.


La actitud de la psicología analítica hacia el síntoma neurótico puede ayudarnos a ver que la bomba como síntoma colectivo es legítima. La idea corriente acerca de la bomba nuclear es que es un tipo de desgracia o de error. Pero es completamente apropiado psicológicamente que tengamos que vivir con la bomba. Como aquello que traería una total destrucción al mundo natural y transformaría la tierra en un yermo, saca a lo abierto lo que ha sido el motor de toda nuestra historia en Occidente. Nos trae a casa lo que ha sido la causa final de las acciones del hombre occidental: la destrucción de la naturaleza. Al comienzo de la historia de Occidente está la matanza de los dioses naturales. Fueron desacreditados ontológicamente y así se rompió el columna vertebral ontológica de la naturaleza. El tiempo fue reducido a sólo uno de sus modos, la sucesión. La experiencia del momento grávido fue trascendida en favor de los universales lógicos, metafísicos y científicos. Más tarde las ciencias y el Iluminismo comenzaron sistemáticamente la destrucción intelectual de la visión natural de las cosas y de toda tradición, declarándolas supersticiones, ilusiones primitivas, sustitutos imaginarios del conocimiento real, o medios de opresión de los pueblos a cargo de las clases dominantes. La tecnología añadió la destrucción del mundo natural a la aniquilación ontológica e intelectual. Luz artificial, energía artificial y máquinas, sustancias artificiales como el plástico, incluso órganos artificiales e inseminaciones artificiales, para mencionar sólo unos pocos ejemplos, equivalen juntos a una anulación radical del mundo natural. Esta anulación se vuelve aún más obvia en la destrucción de las selvas húmedas, la desertización de muchas tierras, la polución de las aguas, la tierra y la atmósfera. Y por supuesto políticamente la conquista colonial de las Américas, África, Australia, implicó la destrucción de los "Naturvölker" (pueblos indígenas) diezmándolos literalmente o invadiendo sus culturas indígenas. Lo que se les hizo, no sólo se les hizo a ellos. Se nos hizo también a nosotros, al hombre natural en nosotros mismos.


El telos global de la aniquilación del mundo natural que una vez informara nuestra consciencia y nuestras acciones inadvertidamente desde detrás, aparece ahora en forma pura y como presencia material desde fuera y ante nosotros, como siempre ocurre cuando la "tarea" de toda una época se aproxima a su completamiento y junto con ello arrastra un estadio de consciencia hacia su fin. Ahora el tiempo está maduro para que sepamos de qué iba toda la empresa llamada la historia del Occidente cristiano. La bomba como el síntoma y símbolo de las más elevadas aspiraciones el hombre occidental lo conjura y lo hace explícito. Antes, sólo podíamos ver acciones destructivas o acontecimientos que posiblemente podían explicarse como meros errores o equivocaciones en un camino que era, salvo por ellos, "inofensivo". La bomba cristaliza para nosotros el spiritus rector de Occidente en su totalidad. Ahora podemos ver con nuestros ojos que nuestra tradición cristiana no ha sido tan inofensiva e inocente como le gustaba creer a la gente. Ahora ya no puede haber negación. La bomba como hecho literal habla por sí misma. "Por sus frutos les conoceréis"...
... L

La bomba es el Portador de lo Inconsciente, en el sentido de Jung. Es una idea aduladora que lo inconsciente se manifieste primariamente en nosotros como nuestros deseos instintivos, sexuales, nuestras fantasías y síntomas. El verdadero inconsciente, como siempre, está afuera a nuestro alrededor. Hoy está en nuestra tecnología y en la condición económica del mundo.


Aun cuando Jung dijo que el proceso de individuación tal como lo concibió no excluye, sino que incluye al mundo, la psicología hoy todavía tiene el mundo fuera de sí. La psicología es ciega y sorda respecto a las grandes situaciones de nuestra era. No tiene nada que decir del dinero, la banca, la economía; de los nuevos descubrimientos en las ciencias; de la industrialización, del desempleo y la distribución del trabajo..."


(W. Giegerich)

No siempre estoy de acuerdo con Giegerich, pero me produce un enorme respeto la seriedad de su visión.
En este caso, si se me permite el atrevimiento, habla de la hybris de Occidente en el sentido de la búsqueda de un espíritu sin alma, en la misma dirección desarrollada en mi post anterior.
Acuerdo, además, con su conclusión: El síntoma debe ser escuchado. Y la bomba es un síntoma que nos habla a gritos.
Pero no es todo el espíritu rector de Occidente. Sólo encarna su hybris.

Honrarás padre y madre

"Honrarás padre y madre"
(Decálogo)

Es convicción que arraiga en mí de modo cada vez más profundo, el que, a lo menos en el mundo de lo humano, el espíritu sin alma se convierte, inevitablemente, en espíritu des-almado, en el sentido literal del término.
Parece, a mi entender, que el ser humano se constituye en el punto de encuentro, en el seno de la corporalidad, de alma y espíritu en el proceso de lo ignoto a lo ignoto que llamamos vida y muerte.
¿Será verdad que Dios es espíritu?
¿Será verdad que la vida humana, y la vida en general, es una especie de cursus honorum en que se va ascendiendo de modo sistemático hacia la cúspide de una pirámide, dejando detrás, como si de años académicos aprobados se tratara, nuestro ser carne y nuestro estar en el alma, para acabar morando en el seno de un espíritu puro?
Podría ser que semejante concepción de lo que somos, y también de ese infinitamente desconocido Dios-y-yo en el que parecemos existir, llevara a la inútil tarea de, como pretendía el inefable barón de Munchausen, salir del pozo tirándonos de las propias orejas.
Podría suceder que ese estremecimiento que, en ocasiones, me asalta en la presencia de personas supuestamente "espirituales", y que se asemeja al que se me produce ante un psicópata, proviniera de esa dejación del alma que parecen preconizar algunos senderos llamados, esta vez con toda propiedad, espirituales.
No puedo imaginar un estar-en-lo-que soy (estar en-lo-que-es) que me exija como precio dejar de ser todo lo que soy.
Y admiro la sabiduría de un catolicismo que define al hombre como compuesto de cuerpo y alma, a lo que habría que añadir el espíritu que esa misma tradición parece colocar exclusivamente "afuera".
No puedo ya decidirme a elegir entre los caminos "ascendentes" y "descendentes", ya que todo ascender y descender, todo "arriba" y todo "abajo" no pueden llamarse así más que en relación a un punto de vista necesariamente dual.
La simultaneidad del arriba y el abajo, de cuerpo, alma y espíritu, de "aquí" y "más allá", de tiempo y eternidad, me parece un retrato más ajustado de lo que es a la vez que va siendo.
El ser humano, en su trinidad, y también en su ser inmanente y trascendente, me parece un modelo más ajustado del Dios vivo que cualquier intento de "espiritualizar" al Ser.
Y así, aquí me quedo a la vez que avanzo y tal vez retrocedo, abandonando cada vez más el miedo a la pérdida de un Dios que nos constituye "a su imagen y semejanza", de un Dios que no puede ser perdido, ya que en él "vivimos y nos movemos y tenemos el ser"

martes, 27 de marzo de 2012

Sobre igualdades y diferencias I

Afirmaba Margaret Mead, la gran antropóloga, que en todas las sociedades conocidas, resulta evidente que sean cuales fueren las actividades declaradas como propias de los varones, así sea vestir muñecos para una ceremonia, ellas son consideradas como de más prestigio que las activiades señaladas como propias de las mujeres.

Uno de los muchos temas de discusión con un alter ego masculino con el que hace ya tiempo que vengo tratando de lo divino y de lo humano, se refiere a las diferencias en "inteligencia" (tal vez sería mejor hablar de acercamientos al conocer) entre varones y mujeres.
En opinión de mi interlocutor, en general las mujeres (y, desde luego, yo) tendemos a un tipo de acercamiento al conocer al que podríamos calificar como sintético, en oposición a otro analítico, y (sigo citando su opinión) de una mayor profundidad, más común en las mentes masculinas. Así, las mujeres tenderíamos a una captación "a vista de pájaro" que aprehendería las líneas generales de los temas en síntesis preferentemente intuitivas, sin descender a un estudio ordenado y pormenorizado de las materias a tratar.
Sea o no cierto lo antedicho, o sea cierto para todas, muchas o algunas mujeres, el tema del género y sus posibles diferencias ha venido siendo objeto de mi interés desde hace ya muchos años. Así, mi tesina en Psicología versó sobre ello, y de la época en que la realizaba viene a ser la pequeña antología de pensamiento feminista publicada en este blog.
¿Qué dice la ciencia oficial sobre el asunto? La pregunta, probablemente, esté mal planteada, porque se podría, más bien, formular de otra manera: ¿Qué estudia la ciencia oficial sobre el asunto? Y es que, en general, la investigación se empecina en tratar de buscar diferencias donde no las hay, y en no buscarlas donde probablemente las haya.
Los tests de inteligencia han venido ya demostrando hasta la nausea la igualdad de las medias en inteligencia (entendiendo por tal lo que, según una irónica definición usada en psicología, miden los tests de inteligencia). Pero esta igualdad de medias no empece para que las curvas femeninas tengan una varianza menor que las masculinas, las cuales, a su vez, ostentan una variabilidad más amplia. Traducido a román paladino, esto quiere decir que hay (unos pocos) más hombes muy listos y (unos pocos) más hombres muy tontos que mujeres muy listas y mujeres muy tontas. Este fenómeno de la diferncia en variabilidad se repite machaconamente no sólo en inteligencia, sino en muchísimas otras variables en los estudios de género, viniendo a constituir una verdadera pesadilla para los análisis estadísticos, muchos de los cuales exigen como supuesto la igualdad de varianzas entre los grupos a comparar.
Se han demostrado diferencias (leves) en aprehensión del lenguaje, en lo que las chicas llevan ventaja, en captación espacial, en la que la llevan (leve) los chicos (hablamos siempre de medias), y poco más.
Pero es que el asunto de la inteligencia parece tener fascinado a todo el mundo, oscureciendo las diferencias evidentes, aunque menos profundamente investigadas, en otros como la violencia, donde los varones nos ganan por goleada; el estilo de juicio moral, en que los varones son más proclives a lo normativo y la mujeres a una ética del cuidado que tiene en cuenta lo situacional; la empatía, la promiscuidad sexual vs tendencia a la monogamia, y tantos y tantos otros items que no podemos detenernos a considerar aquí.
Uno de estos items, tan claro que casi por eso mismo pasa desapercibido, es la fuerza física, y otro, aún más impactante, el hecho por nadie negado de que las mujeres fabricamos niños y los hombres no. Aspectos estos dos últimos que han tenido, tienen y probablemente tendrán un impacto absolutamente fundamental en la vida y la forma de entender el mundo de ambos sexos.
La sociobiología, ciencia que estudia la influencia genética en las sociedades y la psicología y comportamiento de los individuos, tiene mucho que decir (todo ello bastante incorrecto políticamente) sobre el determinismo de lo biológico en las diferencias sexuales, y la etología, que observa y describe el comportamiento de las especies animales, entre las cuales nos contamos, no le va a la zaga.
Así, se ha podido demostrar, analizando los cromosomas y el ADN mitocondrial, que en tanto la mayoría de las hembras de la especie se han reproducido, no así los varones, muchos de los cuales han sido privados del derecho a transmitir sus genes. Hablando en plata, que la poligamia ha sido una práctica no generalizada, pero sí ciertamente influyente a lo largo de nuestra evolución como especie. Y que los machos más dominantes han tendido a acaparar a las hembras en perjuicio de los menos afortunads en ese sentido.
Cualquiera que observe desprejuiciadamente un documental de la 2 sobre el comportamiento de un grupo de chimpancés, bonobos, gorilas u orangutanes, nuestros parientes más próximos, y casi hermanos a nivel genético, no pude dejer de constatar las semejanzas con muchos de nuestros usos sociales, y desde luego valdría la pena ponernos unas gafas objetivas para observar sin esquemas previos cómo funciona una pandilla de adolescentes, o de adultos, por más que estos últimos estén más atemperados por la cultura y la bajada hormonal, para constatar que diferencias, haberlas, haylas.
Y es que la cultura puede modular a la biología, pero ciertamente no va a anularla, ni tampoo parece conveniente que lo haga. Basta con que suprima sus aspectos más crudos y menos deseables.
Por lo que respecta a los intereses, una eminente científica social afirmaba tajantemente que todas las pretensiones de igualdad del mundo no iban a conseguir que se sintiera interesada por cómo funcionan el motor de su coche o los microchips su ordenador, aspectos que parecen fascinar a multitud de machos de la especie; y desde luego yo diria que el tan cacareado techo de cristal que parece impedir el acceso de las mujeres a los altos puestos de responsabilidad, no puede atribuirse únicamente a la perversidad varonil, ni, por supuesto, a la incapacidad femenina, sino más bien a que no muchas mujeres están dispuestas a prescindir de su vida personal y su maternidad para meterse en una carrera de ratas full time necesaria para llegar a la cúspide de la pirámide en una sociedad competitiva que parece exigir, además, mentalidad de psicópata. Desinterés que, dsde mi punto de vista, demuestra el alto nivel de inteligencia de quien escoge la opción de abstenerse. Sencillamente, en opinión de la mayoría de las damas, ese triunfo aparente no vale lo que cuesta. Pero es también verdad que cuando las chicas alcanzan una cota importante de poder y responsabilidad, suelen tener comportamientos más moderados y equilibrados que sus compañeros varones. En otras palabras, las empresas y bancos liderados por mujeres crecen más lentamente y quiebran menos. Y una sociedad no competitiva y que valorara las diferencias se beneficiaría infinitamente de las capacidades, hoy preteridas, de la mujeres.
A la luz de todo lo anterior, resulta lógico pensar que el acercamiento al conocimiento, y en general a todo tipo de aspectos de la vida humana, sea difernte en hombres y mujeres, sin que ello abone las exageraciones del llamado feminismo de la diferencia, que postula dos sujetos diferentes de conocimiento, casi como si estuviéramos hablando de especies diferentes.
La presencia de la mujer en el espacio de lo público, al menos en las sociedades occidentales, así como la conquista de la igualdad de derechos, son hechos tan imprescindibles como deseables para la construcción de un mundo equilibrado y ciertamente más rico que un orden patriarcal, basado en valores masculinos, que nos está llevando al borde del desastre.
Así, pienso que el problema no es el de la diferencia, sino el de la valoración de esa diferencia, y es más, el reconocimiento de la necesidad de esa diferencia.
La visión femenina del mundo, el tipo femenino de inteligencia, de actividad, de sentimiento y de intuición, son no sólo de igual valor que sus contrapartes masculinos, sino imprescindibles para construir una sociedad y un mundo verdadreamente humanos.
Las mujeres no somos hombres de segunda categoría, obligadas a tragar e integrarnos en una forma de ser y hacer que nos es ajena. Somos sujetos de pleno derecho con la mitad de lo imprescindible que aportar a una humanidad que nos es común.
Así que sí. Mi tipo de inteligencia es no sólo tan destacada como la masculina, sino tan imprescindible como aquélla para una correcta visión del mundo y una correcta acción que lo transforme. Y mis valores, aptitudes y cualidades son justamente los que necesita, para su equilibrio y desarrollo, este mundo nuestro basado en un exceso de testosterona y urgentemente necesitado de un buen chute de oxitocina.

(Sobre las diferencias endogrupales y entregrupales, cuya comprensión resulta también necesaria para matizar lo anterior, hablaré otro día, así como de las posibles causs de la superior valoración social de la masculinidad, en detrimento de los valores femeninos.)

Reflexiones sobre el método

"Con frecuencia (y en el mejor de los casos) cuando tratamos de interpretar las cosas recurrimos a métodos (entre otros, el científico) basados en la observación y el razonamiento, y que suelen consistir, simplificando un poco, en:

a) Una o varias etapas de observación y/o experimentación en las que se obtienen datos.

b) Una o varias etapas de interpretación de dichos datos, en las que, mediante el uso de la lógica, se obtienen, por inducción o deducción, conclusiones y/o leyes o reglas que supuestamente rigen el fenómeno en estudio.

Estas dos fases no son necesariamente consecutivas, sino que forman una estructura e inter relacionan mutuamente.

Las etapas de observación están fuertemente condicionadas por las limitaciones de nuestro aparato psíquico, pues sólo podemos conocer del mundo lo que nuestra conciencia puede "atrapar" a través de los sentidos y de acuerdo con sus formas de estructurar. No nos es posible conocer lo que las cosas son "en si mismas", siendo muchos aspectos de la realidad, por lo tanto, inaccesibles para la conciencia humana (y esto siendo bastante optimistas, porque en rigor no está claro si hay alguna otra realidad más allá de nuestro psiquismo y de los contenidos con los que opera).

Respecto a las fases de interpretación hay, por lo menos, dos elementos a considerar:

a) Los axiomas o presupuestos iniciales que se admiten como ciertos.

b) Las relaciones que se establecen entre dichos axiomas y los datos obtenidos fruto de la observación.

Aunque el tratamiento lógico de la información obtenida presenta grandes limitaciones como, por ejemplo, las que se derivan del teorema de Godel, es la elección de los axiomas o proposiciones de partida la etapa que, a mi entender, presenta los mayores problemas. Además, esta elección es, la mayor parte de las veces, inconsciente y/o no intencionada.

Muchos planteamientos, a veces extraordinariamente brillantes, ocultan con frecuencia debajo de un deslumbrante ropaje filosófico o matemático axiomas de muy dudosa veracidad y, a veces, suposiciones fantasiosas o incluso manifiestamente erróneas.

Es en este último aspecto en el que me gustaría incidir, porque estos axiomas o proposiciones aceptados por intuición son determinantes en el resultado final del proceso. En este punto creo que hay que "descender" al campo de la psicología, disciplina que se encuentra aún en las primeras fases de su desarrollo como ciencia y que pocas veces puede dar explicaciones verosímiles de los fenómenos psíquicos complejos. No obstante, creo que la investigación en este campo, el de la psicología, es fundamental para avanzar en este terreno. Sin conocer mejor el funcionamiento de la "máquina de pensar" difícilmente podremos actuar sobre ella para mejorar su rendimiento o los "programas" con los que opera.

Así pues, los mecanismos intuitivos juegan un papel fundamental pues de ellos surgen, en definitiva, los axiomas que suelen aceptarse como "evidentes" y sobre los que se basan los razonamientos. Incluso, en ocasiones, estos mismos mecanismos intuitivos interfieren en el tratamiento lógico de la información, y cuando la lógica se "atasca" (teorema de Godel, por ejemplo) deciden sobre la verdad o falsedad de ciertas proposiciones que no es posible demostrar desde los presupuestos iniciales.

Por estos motivos es necesario analizar el origen de esos impulsos intuitivos. Creo que hay, por lo menos, dos tipos de intuiciones:

a) Unas proceden de una especie de "mundo de los conceptos lógicos y matemáticos puros", que sería parte del "sistema operativo" que utiliza la conciencia cuando trabaja intelectualmente. Como estas formas de estructuración son iguales para todos los seres humanos, no plantean problemas de entendimiento entre nosotros, pero son seguramente responsables de ciertos problemas que estamos teniendo para poder entender muchos datos procedentes del mundo microscópico o del macrocosmos (naturaleza del espacio y del tiempo -si la tienen- ,comportamiento de las partículas subatómicas, etc.), que requieren, para poder ser comprendidos, de un "sistema operativo más potente" que probablemente desarrollaremos en las siguientes etapas del proceso evolutivo de la especie (aunque, con frecuencia, se encuentran aportaciones en diferentes campos: ciencia, arte, mística, que hacen pensar que algunos individuos aislados han desarrollado puntualmente formas de estructurar la realidad que van más allá del pensamiento racional ordinario). Mientras tanto nos hemos de conformar con proponer teorías y ecuaciones que, a veces, nadie entiende pero que reproducen bastante bien algunos datos experimentales.

Tengo la impresión de que la ciencia moderna y concretamente la relatividad y sobre todo la mecánica cuántica se han aproximado mucho a ese límite del conocimiento de la realidad que la conciencia humana no puede traspasar por sus propias limitaciones estructurales, y que los problemas y contradicciones que se están produciendo en estos campos son una manifestación de la presión que ejerce la naturaleza sobre la especie para impulsarla, en dirección evolutiva, hacia nuevas formas de estructurar que conducirán a un conocimiento más amplio de la realidad.

b) Otro tipo de intuiciones tienen su origen en mecanismos psíquicos más relacionados con los sentimientos que con la razón y son, casi siempre, las que introducen los elementos subjetivos causantes de la gran variedad de visiones del mundo y de las cosas con las que nos encontramos habitualmente, incluso dentro de una misma cultura o momento histórico.

No es fácil controlar este fenómeno, pero se puede poner de manifiesto variando el punto de vista en la elección de presupuestos y axiomas y constatando que éstos tienden a ser escogidos en base a un entramado de influencias procedentes del ambiente (cultura a la que uno pertenece, ideologías de moda, etc.) y, sobre todo, de la psicología del individuo que realiza el análisis. Hay, por lo menos, dos mecanismos que permiten, a veces, explicar esta elección: la imitación y la compensación. Se tiende a imitar, y por tanto a tomar como referencia (en positivo o en negativo), a los sistemas de pensamiento y modelos de conducta dominantes, y se tiende a compensar los propios problemas psicológicos, siendo muy difícil prever qué elementos van a tener mayor peso o influencia en la decisión final.

No parece que ningún observador humano pueda sustraerse totalmente a la acción de estas influencias y, por lo tanto, no creo que, en este momento del proceso evolutivo, sea posible el análisis "objetivo" de ningún aspecto de la realidad.

Por último un ejemplo. Consideremos dos de las más grandes teorías físicas que hasta el momento se han concebido: la gravitación y la relatividad. Veremos que manejan supuestos difícilmente creíbles, como son, entre otros, la atracción a distancia o la curvatura o deformación del espacio-tiempo.

Estas geniales ideas, son al mismo tiempo tan fantásticas que no tienen nada que envidiar a cualquiera de las explicaciones que daban los antiguos a los fenómenos naturales, si bien he de decir en su favor que mediante ellas se llega a una interpretación de la realidad física más acorde con nuestra experiencia y, por tanto, más aceptable para nosotros, pero desde luego, muy distante, de lo que podríamos llamar una visión "objetiva" del mundo."

Javier de la Torre Edo
(Javier de la Torre es doctor en Ciencias Químicas y profesor titular de la Escuela de Ingeniería Química de la Universitat de València.)

Feminismo: Selección de textos

Rescato aquí una pequeña selección de textos feministas, precedidos por una sucinta introducción, que publiqué hará no menos de doce o quince años en una revista virtual de filosofía, y que para mi sorpresa, y como si hubiera adquirido vida propia, he visto reproducida, siempre mencionando mi autoría, en otras publicaciones de la red.

"El feminismo es una apelacion al buen sentido de la humanidad."
Mary Wollstonecraft

Resulta poco conocida, fuera de los ámbitos especializados, la importante producción teórica que filósofas y pensadoras feministas están realizando en ámbitos tan relevantes como ética o teoría crítica, entre muchos otros.

De especial interés resulta la polémica que, en el seno del pensamiento feminista, se está dando en la actualidad entre los llamados feminismo de la igualdad y feminismo de la diferencia.

El feminismo de la igualdad, de raigambre ilustrada, pese a una implacable crítica a los aspectos oscuros de la modernidad (podría hablarse de un pensamiento feminista de la sospecha), reclama para las mujeres el pleno estatus de sujeto humano, radicalizando la idea de universalización de los derechos humanos, haciéndolos realmente (y no solo formalmente) extensivos a toda la especie y terminando, por tanto, con cualquier atisbo de "doble código". En palabras de C. Amorós:"...feminismo de raíz ilustrada que se articula fundamentalmente en torno a las ideas de libertad e igualdad, entendida como autonomía individual, como horizonte regulador y normativo". Autoras representativas de esta tendencia son la filósofa de Harvard Seyla Benhabib o las españolas Celia Amorós y Amelia Valcárcel.

Por su parte, el feminismo de la diferencia, articulado en torno a autoras francesas como Luce Irigaray, e italianas como el colectivo filosófico Diótima, llega a afirmaciones tan radicales como que existen no uno, sino dos sujetos de conocimiento diferenciados, e insiste en la necesidad de un conocer y pensar el mundo específicamente femeninos. Según C. Amorós: "..se caracteriza...por su impugnación a radice del proyecto ilustrado, que, o no es en modo alguno su referente, o lo es en el sentido polémico de enmienda a la totalidad por intrínsecamente masculino. ..Esta tendencia se configura...en torno a la problemática de la constitución de una nueva identidad femenina en el contexto de la crisis del sujeto y la polémica sobre la relación modernidad-postmodernidad, interpretada aquí como ruptura, más que como dialéctica." El feminismo de la diferencia ha recibido fuertes críticas por su trasfondo esencialista, y se ha puesto de relieve que esa reivindicación de la diferencia podría terminar poniendo en peligro los espacios de libertad conseguidos por el movimiento de las mujeres.

Para profundizar algo mas en el pensamiento de la igualdad es interesante leer el nª 6 de la revista de filosofía Isegoría, dedicado a ética y feminismo. Sobre feminismo de la diferencia se puede comenzar con el libro de Mª Milagros Rivera "Nombrar el mundo en femenino".

Lo que sigue son algunos textos que me han parecido ilustrativos.


María Milagros Rivera Garretas

"Diferencia sexual se refiere directamente al cuerpo, al hecho de que, por azar, la gente nazcamos en un cuerpo sexuado. ..A este nacer en un cuerpo sexuado, el pensamiento de la diferencia sexual le ha llamado "un hecho desnudo y crudo". Un hecho sin cobertura simbólica...un hecho que no ha sido mínimamente humanizado...que se ha quedado fuera de la cultura, fuera del pensamiento, fuera de la filosofía tal como la conocemos, fuera, incluso del lenguaje...

Esto quiere decir que en la epistemología corriente, en la organización dominante del conocimiento, las mujeres hemos quedado fuera. Porque, tradicionalmente, el sujeto del pensamiento, el sujeto del discurso, el sujeto de la historia, el sujeto del deseo, es un ser masculino que se declara universal, que se proclama representante de toda la humanidad. Según el pensamiento de la diferencia sexual, el sujeto del conocimiento no sería un ser neutro, sino sexuado, y el conocimiento que ese sujeto pretendidamente universal ha producido a lo largo de la historia sería solamente conocimiento masculino...en el que las mujeres no nos reconocemos. Porque, en las sociedades patriarcales, los hombres habrían construido su identidad masculina como única identidad posible, y nos habrían negado a las mujeres una subjetividad propia. De ahí la condena ancestral al silencio. Por tanto, lo que conocemos como femenino en el patriarcado no sería lo que las mujeres son o han sido en el pasado, sino lo que los hombres -o algunos hombres- han construido para ellas, han dicho que ellas son...

Que la formulación teórica más completa de la práctica de la libertad femenina en términos de diferencia sexual se haya producido en la Europa del siglo XX tiene que ver con la filosofía postmoderna y, antes, tiene que ver con la culminación formal del proyecto de igualdad entre los sexos de raigambre humanista e ilustrada. Cuando las primeras generaciones de alumnas accedieron a la universidad sin trabas legales, se pusieron a estudiar sistemáticamente el conocimiento corriente, percibieron sus grandes vacíos, no se reconocieron en él, no hallaron en la tradición filosófica dominante un lugar en que significarse, un lugar donde establecer con libertad su sentido de sí. Y les pusieron nombre a las cosas que ellas efectivamente percibían. El relato que hizo en 1986 María Zambrano (1904-1991) de su génesis de la razón poética ...expone dramáticamente la sensación de ajenidad ...que probablemente han compartido en algún momento de su vida bastantes genias muy cultas y emancipadas del siglo XX:

...Mi razón vital de hoy es la que ya aparece en mi ensayo "Hacia un Saber Sobre el Alma"...Yo creía, por entonces, estar haciendo razón vital y lo que estaba haciendo era razón poética...Yo le llevé este ensayo...al propio don José Ortega, a la Revista de Occidente...El, tras leerlo, me dijo: "Estamos todavía aquí y usted ha querido dar el salto al más allá"....Yo salí llorando por la Gran Vía ...Y de ahí parten algunos de los malentendidos con Ortega, que me estimaba, que me quería...Y yo a él. Pero había...como una imposibilidad...Esa razón poética ...aleteaba en mí, germinaba en mí. No podía evitarla, aunque quisiera. Era la razón que germina, una razón que no era nueva, pues ya aparece antes que Heráclito...Puede decirse que no faltaban las coincidencias. Los dos seguíamos el rastro de la aurora, pero cada uno de una aurora distinta. O de la misma, pero vista de otra manera."
(María Milagros Rivera Garretas, Nombrar el Mundo en Femenino. Icaria, Barcelona 1994, p. 81 y sigs.)


Iris Marion Young

"En el esquema social expresado por Rousseau y Hegel, las mujeres deben ser excluidas del ámbito público de la ciudadanía debido a que son las guardianas de la afectividad, el deseo y el cuerpo. Permitir que las llamadas al deseo y a las necesidades corporales agitaran los debates públicos socavaría la deliberación pública fragmentando su unidad...

El mundo burgués instituyó una división moral del trabajo entre razón y sentimiento, identificando masculinidad con razón y feminidad con sentimiento y deseo...la esfera moderna de la familia y de la vida personal es una creación tan moderna como el ámbito moderno del estado y la ley, y forma parte del mismo proceso. La imparcialidad y racionalidad del estado dependen de que la necesidad y el deseo sean contenidos en el ámbito privado de la familia....

La razón normativa moderna y su expresión política en la idea de lo cívico público tiene, pues unidad y coherencia mediante la expulsión y el confinamiento de todo lo que amenace con invadir al estado con su diferenciación: la especificidad de los cuerpos y deseos de las mujeres, la diferencia de raza y cultura, la variabilidad y heterogeneidad de las necesidades, los fines y deseos de cada individuo, la ambigüedad y variabilidad de los sentimientos."
(Iris Marion Young, Imparcialidad y lo Cívico Público, en Benhabib y Cornella, Teoría Feminista y Teoría Crítica, Edicions Alfons el Magnanim, Valencia, 1990, pag.103 y sigs.)


Luisa Posada Kubissa

"De modo que la reclamación universal de Kant de "¿Qué es la ilustración?" de 1784, en el sentido de emancipar a la razón humana de todo sometimiento, yugo o sumisión a cualquier otro tutor heterónomo a la razón misma, hay que entenderlo restringido al ámbito de los seres racionales de sexo masculino pues, para las mujeres, seguirán siendo necesarios los tutores que las guíen en su minoría de edad, de hecho, tales tutores, para el caso de su contacto con el conocimiento, no habrán de ser otros que sus propios maridos. Con lo cual, no sólo se recorta sustancialmente la pretendida universalidad en la filosofía ilustrada de Kant.... sino que, como ya es patente a estas alturas, excluye a las mujeres del ámbito ético, niega su actuación por el deber y, a la vista de la función esencial que el ámbito práctico-moral juega para el sistema de la razón mismo, las convierte en una "bella" irracionalidad, cuya única vía de participación en los elevados fines de la humanidad emancipada por la razón pasa por su sometimiento al entendimiento y la virtud "sublimes" del sexo masculino.

Lo que Úrsula Nolte, en su reflexión sobre Kant, considera un mero desajuste intelectual sin más, era ya interpretado en 1953, con menos esfuerzo teórico pero mayor contundencia, como simple y pura misoginia por Buytendik. Otras posturas hermenéuticas más matizadas encuentran la clave del pensamiento kantiano sobre los sexos en una actitud ambivalente, que, por un lado, participa del modelo de pensamiento moderno-burgués -por cuanto entiende el matrimonio como pacto- mientras que, por otro lado, presenta rasgos pre-ilustrados y pre-burgueses cuando se refiere al contenido de ese contrato. Así, para Kant, en el fondo del contractualismo conyugal subyace la lucha entre los sexos y no el vínculo amoroso que caracteriza la comprensión moderno-burguesa del matrimonio. Se trate de una misoginia pre-ilustrada y ancestral en Kant, o del cruce entre dos concepciones históricas en transición, el hecho es que, para este filósofo, ambos sexos se hallan tajantemente separados." (Luisa Posada Kubissa. Cuando la razón práctica no es tan pura, en Isegoría, nº 6, pag. 21 y sig.)

Introducción y selección: Amelia de Sola

En trance de pureza

María Zambrano y su razón poética: Una filosofía que bebe de la femineidad.

"Ignorancia y olvido son en el ser humano como la sombra clara, el tímido reflejo de la nada creadora a la que con tanta pureza en ocasiones, como en la Guía de Miguel de Molinos, como en la teología experimental de Jacob Böhme, se ha querido ir, mas adonde el hombre no llega. Aproxomarse a ella es aproximarse al absoluto, al que lógicamente no cabe aproximarse, mas que fecunda a ciertos seres en trance de pureza, a ciertos seres que sólo podrían ser aquí llamados "pobres de espíritu", "limpios de corazón". La poesía de San Juan de la Cruz, donde al par que el ser humano entero resplandecen las criaturas -la naturaleza, en verdad, como recién nacida- da muestra de esta fecundidad del aproximarse, imposible en principio, a la nada que se hace en la sola vía del amor."

(María Zambrano: Notas de un método)

La secreta escala de Juan

A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada...

(Juan de la Cruz)

La fe no es fe en esto o en aquello. Es, sencillamente, fe.
La fe está desnuda de todo adjetivo.
De todo sustantivo.
La fe es un puente.
Un puente invisible tendido sobre todos los abismos.
Yo la conocía hace tiempo, pero ignoraba su nombre.
Yo la transitaba sin conocer su nombre.
Hacia los lugares del no saber.

A mi profundidad

Apertura, también, a mi interior.
A mi profundidad desconocida.

Sembrado de mí misma

Pero, al acoger, hay transformación.
De mí, que acojo.
Y de lo acogido, que devuelvo al mundo sembrado de mí misma.

Apertura

Ensancharse para acoger.
Lo que se vaya pudiendo
(¿O queriendo?
¿Apertura, pues, al deseo?
¿O a la necesidad?)
Apertura, sin más.
Ya veremos a qué.
Ya iremos viendo.

lunes, 26 de marzo de 2012

En su singularidad

"Esto es precisamente lo que nos exige el enfoque junguiano en la terapia: encontrar a cada persona, y de hecho a cada momento, en su singularidad; en otras palabras, fuera de ese campo de concentración: soltarnos -sin redes lógicas de seguridad- en la frescura y novedad de cada momento presente y en la subjetividad atómica de nosotros mismos- a fin de descubrir en ello, sólo en ello, nuestra verdadera humanidad universal."
(Gigerich)

El tiempo necesario

Aprender
(también)
a estar en mí
y quedarme allí
el tiempo
necesario.

A.S.

Gracias

Una comprensión más profunda sobre el oscuro caminar en fe.
Gracias por la tarea conjunta de darla a luz.

No puedo decir más

Esto es.
Así se me presenta.
No puedo decir más.

Ahora

Leo, y me doy cuenta de que lo que hoy me pide mi proceso no es tanto profundizar en lo que dicen otros, sino en mí misma. En mi experiencia, mi existir, mi ser, mi atestiguar y mi silencio (ahora).

El otro como catalizador

Semillas sembradas en largas horas de ser, estar, pensar, hablar y vivir con un otro que, por alguna razón, actúa como catalizador.
Territorios nuevos.
Vuelvo a mí misma
(ahora).

(Procesos: Etapas de diferenciación, complementación, síntesis y nuevas diferenciaciones, complementaciones, síntesis... a diferentes niveles.)

Dar testimonio

Me doy cuenta de que nada puedo decir sobre las cosas.
De que afirmar algo implica inmadiatamente afirmar su contrario.
Únicamente puedo atestiguar.
Dar testimonio de lo que se me presenta, tal como se me presenta.
Decir lo que es.
(Tal vez) en una transparencia creciente.
Ahora.

Nada sé

En el fondo de mi corazón, nada sé de la muerte.

Forma entre las formas

Digo
de la belleza.

Pero en el crudo corazón de la Madre
soy una forma entre las formas.

Vivo.
Moriré.

A.S.

En la pureza

Huellas
de animales
sobre la nieve
virgen

(Pureza
en la pureza)

A.S.

Testimonio

Doy fe de que se puede copular con un paisaje.
Con la nieve virgen.
Con el sol, los árboles y las peñas.
Con el epacio y el silencio.
Bajo los cielos.
Sobre la tierra del color de la sangre.
En comunión.
En soledad.

A.S.

jueves, 22 de marzo de 2012

No, gracias

¿Separación de esferas?
No, gracias.

(Habrá que volver a captarlas en su unidad, a otro nivel)

P.S. Esferas: Verdad, bondad, belleza.

Sea eso lo que fuere

Por más que miro alrededor, no encuentro a nadie que dé una impresión creíble de haberse enterado de algo, y sí a mucha gente, tanto o más, e incluso mucho más lista que yo, que ha llegado al final del camino con toda la apariencia de no haber conseguido enterarse de nada.
La probabilidad de que tal cosa me suceda es, por tanto, muy alta.
Lo sé. Y no me gusta. Pero es lo que hay.
Mientras tanto, habrá que hacer lo que va tocando.
Sea eso lo que fuere.

Una belleza sorprendida

Sigue
habiendo
belleza

(una belleza
sorprendida)

A.S.

P.S. La belleza nos asalta en los lugares y situaciones más inesperados.

Gloria Fuertes: Geografía humana

Siempre me gustó Gloria Fuertes. Como mujer y como poeta. Acabo de recibir por mail estas pequeñas joyas, y me ha apetecido compartirlas.



GEOGRAFÍA HUMANA

Mirad mi continente contenido
brazos, piernas y tronco inmesurado,
pequeños son mis pies, chicas mis manos,
hondos mis ojos, bastante bien mis senos.
Tengo un lago debajo de la frente,
a veces se desborda y por las cuencas,
donde se bañan las niñas de mis ojos,
cuando el llanto me llega hasta las piernas
y mis volcanes tiemblan en la danza.
Por el norte limito con la duda,
por el este limito con el otro,
por el oeste Corazón Abierto
y por el sur con tierra castellana.
Dentro del continente hay contenido,
los estados unidos de mi cuerpo,
el estado de pena por la noche,
el estado de risa por el alma
-estado de soltera todo el día-.
Al mediodía tengo terremotos
si el viento de una carta no me llega,
el fuego se enfurece y va y me arrasa
las cosechas de trigo de mi pecho.
El bosque de mis pelos mal peinados
se eriza cuando el río de la sangre
recorre el continente,
y por no haber pecado me perdona.
El mar que me rodea es muy variable,
se llama Mar Mayor o Mar de Gente
a veces me sacude los costados,
a veces me acaricia suavemente;
depende de las brisas o del tiempo,
del ciclo o del ciclón, tal vez depende,
el caso es que mi caso es ser la isla
llamada a sumergirse o sumergerse
en las aguas del océano humano
conocido por vulgo vulgarmente.
Acabo mi lección de geografía.
Mirad mi contenido continente.


LA ARREPENTIDA

Padre:
Hace quince días que no duermo con nadie.
Me acuso,
de no haberme ganado la vida con las manos,
de haber tenido lujo innecesario
y tres maridos, padre-
...eran maridos de otras tres mujeres.
Podía haber tenido muchos hijos.
No quiero volver a hacerlo.
Me voy a retirar del oficio.
¿Puedes recomendarme algún reformatorio?
Ustedes tienen todos muy buenas referencias.
No voy a los oficios y como carne siempre.
Socorro a las sirvientas y a los pobres del barrio
no les llevo gran cosa.
También tengo que decirle,
que soy muy desgraciada.


AL BORDE

Soy alta;
en la guerra
llegué a pesar cuarenta kilos.
He estado al borde de la tuberculosis,
al borde de la cárcel,
al borde de la amistad,
al borde del arte,
al borde del suicidio,
al borde de la misericordia,
al borde de la envidia,
al borde de la fama,
al borde del amor,
al borde de la playa,
y, poco a poco, me fue dando sueño,
y aquí estoy durmiendo al borde,
al borde de despertar.


(Gloria Fuertes)

La evolución de las cosas

"Ir contra la evolución de las cosas, es ir contra uno mismo"
(Silo)

miércoles, 21 de marzo de 2012

Dos años de blog

El 25 de marzo de 2010 escribí la primera entrada de este blog.
Decía:

"Quiero vivir bajo el signo de la libertad."

Ciclos

Vuelve a presentarse, a otro nivel, un momento de proceso parecido al de marzo de hace dos años.
Con una exactitud de fechas casi matemática.
¿Qué puerta será la que ahora se abra?
¿Y hacia dónde?

Tomarme en serio...

...Tiene consecuencias.
Va a tener consecuencias.
De todo tipo.
Sin duda.

lunes, 19 de marzo de 2012

Veremos

Tengo la impresión de que tomarme en serio, el concepto de tomarme en serio, tendrá repercusiones importantes en mi vida cotidiana, así como en mis relaciones con los demás, igualmente dignos de ser tomados en serio.
Y eso significa, o debería significar, entre otras cosas, relaciones más equilibtadas. O, lo que es lo mismo, un mayor equilibrio en mis relaciones.
Veremos.

domingo, 18 de marzo de 2012

Pues sí

"Tengo la impresión de que somos muchos los que dedicamos demasiado tiempo a los niveles de comprensión superiores. ¿Cómo seran? Resuta fascinante considerar la pregunta, pero ahora nuestro objetivo es curarnos mientras habitamos este mundo físico. Veo que hay mucha gente, sobre todo la aficionada a la New Age, que no acaba de conectar con este mundo, con el aquí y el ahora. La progresión en los campos de la contemplación y la meditación es importante, pero quienes se pasan la vida aislados deberían darse cuenta de que somos una especie que vive en sociedad. Y quienes no disfrutan de las delicias de lo físico, de los placeres de los sentidos, no aprenden plenamente la lección que les ofrece esta vida."
(B. Weiss)

viernes, 16 de marzo de 2012

Alquimia

La materia prima de la alquimia.
La que "no vale nada".
Esa que me encuentro, día tras día, cuando miro hacia adentro.

jueves, 15 de marzo de 2012

Por un pequeño tiempo

Arribar de tu mano
a un pequeño lugar de suavidad,

descansar,
por un pequeño tiempo,
en una suavidad necesaria,

en un pequeño nido
de tibieza,

libre de todo peso,
de todo asomo
de dureza,

de toda
demanda inevitable.

Sólo
por un pequeño
tiempo.

A.S.

Silo: Los estados internos

Los Estados Internos - "El Arbol" Diagrama de Moradas y Caminos.Silo

http://imaginatuvuelo.blogspot.com/2010/03/los-estados-internos-el-arbol-diagrama.html



"Debes adquirir ahora suficiente percepción de los estados internos en los que te puedes encontrar a lo largo de tu vida y , particularmente , a lo largo de tu trabajo evolutivo.

No tengo otra manera de hacer la descripción , que con imágenes ( en este caso , alegorías ). Estas , según me parece , tienen por virtud concentrar "visualmente " , estados de animo complejos .

Por otra parte , la singularidad de encadenar tales estados como si fueran distintos momentos de un mismo proceso , introduce una variante en las descripciones , siempre fragmentadas , a que nos han acostumbrado aquellos que se ocupan de estas cosas .



1.- El primer estado , en el que prevalece el sin-sentido ( aquel que mencionamos al comienzo ) , sera llamado " vitalidad difusa " . Todo se orienta por las necesidades físicas , pero estas son confundidas , a menudo , con deseos e imágenes contradictorias . Allí hay oscuridad en los motivos y los quehaceres . Se permanece en ese estado vegetando , perdido entre formas variables . Desde ese punto se evoluciona solo por dos vias: la via de la muerte o la de mutación .

2.- La via de la muerte te pone en presencia de un paisaje caótico y oscuro . Los antiguos conocieron este pasaje y casi siempre lo ubicaron " bajo tierra " o en las profundidades abismales . También algunos visitaron ese reino , para luego " resucitar " en niveles luminosos . Capta bien esto de que " abajo " de la muerte existe la vitalidad difusa . Tal vez la mente humana relacione la desintegración mortal con posteriores fenómenos de transformación y , también , tal vez asocie el movimiento difuso con lo previo al nacimiento . Si tu dirección es de ascenso , la " muerte " significa un rompimiento con tu etapa anterior . Por la vía de la muerte se asciende hacia otro estado .

3.- Llegando a el , se encuentra el refugio de la regresión . Desde allí se abren dos caminos: el del arrepentimiento y aquel otro que sirvió para el ascenso , es decir: el camino de la muerte . Si tomas el primero , es porque tu decisión tiende a romper con tu vida pasada . Si regresas por el camino de la muerte recaes en los abismos , con esa sensación de circulo cerrado .

4.- Ahora bien , te dije que había otro sendero para escapar de la vitalidad abismal , ese era el de la mutación . Si eliges esa via es porque quieres emerger de tu penoso estado , pero sin estar dispuesto a abandonar algunos de sus aparentes beneficios . Es pues un falso camino , conocido como de la " mano torcida " Muchos monstruos han salido de las profundidades de ese tortuoso pasadizo . Ellos han querido tomar el cielo por asalto sin abandonar los infiernos y , por tanto , han proyectado en el mundo medio infinita contradicción .

5.- Supongo que , ascendiendo desde el reino de la muerte y por tu consciente arrepentimiento , has arribado ya a la morada de la tendencia . Prácticamente , no puedes detenerte . Dos delgadas cornisas sostienen tu morada: la conservación y la frustración . La conservación es falsa e inestable . Caminando por ella te ilusionas con la idea de permanencia , pero en realidad desciendes velozmente . Si tomas el camino de la frustración , tu subida es penosa , aunque única no-falsa .

6.- De fracaso en fracaso puedes llegar al próximo descanso , que se llama " morada del desvió " . Cuidado con las dos vías que tienes ahora por delante: o tomas el camino de la resolución , que te lleva a la generación , o tomas el del resentimiento que te hace descender nuevamente hacia la regresión . Allí estas plantado frente al dilema: o te decides por el laberinto de la vida consciente ( y lo haces con resolución ) o regresas resentido a tu vida anterior . Son numerosos los que , no habiendo logrado superarse , cortan allí sus posibilidades .

7.- Pero tu , que has ascendido con resolución , te encuentras ahora en la posada conocida como " generación " . Alli tienes tres puertas:una se llama " Caída " , otra " Intento " y la tercera " Degradación " .

La Caída te lleva directamente a las profundidades , y solo un accidente externo podría empujarte hacia ella . Es difícil que elijas esa puerta .

Mientras que aquella de la Degradación te lleva indirectamente a los abismos , desandando caminos en una suerte de espiral turbulenta en el que reconsideras de continuo todo lo perdido y todo lo sacrificado en el altar de un dios ignoto; este examen de conciencia que lleva a la Degradación es , por cierto , un falso examen en el que subestimas y desproporcionas algunas cosas que comparas .

Tu cotejas el esfuerzo del ascenso con aquellos " beneficios " que has abandonados . Pero , si miras las cosas mas de cerca , veras que no has abandonado nada por este motivo sino por otros .

La Degradación comienza pues , falseando los motivos que , al parecer , fueron ajenos al ascenso .

Yo pregunto ahora: ¿ Que traiciona a la mente ? ¿ Acaso los falsos motivos de un entusiasmo inicial ? ¿ Acaso la dificultad de la empresa ? ¿ Acaso el falso recuerdo de sacrificios que no existieron , o que fueron impulsados por otros motivos ?

Yo te digo y te pregunto ahora: tu casa se incendio hace tiempo . Por ello decidiste el ascenso , ¿o ahora piensas que por ascender aquella se incendio ? ¿ Acaso has mirado un poco lo que sucedio a otras casas de los alrededores?... . No cabe dudas que debes elegir la puerta media

8.- Sube por la escalinata del Intento y llegaras a una cúpula inestable . Desde allí , desplazate por un pasillo estrecho y sinuoso que conocerás como la "volubilidad" , hasta llegar a un espacio amplio y vació (como una plataforma), que lleva por nombre: " espacio-abierto-de-la-energía " .

9.- En ese espacio puedes espantarte por el paisaje desierto e inmenso y por el aterrador silencio de esa noche transfigurada por enormes estrellas inmóviles .

Allí , exactamente sobre tu cabeza , veras clavada en el firmamento la insinuante forma de la Luna Negra .

Allí debes esperar la alborada , paciente y con fe , pues nada malo puede ocurrir si te mantienes calmo .

10.- Podría suceder en tal situación que quisieras arreglar una salida inmediata de allí . Si tal ocurre , podrías a tientas encaminarte a cualquier lugar con tal de no esperar el día prudentemente .

Debes recordar que todo movimiento allí ( en la oscuridad ) es falso y genéricamente es llamado " improvisación " .

Si , olvidandote de lo que ahora menciono , comenzaras a improvisar movimientos , ten la certeza de que serias arrastrado por un torbellino entre senderos y moradas hasta el fondo mas oscuro de la disolucion .

11.- ¡Que difícil resulta comprender que los estados internos están encadenados unos a otros!. Si vieras que lógica inflexible tiene la conciencia , advertirías que en la situación descripta , quien improvisa a ciegas fatalmente comienza a degradar y a degradarse ; surgen después en el los sentimientos de frustración y va cayendo luego en el resentimiento y en la muerte , sobreviniendo el olvido de todo lo que algún dia alcanzo a percibir .

12.- Si en la explanada logras alcanzar el día , surgirá ante tus ojos el radiante sol que ha de alumbrarte por vez primera la realidad . Entonces veras que en todo lo existente vive un Plan .

13.- Es difícil que caigas desde allí , salvo que voluntariamente quieras descender hacia regiones mas oscuras , para llevar la luz a las tinieblas .

No es valioso desarrollar mas estos temas , porque sin experiencia engañan , trasladando al campo de lo imaginario lo realizable .

Que sirva lo dicho hasta aquí . Si lo explicado no te fuera útil , que podrías objetar , ya que nada tiene fundamento y razon para el escepticismo , próximo a la imagen de un espejo , al sonido de un eco , a la sombra de una sombra " .


(tomado de la trilogía: HUMANIZAR LA TIERRA
Libro: La Mirada Interna
Capitulo XIX.- LOS ESTADOS INTERNOS
Autor: SILO)

NOTA: No consigo subir la imagen del árbol y los caminos internos, que resulta particularmente útil. Interesados, buscar aquí:

http://casadelanoviolencia.blogspot.com/2010/08/los-estados-internos.html

Tres cualidades

En el siloísmo se hablaba de tres cualidades necesarias para abordar cualquier tarea: Pulcritud, permanencia y tono. En un contexto de atención.
Creo que ahora toca.

Ruido interno

Ninguna
propuesta clara
en la asamblea
interna.

Hay
que esperar.

A.S.

Sin escucha

Puedo
cerrarme al corazón
y descreer.

Pero
no hay
respuesta
posible
sin apertura
al centro.

No hay
voz
interna
audible

sin escucha.

A.S.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Para empezar

Ocurre que me veo en todo lo que se menea.
En todos vosotros.
Sin faltar ninguno.
Os proyecto.
Sí.
El mundo como espejo.
Conmigo (más manía) como el jodido ombligo.
Algo así como la visión de la tierra como centro del cosmos.
Hasta que llegó Copérnico (a ver si llega, de una puta vez) y se cargó el montaje.

Lo veo clarito del todo.
Pero, tanta claridad, y consciencia,
y todos los et al. del mundo,
a la hora de la verdad,
¿valen para algo?
¿Dónde coño están el calor, la com-pasión, la ternura?
Hacia mí misma,
para empezar.

Suma cero II

Y esta jodienda, de que cada vez que afirmo algo, al momento necesito negarlo para afirmar su opuesto...

Manda huevos.

Peste de yin y yang.

Y de gran alternancia.

Y de la madre que los parió a todos.

Ya.

Hoy, al menos

"La gente no es estática, y la psique va siempre en pos del equilibrio. Uno va creciendo hacia su propio opuesto, y esto es al mismo tiempo uno de los mayores esfuerzos, una de las más grandes alegrías y uno de los aspectos más importantes de la experiencia de vivir"

(Liz Greene)

Estoy de crecimiento, equilibrio, esfurzos, alegrias y aspectos importantes, hasta el puñetero pirri.
Hoy, al menos.
Afirmo.

Siempre

Y siempre en los cuernos de la paradoja.
Estamos jodidos.
Sí.

Hay que ver cómo es uno/a

Ya pone uno/a buen cuidado en conseguir...
que no le sea concedido lo que "desea".
O en "desapegarse"...
¿O no?
Hay que ver cómo es uno/a, joder.

Cuidadín, cuidadín

¿Son los chinos los que lo dicen?

Ten cuidado con lo que deseas,
porque puede suceder que te sea concedido.

¿Qué hace uno, entonces?

Ay, los chinos...

Opciones

Demasiadas, joder.
Demasiadas.
Infinitas, en realidad.
Un mareo de opciones.

Va a ser ese el problema.

(Entre otros).

O viceversa

Que sí, que ya lo sé.

Que todo filfa.

Que sólo nada, y tal.

O viceversa, ¿no?

O las dos cosas.

O ninguna.

¿Quién sabe un coño?

Hondo suspiro

Qué jartura de mí, coño.
Y qué jodienda.

¿Y qué pasa conmigo?

¿Y qué pasa conmigo, con mi vida, con hacerme cargo de mí con seriedad?
Miedo, ¿no?
Y fuga, ¿no?
Y desgana.
Y más cosas.
Incluyendo no saber.
Nada.

En el ojo ajeno

¿Que otros no se comprometen? Yo, tampoco.
¿Que otros no se atreven? Yo, menos.
¿Que otros no aman? Pues, anda, que yo...
Ay, la paja en el ojo ajeno...

La máquina de proyectar

"El inconsciente de una persona se proyecta sobre otra, de modo que la primera acusa a la segunda de aquéllo que en sí misma no ve. Este principio es de una validez general tan alarmante que todos haríamos bien, antes de quejarnos de otros, en sentarnos a considerar muy cuidadosamente si no sería mejor tirar la piedra sobre nuestro propio tejado."

(Jung)

Rectificación

Maníaca, la entrada anterior.
Muchas, muchas veces, basta con oír.
Y con estar presente.
Y con validar.

(Cosas todas que, atestiguo, son trabajo duro)

Sin olvidar la propia necesidad de presencia.
Y de escucha.
Y de validación.
Por parte de otro ser humano.

Porque ser escuchados, presenciados, validados,
por un semejante,
tiene el poder de hacernos reales.
Profundamente reales.

Un curro sencillo

Hay veces en que me gustaría tener un curro en el que no hubiera que pensar. Ni que prestar atención. Ni que comprometerse.
Algo mecánico, inocuo, sencillo.
Algo que no dejara este cansancio inmenso, esta sensación de estar intentando vaciar el océano del dolor humano con una cucharilla de café.
O de estar intentando pulverizar la roca de la estupidez humana con una lima de uñas.
Sin olvidar el propio dolor.
Y la propia estupidez.
Considerables, ambos.

Enésima pregunta idiota

¡Quién (qué) coño soy yo?
Me encantaría enterarme.
Pero, como no paro de cambiar, va a estar jodido, oye.

Suma cero

Hay días
de un cansancio absoluto,

de una absoluta constatación

de que, realmente,
y más o menos,

da lo mismo.

A.S.

martes, 13 de marzo de 2012

Relaciones humanas

"Tengo la sensación de que no es posible entender por qué, ahora, y con qué propósito, otra persona entra en la vida de uno -independientemente de que el contexto sea de amor, sexo, amistad, enemistad, colaboración profesional o lo que fuere- a no ser en función de que la propia psique, y lo que en uno mismo está emergiendo, necesita ser integrado, y reclama ser vivido. Porque, me parece, es este el verdadero sentido de nuestros viajes con nuestros compañeros de ruta, y detrás de los frecuentes problemas, sufrimientos, riñas, desilusiones y traiciones, como también de las alegrías d la relación, se oculta un misterio tremendo: el de aquéllo, sea lo que fuere -interno o externo-, que posee la inteligencia y la potencia creativa necesarias para llevarnos tan infaliblemente hacia quienes son el reflejo de nuestro propio destino y nuestra propia alma."
(Liz Greene: Relaciones humanas. Ed. Urano)

lunes, 12 de marzo de 2012

Crucifixión (una de tantas)

Hay una continua tensión entre aquéllo en nosotros que va naciendo sin cesar, que siempre es nuevo, que cambia a cada momento y ya no es lo que era en el instante anterior (siendo, a la vez, hijo del instante anterior), y aquéllo que inevitablemente toma forma, cristaliza, condiciona, se resiste al cambio, genera, en otro lenguaje, karma.
Lo primero nos pide fluidez. Lo segundo, nos demanda responder por ello.
Entre ambos nos crucificamos.
Más allá de ambos, e incluyéndolos a ambos, la esperanza de un tertium non datur.
Quizás.

El verdadero problema

Salir del armario, como perder la inocencia, parece ser un proceso que lleva toda la vida.
Me refiero al hecho de ser quien se es (o quien se va siendo) con los menos tapujos posibles, sin menoscabo del sentido común.

El verdadero problema, no obstante, parece ser averiguar quién o qué coño va siendo uno.
La complejidad siempre acaba por liarlo todo.

Joder.

domingo, 11 de marzo de 2012

En el Matarraña




Sol de marzo
en el río.

Animal y almendro



Por fin han florecido los almendros,
en esta primavera tardía.

sábado, 10 de marzo de 2012

Mirar de frente a la vida

Definitivamente, de esta vuelta no me ilumino.
No si la cosa es como la cuentan.
No si la cosa es como dicen los que dicen que lo saben.
Tal vez, por eso, lo de "mística en excedencia", que apuntaba en uno de mis poemas, no sea, al fin y al cabo, ninguna tontería.
Amo este mundo. Amo la vida. La mía y la de todos.
Amo, apasionadamente, las historias, las historias pequeñas o grandes, individuales o colectivas, importantes o triviales.
Amo lo que nos hace individuos.
Paso del desapego. Paso cada vez más del desapego.
Es más, creo que mi camino, y puede que el camino, pasa por un apego creciente.
Creo que la vía de una consciencia cada vez más plena y abarcante pasa por dar importancia, por dar la importancia infinita, incomensurable que tienen, a muchas, a demasiadas, a casi todas las cosas por las que pasamos de puntillas, a las que nos negamos a mirar de frente; las cosas de cuya profundidad, de cuya radical profundidad, huímos para que no nos pueda el miedo, para no sentirnos abrumados por su insoslayable seriedad.
La vida. El dolor. La alegría. Los hijos. El amor. El trabajo. La lucha cotidiana. La ética. El crecimiento. La limitación. El tiempo. La muerte. El significado total de todos y cada uno de nuestros actos. El signifcado total de todas y cada una de nuestras abstenciones.
Si miramos, si miramos directamente a los ojos a todos y cada uno de los únicos e irrepetibles aspectos de los que se compone nuestra vida, de los que nos componemos, ¿cómo vamos a hacer para aguantar la tensión de responder a ellos con la profundidad que verdaderamente demandan? ¿Podremos a prender a tomarnos en serio? ¿Podremo aprender a tomarnos en serio nuestra vida, a tomarnos en serio a nosotos mismos? ¿Podremos aprender a vivir con la profundidad que es nuestro derecho, nuestro don y nuestra carga, o saldremos corriendo hacia la alienación y el "como si"? ¿Aprenderemos a vivir una vida auténtica, o continuarems conformándonos con una vida a medio gas, con un potencial a medio gas, con un amor, un trabajo, una muerte a medio gas?
No estoy hablando de inflaciones maniacas. No estoy hablando de creernos héroes o arquetipos. No estoy hablando de misiones imposibles ni de grandiosidades aberrantes. Estoy hablando de seriedad. De autenticidad. De una sencilla, humilde,
verdadera vida humana. Estoy hablando de vivir hasta el fondo mi dolor, mi alegría, mi contradicción, mi amor, mi muerte y mi destino.
Estoy hablando de reconocer como la fuga que es esa tendencia al "despego", esa ambición "iluminatoria" de quien no se atreve a vivir, a reclamar su vida y su destino, a través y más allá de todos los "no puedes", "no debes", "no sabes", "no eres".
Estoy hablando de traspasar la puerta hacia un nuevo nivel de profundidad, me lleve a donde me lleve, con amor, con respeto, con miedo, con veneración.
Estoy hablando de ser y encarnar a quien voy siendo. De reclamar eso que viene, eso que adviene de mi centro, y que me impulsa hacia un destino que amo y que temo sin conocerlo.
Estoy hablando de tomarme en serio a mí misma, y a mi vida, y a la vida.
Estoy hablando de algo que desconozco. De un nuevo nivel del ser.
No es para mí, no, la iluminación, ni el desapego, ni el renegar de una vida a la que apenas empiezo a conocer. Una vida de la que apenas empiezo a atisbar su infinita profundidad, su infinita extensión, su infinita capacidad de encarnar el ser.
Me va a faltar tiempo, me va a faltar eternidad para internarme en ese sagrado cosmos del destino, para encarnar hasta las heces ese destino, para mirar de frente a todos y cada uno de los paisajes de mi alma, de los paisajes de tu alma, de los paisajes del alma, y adentrame en cada uno de ellos sin deshonestidades ni fugas.
Apenas estoy en la infancia de mi destino.
Ojalá tenga amor, sabiduría y fuerzas para recorrerlo al completo. En todas las vidas, los tiempos, las eternidades que necesite.
Amén.

viernes, 9 de marzo de 2012

"Un día traté de llegar directamente al silencio..."

(Tomado de http://regina-libera.blogspot.com/, y a su vez, de www.cetr.net)

Antonio Tàpies: ...Es algo que me ha interesado
desde muy joven: no describir la nada que es
imposible, pero sí encontrar un mecanismo que
por lo menos la sugiera al espectador. Es lo que
intento hacer cada día, mi máxima aspiración
artística.

José A. Valente:...Tú lo has escrito: "Un día traté
de llegar directamente al silencio". Justamente ese
silencio sería la nada, el lugar de la materia
interiorizada. Creo que eso es lo que tú querías
significar con esa idea...

Fragmento de Antonio Tàpies:
"Lejos del cliché que la gente se forma del
artista, con todo su bagaje de necesaria
originalidad, personalidad, estilo, etc., que hacen
que las obras hablen de puertas afuera , para el
autor hay ante todo, un núcleo de pensamiento
más anónimo, colectivo, del cual sólo es un
modesto servidor. Es seguramente la zona donde
está depositada la sabiduría que en realidad se
encuentra y las fatales contingencias del mundo.
Es el impulso de nuestro instinto de vida, de
conocimiento, de amor, de libertad, que ha sido
conservado y vivificado por la sabiduría de
siempre. Las formas en que se concreta,
imprescindibles sin duda para la captación de
sus mensajes, son el episodio obligado de las
propias leyes de crecimiento que tiene el arte en
cada momento dado".

Fragmento de Jose A. Valente:
"Quizá el supremo, el sólo ejercicio del arte sea
un ejercicio del retracción. Crear no es un acto
de poder (poder y creación se niegan); es un
acto de aceptación o reconocimiento. Crear lleva
el signo de la feminidad, no es un acto de
penetración en la materia sino pasión por ser
penetrado por ella. Crear es generar un estado
de disponibilidad en el que la primera cosa
creada es el vacío. Pues lo único que el artista
acaso crea es el espacio de la creación...
la creación de la nada es el principio absoluto de
toda creación.
El estado de creación es igual al wu-wei en la
práctica del Tao: estado de no acción, de no
interferencia, de atención suprema a los
movimientos del universo y a la respiración de
la materia. Sólo en ese estado de retracción
sobreviene la forma, no como algo impuesto a la
materia, sino como una epifanía natural de ésta.

jueves, 8 de marzo de 2012

Una integridad sin pretensiones

A estas alturas del filme
me importa un rábano
si soy
o no soy
una pensadora
profunda,
una divulgadora
extensa,
una poeta
visceral,
una mística
en excedencia,
una hembrasapiens
sin sapiens
o una
primadonna
retirada,
del mundo
de la ópera
o del vodevil.
O sea,
que paso
mucho.
O, por lo menos,
bastante.
No me queda
tiempo
para chorradas.
No me queda
tiempo
para juegos
de guerra.
Realmente,
no me queda
tiempo
para casi
ningún juego.
Y, si me preguntan
a qué quiero
dedicar
ese tiempo
precioso
que me queda
(o tal vez
no precioso,
pero escaso,
o simplemente
tiempo),
la respuesta
es:
a algo
verdadero.
A algo verdaderamente
verdadero.
Nuevo.
Vivo.
Vulnerable
en su valor
y su
verdad.
Así que, mira,
paso
de armaduras
propias
y ajenas.
Así que, mira,
paso
de defensas
arcaicas
o adaptativas.
Así que, mira,
paso
de erupciones
y recontraerupciones,
de fobias
y contrafobias,
del viejo,
viejísimo paradigma
de "yo soy más listo/a
que tú, tururú".
Estoy cansada.
No tengo tiempo,
ni ganas,
ni me importa
una mierda
quién es más listo/a,
o más valiente/a,
o más de todo/a
que el vecino/a.
Quiero,sin más,
caminar
por los territorios
desconocidos
del alma.
Y encontrar
verdad.
Y sencillez.
Y una integridad
sin pretensiones.
Y regocijarme
con ello.

A.S.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Avaaz: El regalo del pueblo sirio

"Queridas amigas y amigos,

Impulsada por millones de acciones online y 75.000 donaciones, nuestra comunidad está jugando un papel central apoyando al pueblo sirio, que sigue perseverando en sus protestas pacíficas. Juntos estamos empoderando a periodistas ciudadanos, infiltrando clandestinamente suministros médicos y periodistas internacionales, y mucho más. Estamos teniendo un impacto, pero la asombrosa valentía del pueblo sirio constituye un verdadero regalo para el resto de nosotros. Lee este correo para conocer toda la historia, o mira aquí cómo destacados medios han informado acerca del trabajo de Avaaz en Siria: BBC, CNN, El País, TIME, The Guardian, Der Spiegel, AFP.
Esta mañana cuatro periodistas internacionales se encuentran en sus casas con sus familias, sanos y salvos. Pero los ecos del horror y el heroísmo vividos en Bab Amro deben seguir retumbando en sus oídos. Más de 50 activistas sirios, apoyados por Avaaz, se ofrecieron como voluntarios para ayudarles a escapar, junto a numerosos civiles heridos, de la carnicería perpetrada por el ejército sirio. Muchos de estos heroicos activistas no han logrado sobrevivir a esta última semana.

Abu Hanin es uno de esos héroes. Poeta de 26 años, él fue quien lideró la organización de la red de periodistas ciudadanos que Avaaz ha venido apoyando para que las voces del pueblo sirio se escuchen en todo el mundo. El último contacto con Abu Hanin fue el pasado jueves, mientras las tropas del régimen cercaban el lugar donde se encontraba. Entonces leyó su última voluntad al equipo de Avaaz en Beirut, y nos dijo dónde había enterrado los cuerpos de los dos periodistas occidentales asesinados durante el bombardeo. Desde entonces, su barrio de Bab Amro se ha convertido en un agujero negro, y no sabemos qué ha podido ser de él.

Es fácil perder la esperanza cuando observamos lo que está sucediendo ahora en Siria. Pero para honrar a quienes han fallecido, debemos seguir hacia adelante con la misma esperanza con la que ellos murieron. Mientras se oscureció en Bab Amro y el miedo a nuevas masacres se propagó, el pueblo sirio tomó las calles una vez más, por todo el país, en una nueva protesta pacífica reflejo de su impresionante valentía.

Su valor es nuestra lección, el regalo que nos da el pueblo sirio. Porque es en su espíritu, y en su coraje a la hora de afrontar la cara más oscura de nuestro mundo, donde encontramos el nacimiento de un nuevo mundo.

Y en este nuevo mundo, el pueblo sirio no está solo. Somos millones de ciudadanos de todas las naciones los que, una y otra vez, les hemos apoyado desde el comienzo de su lucha. Cerca de 75.000 personas hemos donado casi $3 millones de dólares para financiar movimientos ciudadanos y dotarles con equipos de comunicación de alta tecnología para que puedan contar su historia. Esto también ha permitido al equipo de Avaaz a ayudar a infiltrar clandestinamente asistencia médica por valor de más de $2 millones de dólares. Además, hemos emprendido millones de acciones por internet presionando al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Liga Árabe a actuar, exigiendo la imposición de sanciones internacionales. Hemos hecho entrega de dichas campañas a través de decenas de eventos públicos, campañas mediáticas y reuniones al más alto nivel con líderes mundiales. Juntos hemos ayudado a ganar muchas de estas batallas, incluyendo la adopción de medidas sin precedentes por parte de la Liga Árabe, y las sanciones sobre el petróleo sirio impuestas por la Unión Europea.

Nuestro equipo en Beirut también ha contribuido ofreciendo un valioso centro de comunicaciones para coordinar las complejas operaciones clandestinas y el rescate de heridos y periodistas liderados por valientes y expertos activistas. Avaaz no dirige estas actividades; nuestro trabajo es de facilitación, apoyo y asesoría. También hemos establecido casas seguras para activistas, y apoyado los esfuerzos diplomáticos del Consejo Nacional Sirio -- el incipiente órgano representativo de la oposición. Gran parte de los principales medios internacionales han cubierto el trabajo de Avaaz para ayudar al pueblo sirio, con artículos destacadas en la BBC, CNN, El País, TIME, The Guardian, Der Spiegel, AFP y muchos otros, que citan nuestro "papel central" en apoyo del movimiento pacífico de protesta en Siria.

Hoy, pesadillas como las que se han vivido en Homs están repitiéndose en otros lugares de Siria. Es muy probable que la situación empeore antes de que pueda mejorar. Va a ser un camino sangriento y complicado, y a medida que más manifestantes deciden tomar las armas para defenderse, la línea que separa el bien del mal se tornará más borrosa. Pero el régimen brutal del Presidente Asad caerá, y habrá paz, y elecciones, y un gobierno más responsable. Está claro que el pueblo sirio no va parar mientras no lo consiga, y esto podría suceder más pronto de lo que todos pensamos.

Cada experto con el que consultamos en un principio nos decía que un levantamiento en Siria era algo impensable. Pero aun así decidimos enviar equipos de comunicación vía satélite. Porque nuestra comunidad sabe algo que muchos expertos y cínicos no saben: que el poder de la gente y un nuevo espíritu de ciudadanía están barriendo nuestro mundo hoy. Y se trata de un poder intrépido e imparable, capaz de llevar esperanza a los lugares más oscuros. Marie Colvin, la periodista estadounidense que cubría la represión en Homs, habló con el equipo de Avaaz poco antes de morir: "No voy a dejar sola a esta gente". Nosotros tampoco.

Con esperanza y admiración hacia el pueblo sirio y hacia los valientes ciudadanos de todo el mundo"

Ricken, Wissam, Stephanie, Alice, David, Antonia, Will, Sam, Emma, Wen-Hua, Luis, Veronique, Laura y todo el equipo de Avaaz

P.D. Si quieres hacer más, haz clic en este enlace para ayudar a que nuestra vital línea de esperanza en Siria siga abierta:
https://secure.avaaz.org/es/smuggle_hope_into_syria_es_sp_rb/?vl


Escisión

“Dividir el mundo en bueno y malo lo hace más fácil de entender”
(Mason & Kreger)

Keleden

El otro día vi un libro con ese título.
Se anunciaba como camino espiritual.
Idiota de mí, que no me lo compré.
Pero lo haré, por Thor, por Odín, por Belenos, por Tutatis, por Favor, por Ejemplo (Obelix et al.).
Keleden es el logro supremo de la vida espiritual (y material).
El camino indefectible del desapego.
La puta leshe.
Que eso.
Keleden.
Ke le vayan dando.
Mucho.
A todo.
Y tal.

I love frivolity

fri·vol·i·ty (fr -v l -t ). n. pl. fri·vol·i·ties. The quality or condition of being frivolous.
(De un diccionario on line).

Oh, yes.

I love frivolity.
I love frivolity
so much.

I love to go de crucero,
en un barco grande y blanco
(que no
se hunda,
please).

I love to have a romance
con un hombre
así
como de cine.

Un galán
maduro
y sexy
a lo Harrison Ford
o cosa
parecida.

Oh, yes.
I love
mogollón
de trapos,

mogollón de shopping,
mogollón
de masajes,
peluquería,
peelings anti
age
y pro
no-age,
et muchísimo
al.

Oh, que yes,
que frivolity
a granel
pa mi body.

Besos
hasta la
campanilla
a la luz
de la moon.

Noches
apasionadas
a la luz
del fire
(sobre piel
de leopard,
of course).

Oh, muchísimo
yes,
I love
romanticism
and stupidity
and horteradas
supinas
y más.

Cenas sin calorías.
Amantes tontos del ano.
Orgasmos sin complications.

Oh, yes,
frivolity
a saco.

Frivolity,
por fin,
a cascoporro.

¡Qué
descanso
pal
alma!

¡Qué
conquista
suprema!

¡Qué
definitiva,
infinitamente
guay!

¡Sí!
¡Y sí!
¡Y ya!
¡Yeah!

(Reverencia
pal público, y eso.)

A.S.

Again

Paso.

De eso.
Y también de eso
y de eso otro.

O sea, que paso.

De tí,
y de ése,
y de aquél de allí.

Que paso,
vamos.

De todo.
Y de todos.

Por lo menos,
por hoy.

Y a tomar
por el Sagrado Culo
la Gran Madre
(y toda su cohorte).

Again.

A.S.

Por delante y por detrás

Qué bien
debe
sentar

una buena
rabieta.

Buena
de verdad.

Con desplome
en el suelo,
pataleo,
berridos
a granel

y culpa
esparcida
por doquier.

A ver
si soy capaz
de permitírmela.

Y que follen
al mundo
entero.

Por delante
y por
detrás.

Joder.

A.S.

Por una vez

La tentación

(y el deseo
perverso)

de dejarlo
todo
de lado.

Una buena
enfermedad
(leve)
que me mande
de vacaciones
(largas).

Y,
para variar,
que me cuiden
a mí

(por una
vez).

Coño.

A.S.

martes, 6 de marzo de 2012

La idea de Anima Mundi

Fragmento de una clase dada por Enrique Eskenazi acerca del pensamiento de Wolfgang Giegerich. 2009.

Transcripción Alejandro Bica.


(En http://alebica.blogspot.com)


El monoteísmo, que es la aparición de un solo dios, trasciende la diversidad. La naturaleza es el plano de la diversidad, de los infinitos ejemplares. Pero un solo dios ya no puede estar identificado con la diversidad, sino que la trasciende. Este monoteísmo –que además con el judaísmo se vuelve totalmente trascendente, con un dios que no sólo no está en la naturaleza, sino que es sobre-natural, y que no se puede nunca encontrar por medios naturales porque está en un plano totalmente distinto de lo natural– hace que históricamente la naturaleza aparezca desprovista cada vez más de toda divinidad. Y este fue un proceso lento que acaba en una naturaleza que no es más que proveedora de materia prima para nuestra supervivencia, y sin ningún valor anímico colectivo –aunque sí puede tener algún valor personal, egoico, para ti o para mi, como un paisaje que nos conmueve, que nos hace llorar, pero para la cultura no tiene más valor que ser fuente de subsistencia y de materia para fabricar cosas.

¿Cómo es posible esto? Porque ha habido un largo proceso en que la vida que estaba en ella fue extraída, fue traspasada, y lo que pasó a ser válido, valioso, fue lo sobre-natural. Por lo tanto, el monoteísmo comienza un proceso de superación de la naturaleza, pero no lo consuma plenamente. Lo consuma plenamente la industrialización y la tecnología, donde ya la naturaleza ha quedado completamente vaciada, transformada en algo que tenemos que cuidar, en parque temático, en lugar de turismo, en material para las industrias y condición para nuestra vida biológica –ya el hablar de vida biológica muestra qué muerta está anímicamente. Y ahora hay que defenderla y cuidarla, mientras antes la naturaleza era lo insondable, culturalmente estábamos a merced de la naturaleza, la naturaleza era temible, “la Gran Madre Terrible”, pero hoy es una pobre viejita que como no la cuidemos se muere, la necesitamos para vivir. Ya no es algo ante lo cual temblar y oír voces, sino que es un animalito cuya vida depende de nosotros y que la necesitamos porque vivimos de los huevos que pone. Pero nada más. Todo esto comienza con el monoteísmo. Y es cierto, las culturas politeístas al tener muchos dioses se expresaban en la diversidad de la naturaleza. El monoteísmo ya es una primera fase de abstracción, es abstraerse de lo inmediato, y empieza esta caída de lo natural como algo no-real.

Mientras más pierde significado la naturaleza más se vuelve realidad meramente material. Hoy en día cuando la gente te dice “la naturaleza”, te está diciendo, montañas, árboles, peces, etc.; pura materialidad. Ya no te hablan de la vida psicológica de la naturaleza, te hablan de la vida biológica de la naturaleza. Se ha vuelto enteramente material, justamente esto ha logrado el monoteísmo. Hoy el espíritu está en la dinámica cultural, en las conquistas del intelecto, en ese poder enorme que ahora puede hacer saltar a la naturaleza del planeta en un minuto. No es por lo tanto la naturaleza la que puede crear o destruir, salvo accidentalmente; un gran tornado nos asusta, pero es una fuerza ciega, no es un dios que habla. Hablamos de la violencia de los elementos, ya no de la expresión de una voluntad divina. La naturaleza está absolutamente cosificada.

“Lo que realmente ocurrió con el origen del monoteísmo es la (primera inmediación de una) sublación de la naturaleza en el sentido de un movimiento lógico, aún vivido dentro de la esfera de la naturaleza, que llevó de lo Particular a lo Universal: de los árboles, las montañas, los ríos (en su estatus de cadidad) a la totalidad de la naturaleza: la creación, la caída y la redención del mundo” (Wolfgang Giegerich en Respuesta a las Respuestas de Mogenson, Miller, Beebe y Pulver. 2004.) Y mundo contiene, supera, y aniquila la diversidad, la singularidad, la importancia de cada árbol único, de cada río único, etc. Todo eso guardado en un sólo universal llamado mundo. Hay un proceso de abstracción, por lo tanto.

“El politeísmo precisamente no tenía idea de anima MUNDI como tal, porque la conciencia del “mundus” requiere ya o bien el “monoteísmo”, o bien la elevación filosófica por encima del nivel de las particularidades concretas de la naturaleza.” (Ibid.) En el politeísmo ni siquiera podía haber noción de mundo porque cada cosa era un mundo en sí. La idea de un mundo unitario, que es lo que da realidad a todo lo que vive en el mundo, sólo es posible porque la consciencia ya a pasado del estadio politeísta al estadio monoteísta. Sólo una consciencia monoteísta puede hablar de anima Mundi. La idea de mundo surge como tal en occidente en la filosofía griega. Son los filósofos los que hablan del cosmos, de la totalidad de lo que es. Antes no había idea de totalidad. Cada cosa era en sí una totalidad que lo colmaba, no se formaba un concepto unitario. Los filósofos griegos evidentemente eran monoteístas, ya el politeísmo lo consideraban una cuestión del vulgo, de la gente ignorante, ellos ya no adoraban a dioses, ni siquiera a dioses personales, sino a uno abstracto.

Ya la idea de bosque como algo muy distinto de cada árbol en su singularidad es la capacidad de reunir lo particular en un concepto más amplio. En el politeísmo la cadidad de cada cosa era lo real, y por eso cada cosa estaba habitada por presencias. Pero lo que no había era una capacidad de abarcar lógicamente, -no visualmente, visualmente podían ver el bosque, pero no se entendía que el bosque tuviera una unidad lógica, sino que era una reunión de cadidades irrepetibles. El monoteísmo -o la emergencia de una consciencia por encima del nivel de lo particular- lleva a la idea de una gran unidad que es más real que los particulares. Y sólo entonces se puede hablar de un anima MUNDI, sólo entonces incluso se puede hablar de MUNDI. Todos pensamos que mundo es la cosa más evidente, pero ¿qué quieres decir por mundo? ¿Cuándo has visto el mundo? ¿Qué experiencia tienes del mundo? El mundo no es esta botella que esta aquí, no es aquella persona. ¿Dónde está el mundo? Cuando dices “el mundo de los artistas”, ¿dónde está el mundo de los artistas, cuánto mide, cuánto pesa? Múestramelo.

El mundo es un grado de abstracción tal, que permite pensar una totalidad que nunca se puede percibir: es un concepto. Vivimos a través de conceptos y ni siquiera nos damos cuenta de que son conceptos. Por lo tanto, la idea de un anima MUNDI implica un grado tal de abstracción como para llegar a pensar algo con lo que uno jamás se topa. Los insectos no tienen mundo, los gatos no tienen mundo. Incluso podríamos decir que los más antiguos de nuestros antepasados no tenían mundo, y que sólo en el momento en que surge la consciencia, surge el mundo. Si no hay consciencia no hay mundo. Pero si hay consciencia hay ruptura con la naturaleza. Por lo tanto, el mundo no está más allá de una consciencia, sino que el mundo aparece ante una consciencia que lo puede percibir porque ha llegado al concepto de mundo. Sin concepto de mundo no hay mundo. Vean como vivimos tan en la mente que no nos damos cuenta, y creemos en la realidad del cuerpo pero vemos el cuerpo sólo a través de la mente. Pero como no vemos la mente creemos que la mente no está. Sólo vemos a través de la mente, hasta tal punto que vivimos sólo en la mente, y secundariamente todo lo demás.

En este momento la consciencia está llegando a casa. Y de haber sido lo que nunca se veía y a través de lo que veía todo, ahora empieza a verse, empieza a transformarse en auto-consciencia. Es una gran conquista. El mundo del concepto no era consciente de ser mundo de conceptos. Conceptos que no eran conscientes de ser conceptos. Conceptos que pasaban por cosas por la falta de consciencia de ser conceptos. El concepto estaba en la consciencia pero no como concepto, sino como cosa. Pero cuando el concepto no sólo está en la mente, sino que hay consciencia de que es concepto y no ya cosa, entonces la consciencia empieza a darse cuenta de que es consciencia. Es consciencia de las cosas, pero no es solamente la copia de las cosas, es la consciencia de las cosas. Habla de las cosas pero la que habla de las cosas es la consciencia. Y en este momento la consciencia empieza a reconocerse a sí misma, en lugar de estar perdida en las cosas a las cuales se refiere.

Primero la Sombra, luego el Ánima (D. Giegerich)

Primero la Sombra, luego el Anima, o el advenimiento del Huésped.
La integración de la Sombra y el surgimiento de la Psicología

Giegerich, Wolfgang (2008). Soul Violence, Collected English Papers Vol III. New Orleans: Spring Journal Books. Publicado originalmente en GORGO 15 (1988): 5-28, y una versión abreviada traducida al inglés en Spring 51 (1991): 86-106.

Traducción: Josep M. Moreno.


(En http://alebica.blogspot.com/2011/08/wolfgang-giegerich.html)

Wolfgang Giegerich es un psicólogo analítico cuya obra ha sido considerada como "pensamiento junguiano de tercera ola", comparando la obra de Giegerich con la "segunda ola", la psicología arquetipal asociada con James Hillman.

En sus lecturas de Eranos de 1934, Jung afirma, “Si el llegar a términos con la sombra es la “obra del aprendiz” entonces esto mismo con el ánima es la “pieza maestra”” (CW 9i § 61, trad. modificada). Y otra vez, en una corta carta escrita en 1959, escribe, “Reconocer la sombra es lo que yo llamo la obra del aprendiz, pero habérselas con el ánima es la pieza maestra, que no muchos pueden llevar a cabo” (1).
La “obra del aprendiz”, Gesellenstück, es la expresión relacionada con una pieza de artesanía realizada por un aprendiz para cualificar para oficial y maestro. Si Jung utiliza las metáforas de aprendiz, oficial y maestro, podemos preguntar de qué trata el aprendizaje que Jung tiene en mente. Yo afirmo que es psicología -no sólo como disciplina académica, sino también como un modo de vida, un modo de ser-en-el-mundo. En este sentido, la psicoterapia es más que y diferente de un intento de liberar a la gente de sus desórdenes psicológicos. La psicoterapia sería, en último análisis, el aprendizaje del paciente de un oficio, de una habilidad: es la habilidad de vivir y percibir psicológicamente. Y la eliminación o mejora de los síntomas sería simplemente un efecto colateral del progreso en este oficio.


Obtener un conocimiento real de la sombra es lo que señala que el aprendizaje en psicología se ha completado. Si este es el significado de la afirmación de Jung, no debemos leerla dogmáticamente, como si no hubiera otros caminos de entrada a la psicología más que el de la sombra. Más que usar la afirmación de Jung para establecer un dogma sobre un detalle específico dentro de la psicología (el proceso terapéutico en la consulta que tiene siempre dos fases literales, primero la sombra y luego el ánima), me gustaría hacer regresar la afirmación de Jung atrás hacia si misma, para que pueda revelarnos las verdaderas nociones de sombra, ánima y psicología implicadas y ayudarnos así a mejorar y hacer más compleja nuestra comprensión de estas nociones. Más que leer la afirmación de Jung como un trozo de información sobre determinados hechos intrapsicológicos, podemos aproximarnos a ella con una pregunta acerca de qué concepto subyacente de psicología quiere hacer emerger.


A menudo Jung se refería al proceso de llegar a conocer la sombra bajo la etiqueta de “integración de la sombra”. Si la tarea completa de integrar la sombra ha de contemplarse como un aprendizaje y si el reino del anima, y por tanto del alma, empieza justo después, las implicaciones resultarían impactantes. Significaría que con el trabajo con la sombra, que toma tanto tiempo en la mayoría de análisis, aún no estamos plenamente en la psicología, sino en una especie de fase preparatoria, en una propedéutica psicológica. En vez de ser un tema o un contenido de la psicología, como un campo determinado, algo que se encuentra cuando aplicamos la psicología para tratar gente, la sombra y su integración quedan afuera, en frente de la psicología. Constituyen la frontera, el umbral que te conduce hasta ella y quizás hacia su interior.
Esto da un giro a lo que he dicho antes sobre el aprendizaje del paciente en el oficio de vivir psicológicamente. Mientras lo consideremos de este modo -el paciente es el que tiene que aprender este oficio- estaríamos inclinados a pensar que es el terapeuta el que ejerce de entrenador. Pero sugiero que es la misma sombra la que es el psicopompo. Los aspectos oscuros, aquello que odiamos como incompatible con nuestra ego-personalidad, aquello que tememos como una amenaza a nuestra auto-imagen y a nuestra paz mental, ésto es lo que nos enseña, tanto al paciente como al terapeuta, para devenir psicológicos.


Y podemos ir un paso más allá. Si el profesional, el analista, no es el maestro que enseña al paciente como aprendiz, sino que el maestro real es la sombra, entonces quizás, por la misma lógica, los aprendices reales no son tampoco ni el paciente ni el analista, como personas, sino la propia psicología. Es la psicología la que está “en aprendizaje” por medio del trabajo de la sombra, y las personas son solamente el lugar en el que tiene lugar este entrenamiento de la psicología por la psicología misma, y las personas se beneficiarían de ello (si esto llega a ocurrir en ellos) en sus propias vidas.


La psicología simplemente no está allí, aún no ha llegado del todo, está todavía realizándose, aún en el camino hacia ella misma. Hacer alma es esencialmente hacer psicología. No está, como cree el inflado ego, preocupada con nuestro crecimiento personal, interesada en nosotros. El ego contemporáneo considera el trabajo de alma de un modo completamente personal -narcisísticamente, si no paranoicamente (2),identificándose a sí mismo con el objetivo y el propósito de “el alma” y su opus.

PRELIMINARES: Psicología como contenido versus Psicología como forma de consciencia
Debemos distinguir tres significados de “psicología”: primero, psicología en el sentido substancial como contenidos específicos (ideas sobre la psique); segundo, psicología como un estilo, por ej., como el modo de una respuesta al mundo llena de alma de acuerdo con la eterna actividad mitologizante de la psique y su vida imaginal; y tercero, psicología como un estatus lógico o un nivel de consciencia total.


En su sentido substancial, como un cuerpo de ideas explícitas acerca del alma, sus trabajos, su naturaleza, su pre-existencia y destino después de la muerte, etc., podemos decir que la psicología ha existido en todas las edades. Incluso sociedades muy arcaicas parecen haber tenido una rica psicología en este sentido, quizás una más rica y profunda y diferenciada que la nuestra, si pensamos, por ejemplo, en las culturas chamánicas. Y claro, la metafísica y todas las religiones han desarrollado también doctrinas acerca del alma.


Así, en el segundo sentido de psicología, hay psicología en el sentido en que Jung, por ejemplo, interpretó la alquimia, en contra de la propia auto-comprensión de la alquimia, como una psicología. Los alquimistas hablaban abiertamente sobre y trabajaban con substancias químicas y sus procesos. Pero al focalizarse conscientemente en estas substancias en el mundo material, así dice el argumento de Jung, los alquimistas realmente, aunque inadvertidamente, habrían dando expresión al proceso del alma. De igual modo, gran parte de la mitología, de la astronomía antigua y medieval, la biología, la anatomía, la economía, la teoría política, etc. pueden considerarse como la psicología de nuestros antepasados. Ellos no hablaban explícitamente sobre el alma, sino sobre las estrellas del universo, las plantas y las partes del cuerpo humano, la administración de la casa y el estado, las substancias químicas y los problemas filosóficos -pero en todo ello, la psicología ocurría, considerando que era el alma la que estaba hablando sobre sí misma a través de lo que ellos están diciendo sobre aquellos temas. Esto es una psicología oculta, no explícita: la auto-expresión del alma, la auto-presentación de su logos por medio de la metáfora y la “especulación”.


El tercer significado de psicología está separado de los dos primeros (los cuales están íntimamente relacionados) por un hiato. No se dio durante todas las edades, sino que surgió solo después de siglos de transición, en la era post-medieval y como tal es relativa a este período -o quizás relacionada sólo con la modernidad (desde inicios del siglo XIX). Es, por así decirlo, la síntesis de las dos primeras nociones: el mismo proceso del alma hablando sobre sí misma (= al segundo significado de “psicología”) pero ya no más como la auto-expresión del alma inocente y su auto-indulgencia en su especulativa auto-proyección, sino como el reconocimiento consciente de que el alma (el así llamado inconsciente) es el sujeto o agente o autor detrás de tal auto-mostrarse. Este reconocimiento halla expresión en el establecimiento de una disciplina científica llamada psicología -con lo que retornamos al primer significado (“substancial”) de la palabra “psicología”, pero ahora en un nuevo nivel. Ahora cualquier cosa humana puede ser sospechosa de ser “psicológica”, de tener motivaciones psicológicas inconscientes o complicaciones. Cuando esta sospecha es llevada al extremo y todo es reducido a “psicología” es cuando hablamos de psicologismo, cuya posibilidad es señal de que ha surgido un nivel radicalmente nuevo de consciencia, o está apunto de alcanzarse. Pero incluso si la psicología en este tercer sentido no es llevada al extremo, es decididamente personalista. En este nuevo nivel o estatus lógico, ya nada, en última instancia, es tomado tal y como aparece, todo ha de ser “reflejado” y “ser visto a través” (aunque no todo necesariamente en el sentido de psicologismo).


Pero queda claro que siempre que la psicología sea fundamentalmente personalista, su noción como un estatus de consciencia no se realiza plenamente. “Personalista” significa que el ser humano en su positividad es tomado como el substrato de todo fenómeno psicológico o como su contenedor -y siempre su referente real y su base. En otras palabras, la psicología no se define realmente como un estatus lógico, siéndolo estrictamente por su forma de consciencia, sino que lo es por su supuesto objeto, una entidad que existe positivamente fuera de ella misma, como si la psicología fuera una más de las ciencias naturales que intenta explicar ciertos aspectos del mundo natural. La Psicología aún no ha regresado a casa a si misma, no ha realizado su propia noción. Es una psicología en este sentido que está aún haciéndose.


Y quizás la Psicología en este sentido, es algo cuya verdadera naturaleza es estar siempre en el camino hacia si misma. Quizás la psicología nunca pueda ni nunca será accesible como una ciencia, un cuerpo de conocimiento o un sistema de conocimientos que han sido conocidos y practicados mucho tiempo y están a disposición de cualquiera que quiera aprenderlos. La Física, la Biología, etc. son de naturaleza tal que lo que sean puede adecuadamente ser expuesto, expresado en textos. No ocurre así con la Psicología, que es fundamentalmente desconocida. Y como psicólogos somos posiblemente y verdaderamente profesionales sólo hasta el punto en que hayamos entendido lo incognoscible de la psicología y hasta el punto de que trabajemos desde esta comprensión.


“No puedo evitar creer que el problema real será a partir de ahora hasta un futuro incierto un problema psicológico”, Jung escribió a Bruecher en 1959 (3). Al escribir esto, Jung pudo haber querido decir antes que nada que la psicología y la comprensión psicológica resultará ser cada vez más una necesidad. Esta afirmación, si la sobreinterpretamos aunque sea poco, incluso puede hacernos pensar que la psicología es una cuestión del futuro en un sentido más radical: que aún no existe ya, pero aún ha de surgir por primera vez. Que “el problema real” del futuro será psicológico, nos dice que para Jung la psicología es más que una disciplina científica (un compartimiento del conocimiento) o una particular tarea entre otras. Más bien, es lo que denomino un “estatus lógico” completo y entero, “nivel” o “forma” de consciencia, un estatus o nivel que provee el horizonte dentro del cual todos los problemas particulares tendrán que referirse -en contraste con eras pasadas, durante las que la vida y los problemas que afrontaban se percibían e interpretaban dentro del horizonte de otros estatus de consciencia, tales como uno mitológico y ritualista. La Psicología -y es, claro, esencial entender que lo que Jung tiene en mente aquí es la consciencia psicológica que se esforzaba en construir en su propio trabajo y a la que a menudo denominaba “la moderna psicología del inconsciente” más que los tipos de psicología usuales que se hallan en la academia o en otras escuelas de terapia más racionalistas -la psicología como un nuevo modo de ver la vida, como una manera completa de responder a ella, la psicología como la formación sucesora de la mitología, la religión y la metafísica.


La mitología, la religión y la metafísica están, por así decirlo, en una orilla del río del alma; la psicología, como forma de consciencia, en la otra orilla. La historia del alma requiere que la conciencia cruce hacia el otro lado. Con su foco en el ser humano positivamente existente, la psicología personalista, a pesar de su propia falta de autocomprensión, nos provee, sin embargo, de un punto de apoyo en medio del río, para que la consciencia se apoye y salte, y así se haga posible el cruce histórico de una orilla a la otra. Usando otra imagen, podríamos decir que el foco sobre el individuo real (al que nos referimos más arriba como la moderna identificación narcisista del ego moderno con el alma) nos provee de la sólida (positiva) bisagra o pivote necesarios para que la consciencia sea capaz de (absoluta-negativamente) oscilar de su estatus previo al nuevo.

“Primero…, Luego…”
Después de lo que se ha argumentado, se sigue que al discutir sobre el tema de la sombra no quiero simplemente informar acerca de descubrimientos empíricos en terapia o presentar una teoría de la sombra como un contenido de un campo existente y de la experiencia personal llamado psicología. Quiero discutir la integración de la sombra como el proceso de la emergencia de y nuestra primera entrada en la “psicología”, lo que puede ser visto tanto en un nivel colectivo como la prehistoria de la psicología como una disciplina y, en un nivel personal, como la iniciación del paciente -y del hombre moderno- a la psicología como un estado de consciencia o modo de-ser-en-el-mundo, en otras palabras: como el propio volverse la psicología lentamente psicológica. Este surgimiento de la psicología ha de contemplarse exclusivamente en el contexto de la historia del occidente cristiano. Por mucho que el pensamiento clásico griego sobre la psique y la arcaica “psicología” germánica puedan haber influenciado a occidente, la cristianización de Europa y el concomitante incremento de la población son un corte que psicológicamente apunta a un nuevo principio, un segundo inicio de la historia casi desde su base.


Por otra parte, el encuentro con la Sombra tiene un impacto mucho más fundamental y significativo en el mundo dristiano, que se caracteriza por la oposición pronunciada del bien y el mal, del que tendría en el contexto pre o extra-cristiano del mundo politeísta. Gran parte de la psicología de la sombra en el sentido de Jung ha de entenderse sólo desde su raíz cristiana, que también dio lugar a todo el fenómeno llamado psicología moderna. (4)


La integración de la Sombra es la llegada de la Sombra y nuestro alojarlas en nosotros mismos como un invitado (ciertamente poco querido). Y su llegada es la llegada al ser de una consciencia psicológica. “Primero sombra, luego anima” -esto significa que para el estatus en el que está la consciencia la sombra es el Portador del Alma, el heraldo de aquel futuro cuyo “problema real será el psicológico”. Esto significa que la sombra es el extranjero cuyo regalo para nosotros, si le acomodamos, es la transformación del mundo, desde un mundo de hechos positivos a un reino del alma.


Así como año tras año vivimos nuestras vidas, vamos cambiando de ser regidos por una dominante arquetípica a otra. Este flujo está, sin embargo, contenido dentro de la vida imaginal y atemporal del alma. Cambia solamente el estilo o la perspectiva que rige sobre la consciencia, sin cambiar el nivel completo en el que la consciencia se encuentra. La continuidad de la identidad de la consciencia se retiene. Es como ir a través de un museo, desde una sala de imágenes de un ambiente peculiar a otro. “Primero sombra, luego anima” destroza la idea inocente de que el anima y la sombra son diferentes, del mismo modo que lo son dos salas adyacentes en el mismo plano continuo. Fuerza una ruptura en nosotros, una ruptura dentro del flujo mismo de la vida eterna de la imaginación, desde el primer nivel en el que dicho flujo ocurre, hacia un segundo nivel completamente nuevo, al modo de una transformación fundamental o mutación de la consciencia como un todo. “Primero sombra, luego anima” saca a la psicología fuera de la inocencia platónica de las imágenes atemporales y primordiales y la arroja al Tiempo, fuerza sobre ella un sentido de la historia, un hiato, una mutación.


La psicología arquetipal ha rechazado todo desarrollismo psicológico, tanto si venía de Erich Neumann como si lo hacía de Fordham. Y lo ha hecho correctamente. El desarrollismo requiere que vayamos a través de todas las salas del “museo” imaginal, posiblemente en la secuencia “correcta”. Con los desarrollismos siempre estamos en el mismo plano. Están guiados por una visión idealista de completitud, en última instancia por algo parecido a la idea del uomo universale. Una consecuencia de ésto es que cada imagen o condición individual se reduce a una simple fase en el camino hacia esta completitud (aunque siempre sea admitida como inalcanzable).


La psicología arquetipal o politeísta, al contrario, enfatiza que cada imagen arquetípica y cada condición es portadora de su propio significado, profundidad y completitud en sí misma. Si ahora enfatizo el dictum de Jung “Primero sombra, luego anima”, esto no ha de considerarse como una recaída en el pensamiento desarrollista. Más bien se ha de entender como un forzarnos a ver lo que antes apunté: que, en adición a las múltiples perspectivas o estilos de consciencia dentro de un flujo continuo de la vida imaginal, se ha producido una discontinuidad en la vida imaginal misma, una ruptura de un plano a otro, una muerte de la “vieja identidad” de la consciencia y su renacimiento con una nueva identidad y un nuevo estatus.


La psicología junguiana está aún obstaculizada por una concepción naturalista de la psique, como si ésta fuera una entidad que puede comprenderse mediante analogías con cosas u organismos biológicos tales como el cuerpo humano. Las entidades pueden considerarse como compuestas por partes. El cuerpo claramente está constituido por órganos distintos: corazón, pulmones, hígado, estómago, etc. De un modo similar en los círculos junguianos se imagina a la psique como constituida por el ego, la sombra, anima/animus, etc. Pero ello implica una mala interpretación, una visión reduccionista no psicológica. Marie-Louise Von Franz menciona un comentario muy importante realizado por Jung:
En la psicología Junguiana, generalmente definimos la sombra como la personificación de ciertos aspectos de la personalidad inconsciente.… Podemos, en consecuencia, decir que la sombra es el aspecto oscuro, no vivido y reprimido del complejo del ego… El Dr. Jung… una vez en una discusión rechazó todo esto y dijo, “¡Todo esto no tiene sentido! La sombra es simplemente el inconsciente total” (5).


Si la sombra es la totalidad del inconsciente, entonces no hay espacio para otras partes de la personalidad, como el anima, en el inconsciente más allá de la sombra. La sombra lo es todo.


Pero entonces se hace cada vez más difícil para la concepción original descubrir lo que dijo Jung respecto al ego, que es una “personificación del inconsciente mismo” (CW 14 § 129) y que él “definía el anima como una personificación del inconsciente en general” (CW 13 § 62). ¿Cómo puede ser ésto? ¿Tres veces igual: el ego, la sombra y el anima son igualmente representaciones del así llamado “inconsciente” como tal, el “inconsciente” en su totalidad? Si ego, sombra y anima son realidades fundamentalmente diferentes y no partes de la psique total, y si cada una de ellas es el inconsciente total, entonces surge la idea de que al menos estos tres “complejos” específicamente mencionados por Jung son diferentes reflejos, diferentes formas de manifestación, o diferentes (auto-)interpretaciones del alma inconsciente. No son componentes coexistentes en el inconsciente; no consisten en absoluto, en entidades existentes como sus “órganos”. Ego, sombra y ánima, concebidos como complejos de la psique: “¡Todo esto no tiene sentido!”. En psicología no estamos, por tanto, en el reino de un estudio natural-científico y empírico, tampoco estamos habiéndonoslas con hechos empíricos (al modo en que células, mitocondrios, bacterias o virus son hechos), sino con interpretaciones, concepciones, esto es, con productos de la mente (6). El alma no es nada físico, no es una pieza del mundo natural, tampoco es una substancia o substrato que pudiera desamblarse en sus partes. No tiene partes. Está siempre hablando acerca de sí misma como una totalidad. A veces se imagina a sí misma como “ego”, a veces, como “el inconsciente” o como “sombra”, como “anima”, etc. Es noética. Tan sólo ideas, fantasías, interpretaciones, visiones. Es vida lógica.


“Primero sombra, luego anima” significa así el cambio de una interpretación-sombra del alma como un todo a una interpretación-anima del alma como un todo. Esto explica el hiato. “Sombra” y “anima” son en verdad principios-guía totalmente diferentes y en última instancia incompatibles para percibir y experimentar el alma. Con cada uno de ellos la consciencia se descubre a sí misma en una nueva identidad de sí misma. No son contenidos de la psique inconsciente y, como tales, dominantes de la consciencia, y no son paralela y simultáneamente como nuestros órganos del cuerpo o como diferentes salas en un museo, sino que, excluyéndose mutuamente, pueden ocurrir sólo consecutivamente, como las ulteriores determinaciones y las formaciones sucesivas de ellas mismas. Y el cambio desde la una a la otra no es del tipo “desarrollista” (el desarrollo concebido como un universal psíquico similar al crecimiento biológico y como nuestro desarrollo como personas). El cambio tiene la forma de una metamorfosis.


Si se consideran interpretaciones, podríamos, sin embargo, ser inducidos erróneamente a pensar que son una cuestión de preferencias subjetivas y que podríamos libremente elegir una entre varias opciones alternativas (ego o sombra o anima), del mismo modo que en humanidades podemos, por ejemplo, disponer de varias interpretaciones para escoger, una junta a otra, acerca del mismo trabajo literario, y donde es cuestión de cuál de ellas nos parece más convincente. Éste es el sentido-egoico de las interpretaciones. Pero aquí nuestras preferencias o convicciones subjetivas no importan- “Sombra” y “anima” a pesar de ser interpretaciones, no son un tema de nuestra elección. No: “primero sombra, luego anima” es un cambio real, determinado que ocurre en la historia de la mente. La consciencia es cambiada objetivamente, de una “interpretación” del alma como un todo a una nueva, y este cambio ha de ser entendido como una mutación (metamorfosis) de la consciencia. Siempre nos hallamos en un estadio real de la vida histórica del alma como un factor objetivo dado (y posiblemente en el proceso histórico real de la transición de un estadio a otro). Es nuestro locus histórico el que determina en que “auto-interpretación” de “el alma” nos hallamos.

EL CAMBIO HACIA UNA FORMA PSICOLOGICA DE CONSCIENCIA
Lo que se pone en juego aquí con el cambio de sombra a anima es la psicología regresando a si misma lógicamente, hacia el ESTATUS psicológico o FORMA de consciencia. Esto no es un conocimiento consciente sobre las cosas psicológicas. Es el modo psicológico de experimentar las cosas, de pensar sobre ellas, de relacionarse con ellas. Y el cambio hacia esta forma de consciencia es una transformación, más que una mudanza. Mudarse implica que hay dos ámbitos y uno se mueve del primero al segundo, dejando el primero detrás intacto y solamente abandonando éste por el otro. Pero una mutación significa que sólo hay una cosa, en nuestro caso la sombra, que cambia desde una forma a otra, aquí el anima. Así cuando se está en la nueva forma, la vieja ha desaparecido completamente en la nueva forma como la sucesora de la vieja, dado que se ha ido irremisiblemente.


El extraño invitado no viene a nosotros de una sola vez. Lo percibiremos acercándose a través de una serie de pasos distintos integrados en un contexto histórico concreto claramente definido, en cinco estadios o niveles, y cada vez en una nueva presentación. Es, por así decirlo, un drama en cinco actos. Así, pues, la integración de la sombra, esto es, la transmutación de la sombra a anima como forma lógica de consciencia, no consiste meramente en un simple paso a darse. Más bien abarca una serie de tareas, una después de otra, cada una de las cuales corresponde a un estadio completo de la consciencia y a un modo en que se constituye el mundo y todo lo experimentado en éste durante una etapa. En la historia, cada una de estas etapas de la consciencia rigió sobre el pensamiento y las actitudes durante varios siglos, hasta que fue reemplazada por la próxima. Deberíamos ser conscientes de esta dimensión histórica a fin de tener una mejor apreciación de las proporciones del problema de la integración de la sombra.


La total integración de la sombra (lo cual es equivalente a la emergencia del anima) implica pasar a través de todos estos pasos, adquiriendo en cada uno algo nuevo. El movimiento ha de llevarse a cabo a lo largo de todo el camino. No debe haber paradas a mitad del camino. Pero esta culminación del proceso completo de “primero…, luego” y la consecución real del objetivo no son una vaga esperanza, algo en un futuro distante, ni tampoco un ideal finalmente inalcanzable (utópico). Jung una vez afirmó “La meta es importante solamente como idea, lo esencial es el opus que lleva hacia la meta” (CW 16 § 400). ¡Una afirmación terrible! En cualquier caso, “Primero sombra, luego anima” es totalmente diferente. Aquí lo que realmente cuenta esla llegada real a la meta. Y alcanzar el objetivo es posible y realista por dos razones. Primero, porque en el nivel colectivo ya ha ocurrido, es ya una realidad histórica: así pues no estamos hablando de un “programa” o una utópica esperanza. Y segundo, porque es el despliegue en el tiempo de aquello que constituye lógicamente el concepto de “psicología” (como un ESTADO de consciencia). Mientras que los conceptos pertenecen a la esfera intemporal e ideal, el pensamiento efectivo de un concepto o la conquista del concepto en todos sus momentos por la consciencia empírica se da en la vida real, y por tanto es un proceso histórico. Toma tiempo.


Ser capaz de pensar el concepto de psicología es, en sí mismo, la realización del objetivo, en tanto que este objetivo no es sino la forma psicológica de la consciencia, es decir, una consciencia plenamente determinada por el concepto de psicología. Si se puede pensar verdaderamente este concepto, entonces esa consciencia es una verdadera consciencia psicológica; y si es una consciencia verdaderamente psicológica debo, de hecho, haber sido capaz de pensar el concepto de psicología o anima. Este es precisamente el motivo por el que “primero sombra, luego ánima” es describible tanto como, para un individuo, es un modo efectivo y aceptable de llegar subjetivamente y personalmente hasta donde nos ha traído hace ya tiempo el proceso histórico del alma. Pero resulta también obvio que el proceso de “primero…, luego…” es totalmente diferente de un esquema desarrollista. Este último sigue metáforas biológicas, la imagen de una semilla o germen que despliega su propia naturaleza interna en base a cierta necesidad y siguiendo unas leyes; de esta manera se concibe personalísticamente como el auto-desarrollo del ser humano. Por el contrario, un proceso histórico como el de “primero sombra, luego anima” no es una evolución que sigue unas leyes propias de la naturaleza germinal del hombre, su predisposición. Más bien, es un proceso de la mente, una adquisición, más parecido a una “educación superior”, es como aprender algo nuevo, aprender a entender y comprender algo que antes se ignoraba. No es nada natural. Es civilización. Un opus contra naturam, como lo son todos los procesos del alma. Es comparable al progreso del conocimiento científico.


Todo desarrollo regido por leyes en este proceso se debe a la lógica interna del concepto. Mientras una semilla se desarrolla al desplegar su naturaleza interna, un concepto debe, al contrario, ser “pelado” como una cebolla. Si se nos permite semejante descripción pictórica por el momento, puede decirse que hace su plena aparición desde el mero inicio pero sólo en su primera inmediatez, en una forma externa, superficial. El proceso es de penetración a formas de comprensión más profundas, sobrepasando (superando) la primera noción superficial de éste, y así y al mismo tiempo es el proceso del concepto que regresa a casa más y más conscientemente desde su exilio en la exterioridad. Este será, en nuestro caso, el drama en cinco actos del regreso de “la sombra” a casa, el cual, cuando se ha completado, será el equivalente a su auto-superarse (“la sombra”) en favor del “anima”.

I. EL ESTADIO DEL ENEMIGO O LA CRUZADA
Para este estadio, empezaré con ejemplos tomados de la vida política de este siglo (7). “La Unión Soviética como el Imperio del Mal”, “El Occidente capitalista eimperialista como el archi-enemigo”. “El mundo judío como un parásito a ser destrozado”, “los que apuntan miles de cabezas nucleares hacia nosotros y nos amenazan con la guerra nuclear", "deben ser eliminados”.


En tales ideas, o más bien, emociones, escuchamos la primera llamada a la puerta del molesto invitado. Por muy abominables que sean las formas con que la sombra se presenta, constituye, sin embargo, el primer paso en el camino hacia una consciencia psicológica. El invitado (en latín: hospes) aparece en este nivel como enemigo (en latín: hostis) (8). El enemigo se muestra en la frontera de nuestro propio país, pero aún está afuera, todavía allá lejos. Como enemigo, es temido. Miedo, en consecuencia, es el primer modo en el que el invitado es recibido y a la vez mantenido fuera, en el sentido de una defensa psicoanalítica.


¿Por qué son el miedo y el presentarse como “enemigo” los primeros destellos de la consciencia psicológica? Porque son la evidencia del hecho de que la consciencia ya no está más contenida en un estado de inocente armonía pleromática consigo misma, en la que no conoce conflicto con algún Otro, el inconsciente o el no-ego. La existencia del enemigo y la amenaza que nos plantea significan que la consciencia ha sufrido una ruptura, una rasgadura. Ahora hay un Otro. Desde ahora se ha de vivir en la tensión de la dualidad. Ha encontrado el no-ego, y claro está, el primer modo de experimentar el no-ego es sentir su incompatibilidad con la consciencia presente. En el modo de hablar cristiano, diríamos que este estadio de la experiencia del opuesto incompatible es el “Advenimiento” de la Sombra.


Hemos de aclarar lo que hemos dicho hasta ahora. La consciencia del enemigo no es la consciencia de una amenaza literal. Si un enemigo literal nos amenaza con la guerra, esto debe ser literalmente o empírica y prácticamente un peligro terrible y un disturbio real de la paz, pero no pone en peligro necesariamente y psicológicamente la armonía y la inocencia de la consciencia. Un enemigo literal puede marchar en mi territorio y amenazar mi vida sin afectar mi estructura mental. Mi visión del mundo puede permanecer intacta. Una amenaza que sea de importancia psicológica es de otra cualidad.


El mejor ejemplo es el de las cruzadas de la Europa medieval. Sin que hubiera una amenaza real externa creada por el mundo Islámico, de repente se empezó a sentir una necesidad absoluta de luchar contra los musulmanes. La amenaza era de naturaleza puramente psicológica e imaginal: Jerusalén, el centro espiritual simbólico del mundo cristiano, y por tanto uno de los valores más altos del alma cristiana, estaba en manos de los paganos. Debía ser liberada. El alma cristiana estaba amenazada.


Cuatro cosas son dignas de mención aquí. Primero, Jerusalén había estado en manos de los árabes durante varios siglos y a pesar de ello nadie había sentido la necesidad de iniciar una cruzada. Obviamente durante todo este tiempo la consciencia del hombre occidental había permanecido encerrada en si misma y por tanto inocente, completa. El occidental de la temprana Edad Media había permanecido psicológicamente dentro del pléroma de su propio mundo cristiano, hecho que confirman los fondos dorados de las pinturas de aquella época. La Psicología existía solamente en el primero de sus sentidos: psicología “substancial” en las doctrinas filosóficas y teológicas de la Iglesia. Pero entonces, en el año 1096, el invitado extranjero parece haber llamado a las puertas del hombre occidental: la consciencia se volvió expresamente consciente de algún Otro, del mundo musulmán no-cristiano, esto es, un no-ego verdaderamente afuera de su propia esfera. Sólo entonces emerge en la consciencia como de de la nada, por así decirlo sale de la psique autónoma, la idea de Jerusalén, ahí afuera, como el tesoro más precioso a ser arrebatado a los no creyentes. El hombre medieval anterior, por contraste, debía haber morado psicológicamente en la Jerusalén Celestial, incluso si físicamente vivía en la tierra (y a menudo bajo condiciones miserables). El paraíso debe haber sido el nivel de su existencia psicológica real. Y por tanto no tenía que buscar Jerusalén. Ahora, si Jerusalén debía conquistarse en la realidad geográfica, el hombre obviamente ya no estaba allí. Ha de haber llegado más a tierra psicológicamente.


En segundo lugar, el ejemplo de las Cruzadas muestra, mucho mejor que otros casos, el encuentro con la sombra que presenta, a la vez, el más alto valor del alma y al enemigo más incompatible: Jerusalén y los paganos. Ambos están en el mismo lugar. Incluso podríamos decir que son finalmente idénticos, en el espíritu de la idea de Jung que “en la neurosis se esconde nuestro mejor enemigo o amigo” (CW 10 § 359; traducción corregida). Para Jung la neurosis es tanto enemigo como amigo. Como neurosis, es auto-contradictoria.


Tercero, ese tesoro y el enemigo amenazante estaban localizados afuera, fuera de las fronteras de Europa. Obviamente, no puede encontrarse en casa. Esto muestra que lo que verdaderamente se experimenta aquí es realmente es el extranjero, en el sentido psicológico, algo verdaderamente foráneo, desconocido y nuevo. El no-ego se proyecta afuera. Esto (la “proyección” de algo de dentro nuestro hacia el mundo exterior) es al menos como nosotros en psicología acostumbramos a describir lo que ocurre en tales casos. Pero podría ser fenomenológicamente más preciso decir que una nueva consciencia en su primera forma inmediata siempre se nos aproxima desde afuera, como si fuera desde el exterior. Se encuentra verdaderamente ahí fuera como el extranjero o el enemigo, aquel que nunca ha estado antes en nosotros.


Cuarto, el enemigo es enemigo no tanto en virtud de la fuerza militar y la actitud guerrera como en virtud de ser pagano, no creyente, comunista, en otras palabras, el Otro espiritual. Su existencia implica una amenaza a la propia fe, ideología y estructura mental, una amenaza a la consciencia como un todo en su constitución presente. Es una molestia psicológica. Así que deberíamos revisar nuestra afirmación previa de que el miedo es el primer modo de recibir al invitado, y reemplazar “miedo” con “molestia” o “vejación”. De la misma manera, la reacción a la llegada de la sombra siempre tiene la forma de una cruzada, una misión, incluso una conquista (la Tierra Sagrada), no de una guerra inocente. La cruzada se caracteriza por un celo “sagrado” y así implica una leve complicación psicológica. Revela que la consciencia ha sido ya tocada por algo nuevo. Han llamado a su puerta.


De hecho, probablemente nadie tiene algo bueno que decir sobre las cruzadas medievales. Pero quiero rescatarlas de la condenación total al repetir que este fenómeno agresivo y feo es el primer inicio primitivo de consciencia psicológica (anque, ciertamente, no más que un inicio). Los psicólogos harían bien en ver en los cruzados sus primeros antepasados -quizás más auténticos que los místicos y los alquimistas. El misticismo medieval y la alquimia, después de todo, empezaron a florecer solo después del contacto de los cruzados con el mundo musulmán, y la alquimia medieval difícilmente podría haber existido sin la tradición árabe. Ambas búsquedas incluso podrían considerarse impedimentos en el camino hacia la psicología moderna, hasta el punto de que, como ofrecen una expresión adecuada a la necesidad eterna del alma de una vida imaginal ( el segundo significado de psicología) podrían consiguientemente haber congelado la psicología de este modo en este nivel. El misticismo y la alquimia podrían continuar teóricamente para siempre y por tanto autorizar la preservación del viejo plano de consciencia. Pero la llegada del extranjero significó que el hombre occidental fue llamado a un estatus lógico enteramente nuevo. En ese sentido, la “modernidad” empieza con las cruzadas.


De acuerdo con la psicología personalista, la proyección es uno de los mecanismos de defensa. Esto, seguro, es la idea personalista de una defensa, al localizar el tesoro y el mismo enemigo afuera, pero ciertamente también contiene un elemento de verdad. La sombra no solamente es experimentada ahí fuera, sino que también es mantenida ahí afuera. ¿Contra qué se dirige la defensa? Yo diría, contra la comprensión de que la sombra me pertenece. El punto de cualquier defensa es proteger algo. Aquí lo que se protege es la idea de la intocabilidad del ser. Aún incluso cuando la armonía original ha sido ya de hecho secuestrada por la emergencia del extranjero, esto no debe admitirse por la consciencia. El extranjero debe ser mantenido a raya y destrozado. La oposición o la contradicción aquí es por tanto la que hay entre lo de casa y el afuera, uno mismo y algo ahí afuera. La ganancia inherente en la pérdida de armonía es la consciencia incrementada de sí mismo. La distinción pronunciada entre la patria y el exterior ayuda a establecer un sentido de auto-identidad más afinado. El precio de esta ganancia sin embargo es la pérdida de la inocencia y de la adentridad.


La contradicción entre ego y no-ego en este primer nivel de integración de la sombra tiene la forma de una simplicidad psicológica, de una oposición física entre dos entidades (dos personas, dos sociedades, o dos países). El Otro es geográficamente y culturalmente otro, ahí afuera, en el extranjero. De acuerdo a este nivel físico o concreto, la respuesta al reto de la sombra es una simple matanza caballerosa: guerra, cruzada, el intento de conquistar al Otro, que aquí aún se encuentra en el campo de honor. El carácter de este estadio es brutal e inocente. La otra parte del hecho de que el Otro sea encontrado en un nivel geográfico concreto es que psicológicamente el cruzado se ubica en un plano teológico elevado (a distinguir del plano pleromático de existencia previo a la primera llegada de la sombra, siendo su teología la del hombre caído en relación al paraíso). Su existencia esta motivada por la lucha por la ciudad celestial.

II. EL ESTADIO HERETICO O CAZA-DE-BRUJAS
Otra vez, empezamos con ejemplos.” No son los Rusos, sino nuestros propios políticos, el entero complejo militar y la industria de armas que incesantemente crean armas nucleares, quienes son los auténticos criminales”. “Los científicos que manipulan los genes son unos criminales irresponsables; deben ser ?psicóticos? en un sentido amplio, su consciencia moral esta sobresaturada de fantasías de omnipotencia desde el inconsciente”. (En la Edad Media uno podría posiblemente haber dicho que estaban embrujados, poseídos por el diablo).
Obviamente, el enemigo ya no esta afuera. Ha cruzado la frontera y ahora se le encuentra dentro, en nuestra propia sociedad, país, familia o personalidad, ya no es más el extranjero enemigo en el sentido estricto sino por el contrario uno rechazado, la oveja negra de la propia sociedad o familia. En psicología, hablamos del retiro de la proyección. Ahora se ve que las cosas no son tan simples como aparecían cuando era meramente una cuestión de liberar a Jerusalén de los Musulmanes. No es enemigo literal ahí afuera, los Rusos por ejemplo, que nos amenazan con una guerra nuclear, tampoco el Otro absoluto, los paganos o no creyentes, que plantean una amenaza real al tesoro del alma. El peligro real está en casa. La sombra ha sido integrada un poco más y ahora se encuentra en la familia Cristiana. Al invitado se le da una especie de hospedaje entre nosotros, aún si solamente a la manera de condenación. El miedo o la vejación era el primer modo de respuesta a la sombra. La condenación es el segundo; es un modo tanto de acomodarla como de resistirla. Ese estadio es la Navidad de la Sombra. Está entre nosotros, en nuestra ciudad, pero en el despreciado establo y amenazado por los criminales Rey Herodes en nosotros.


Históricamente hablando, este estadio fue alcanzado durante la Edad Media tardía. Resulta interesante ver que el entusiasmo por las Cruzadas había simplemente muerto, a pesar de que Jerusalén, después de breves interludios estaba aún, o de nuevo, en las manos de los Musulmanes. La lección psicológica de las Cruzadas se había aprendido bien; lo que había sido buscado durante centurias de esfuerzos de los cruzados había sido cosechado plenamente así que la proyección de la sombra a algún lugar de afuera ya no funcionaba. El enemigo ahora aparecía dentro de las propias fronteras, como hemos dicho. Algo más cercano al hogar había de capturar la imaginación. Algo otro había que atraer la propia atención hacia sí misma como el nuevo objeto de la lucha contra el Otro. Esto fue las brujas y los heréticos dentro del mundo Cristiano. Ellos tenían que ser quemados en la hoguera. Estoy hablando de la Edad de la Inquisición, la Ortodoxia y la Contra-Reforma.


La caza de brujas es quizás un fenómeno aún más feo en la historia Occidental que las Cruzadas, un fenómeno en el que ha sido asumido que le subyacían todo tipo de impulsos sádicos y autoritarios. Hoy hay una fuerte tendencia entre las escritoras feministas , tanto como entre los junguianos de ver en la caza de brujas de aquella época la represión de lo femenino y del ánima, sin cuestionar esta idea ni exonerar a los inquisidores de ningún modo. Me gustaría, sin embargo, restituir a los inquisidores en su rango como la segunda generación de primeros padres de la psicología emergente. No era precisamente la represión del ánima lo que se practicaba entonces: es como aquella represión un estadio en el camino al país del ánima, un estadio en el camino hacia una consciencia psicológica. La psicología se construye sobre el fundamento dejado por los Cruzados y los Inquisidores. Hemos de confesar nuestra deuda para con ellos. Sin ellos y su violencia la psicología se habría mantenido en el plano de la eterna vida mitologizante de la psique. La psicología en el sentido moderno no es para nada inocente y carente de peligro. Debe su existencia a una matanza.


Claro, esto parece no poder aplicarse a la rama arquetipal de la psicología Junguiana en la tradición neo-Platónica. Pero el psicólogo arquetipal puede seguir su aproximación gentil, politeísta, imaginal, como una aproximación de la psicología moderna y no necesita participar en esta matanza más porque se ha estado apoyando en los hombros de los caballeros y los Inquisidores todo el tiempo y puede -libremente y aparentemente inocentemente- cosechar los frutos de su violencia -de ellos- (psicológica).


En esta matanza, la consciencia perdió su inocencia. No intentó meramente matar al Otro. Al intentar hacerlo así, mató también su propio contenimiento en el pleroma original. Se dañó a si misma. Se arrancó a si misma de sus raíces, de la continuidad de la vida imaginal y, paso a paso, conquistó para si misma una posición opuesta a este flujo continuo de la imaginación. Por eso mismo, la defensa contra la sombra no es justo una defensa en el sentido de una reacción secundaria a una amenaza primaria de la sombra. La amenaza y la defensa son simultáneas. Quizás uno podría incluso decir que solamente en la defensa contra la sombra, solamente por virtud de la matanza de los Cruzados y los Inquisidores, la sombra y su amenaza aparecieron en el primer plano. Si fue así, la matanza de la sombra tendría una interna prioridad lógica dentro de la simultaneidad de la amenaza y la defensa. Seria el mismo modo en el que la psique construye la sombra por primera vez -como su (de la psique, de la consciencia) propio Otro. Pues siempre hemos de recordar que la sombra no es un Otro como hecho positivo sino como una ficción imaginal, psicológica para las propias necesidades y propósito de la psique.


En vez de proyección, encontramos, en el segundo nivel, el mecanismo de defensa de delegación. La sombra es delegada a la oveja negra, las brujas y los heréticos. La defensa se dirige contra la comprensión de que yo pertenezco incluso a lo que verdaderamente no soy y a lo que apasionadamente rechazo. No tengo que estar a favor, o tomar parte en, armamentos nucleares o el sistema militar entero: incluso como un pacifista, incluso como alguien que practica la “noble” profesión de la psicoterapia y dedica su vida a “altos valores espirituales y psicológicos”. Yo tengo mi parte de responsabilidad en lo que está ocurriendo. Ellos son mis constructores de bombas, mis explotadores capitalistas, mis biólogos genéticos; ellos lo hacen en mi nombre para que yo no tenga que ensuciar mis manos, el negocio sucio del armamento, las políticas de poder y explotación y la contaminación ambiental. Una participación directa o indirecta en lo que se hace no es solo el medio por el cual se incurre en culpa; soy culpable precisamente debido a mi inocencia, mi mantener las manos limpias, yo necesito y uso aquellos que hacen “el trabajo sucio” de llevar la sombra por mi, para que yo pueda retener una conciencia exclusivamente bien intencionada. Esta es la verdad que no puede ser aceptada por la consciencia. La comprensión de que la sombra es la sombra de la propia luz (“sol et eius umbra, luz afuera y oscuridad adentro”(9), no la sombra de algún objeto que esta en la luz del sol), se evita por medio del mecanismo de defensa de la delegación.


La defensa es necesaria para rescatar la inocencia de la consciencia y preservar a la consciencia como bien intencionada. En verdad, la oposición o la contradicción había de ser colocada en el propio territorio. Pero la consciencia sin embargo consigue quedarse libre se ello al hacer una distinción dentro de si misma, o dentro del grupo al cual uno pertenece. Es aún “ellos”(una minoría, una subcultura, individuos heréticos) aquellos que hacen el mal mientras que yo estoy en el lado de los buenos, de la paz, de la inocencia. Pero ultimadamente de nuevo no es tanto una distinción entre entidades literales o gente real. Incluso aunque parezca ser este el caso porque se actúa así en la realidad social, sin embargo es una contradicción entre principios, valores morales. Durante las Cruzadas los Musulmanes eran meramente enemigos, no el mal. Ahora sin embargo hay un sentido radical del mal, de lo absolutamente equivocado. La matanza aquí tiene forma de condenación, exterminio, hoguera. En vez de caballería hay un espíritu punitivo que odia. La consciencia se vuelve desagradable (y por tanto pierde su inocencia en un sentido mucho más radical que antes). Estamos ahora en el reino del super-ego. El “deber” y el “debería” reinan. Se predica la “responsabilidad”. Las demostraciones sobre el bien y contra el mal pertenecen aquí. La actitud hacia la sombra es ahora la de la moralidad superior, el carácter de este estadio vicioso e ingenuo. El hombre ha descendido del nivel previo teológico a uno (más secular) moralista y al mismo tiempo y por la misma razón elevado de un nivel físico caballeresco a uno ”más elevado” (ideal, espiritual, moral) nivel por encima de la tierra, el cuerpo, el instinto y el deseo. El tesoro ya no se busca en la ciudad concreta ahí afuera; es el valor interno abstracto de la superioridad moral y de la fe correcta.
La ganancia más allá de lo logrado en el primer estadio es una primera comprensión de los opuestos como opuestos, como un par inseparable, una polaridad : luz y sombra. Las brujas y los heréticos pueden ser quemados, pero nos pertenecen, no son totalmente extranjeros y por tanto psicológicamente inofensivos, como lo eran los Musulmanes no-Cristianos en el estadio previo. El enemigo ahora es el diablo (¡cristiano!).

III. EL ESTADIO TRÁNSFUGA O SUBVERSIVO
Esto ocurre en dos formas diferentes, una teórica, la otra practica. La forma teórica se encuentra en patrones de explicación de este tipo: “Todo lo alto o lo bueno no es más que el mal o lo bajo disfrazado o sublimado” -o en la demanda de una emancipación de los instintos reprimidos, del deseo (Herber Marcuse). Es un modo subversivo de pensar. Su contraparte practica esta en actividades tales como los movimientos subterráneos revolucionarios, la lucha por la liberación de los oprimidos. O considérese lo siguiente: un estudiante justificando su robo en la tienda como una lucha contra la explotación y la sociedad capitalista como una totalidad.
A pesar de que pueda ser una actitud objetable, particularmente en el último ejemplo, en ella se alcanza un más alto nivel lógico y psicológico. El segundo estadio presuponía el primero; este tercer estadio se construye sobre el segundo (y el primero), sobrepasando ambos de ellos. No es una recaída a un nivel anterior al del estadio moral, sino, por el contrario un sobrepasarlo e ir más allá de él, llevando en sí los logros de los estadios previos. Tanto el sentido de borde y límite (la consciencia del contraste entre consciencia y no-ego) y la espiritualización de este contraste en una moral idealista no se olvidan.


El paso más allá del moralismo y el dogmatismo del estadio de la caza de brujas se hace posible por el hecho que ahora resulta evidente su hipocresía. La sombra no esta simplemente con la oveja negra, en otras palabras, aún ahí afuera. Esta en cualquier lugar, donde quiera que haya luz y también en mi. La sombra a venido mucho más cerca. La distinción idealista entre dos partes de la sociedad o de la personalidad, luz y oscuridad, lo correcto y el mal, ya no se sostiene más. La inocencia de la posición moral se ha perdido. La Edad Media esta superada. Es el tiempo de los Espíritus Libres (aquellos que se consideraban a si mismos libres), el tiempo de la Ilustración, del Modernismo temprano. El escepticismo rige. Históricamente, después de unos pocos siglos de caza de brujas, simplemente no era posible quemar a los disentidores por más tiempo, al igual que la idea de una cruzada ya no mantenía fascinación alguna para la gente de la edad de la caza de brujas. Ahora, ya no se podía culpar más a las brujas y a los heréticos, por lo que previamente había sido pensado una verdad absoluta, auto-evidente, y por tanto incuestionable, se había vuelto algo humano demasiado humano, una fe entre muchas posibles y quizás incluso una mera superstición. Ningún dogma escapa al cuestionamiento crítico, ni tampoco lo hace ninguna acción aparentemente motivada por altos valores. Todo es ultimadamente un “nada más que”. Cada cosa luminosa tienen su propio lado oscuro.


Si la sombra esta en cualquier lugar, incluso en mi, la consciencia podría ser desintegrada por sus contradicciones internas y perecer. Aludo a la contradicción de que lo que no quiero y no puedo aprobar de mi sin embargo lo encuentro en mi mismo. Mis mejores intensiones si se examinan críticamente demuestran haber nacido de unas motivaciones egoístas o bajas. Para no tener que sufrir esta contradicción la consciencia utiliza otro mecanismo de defensa. Se identifica con la sombra (tanto como con el agresor). El ego desierta su previo idealismo y se une al previo enemigo, el no-ego. Defiende a los heréticos y toma partido por los más bajos o los inmorales tanto al reducir los bajos instintos por medio de un reduccionismo teórico (“nada más que”-análisis), o por medio de practicarlo activamente, por ejemplo robando en una tienda como en el ejemplo de más arriba. Esto es la Sombra del Domingo de Ramos, su entrada a Jerusalén, con hombres tales como Voltaire, Marx, Nietzsche y Freud, haciendo de muchedumbre que le aclama por medio de exponer la falsedad de todo idealismo.

En el primer estadio, Jerusalén estaba afuera. En el segundo, Jerusalén era la ciudad de la mayoría moral y sus inquisidores y el lugar de la Sombra estaba en el mismo país, no demasiado lejos, el miserable establo en el Belén de la Sombra. Ahora aquí la Sombra viene a casa. Ella y Jerusalén se han reunido de algún modo como lo estaban en el estadio de la Cruzada pero ahora en el suelo del propio hogar.


La identificación de la Sombra implica otros dos mecanismos de defensa, primero la negación de la oposición o tensión entre los ideales y los así llamados bajos instintos, Jerusalén y la Sombra y en segundo lugar, la “conversión en su contrario” mejor expresado en la fórmula de Nietzsche la “transfiguración de los valores”. Todo se reduce a un principio, sea la voluntad de poder, la sexualidad, la envidia o cualquier otra cosa aquello que podríamos llamar sombra. Ya no hay más dos polos o dos verdades, lo superior se reduce como un no verdad (impostura, sublimación, etc.) a lo inferior como su única y verdadera realidad. La sombra, los heréticos, el proletariado, las mujeres oprimidas son el Salvador, son “Jerusalén”. La consciencia necesita esta liberación de los opuestos porque la sombra ha llegado tan cerca que la tensión o la contradicción podría desintegrarla. Mientras que lo incompatible que esta ahí afuera es de algún modo tolerable (si las Cruzadas y la caza de brujas califican como modos de tolerancia-aunque ciertamente extraños). Pero tan pronto como la consciencia admite que es en si misma incompatible consigo misma, que es lo que no quiere ser absolutamente, se auto-destruirá.


Dado que la sombra está, ahora, debido a la identificación con ella misma, aclamada, ha perdido, en un nivel, su cualidad de sombra, su ego-incompatibilidad. Ahora es egosintónica. Si recordamos al ladrón de tiendas, podemos afirmar que lo que en la actualidad se considera equivocado o mal simplemente se le renombra como bueno (justificado, incluso recomendable como una lucha legítima contra los opresores). Pero si la sombra ya no es sombra debido a que la oposición entre la luz y la sombra ha desaparecido, la cualidad de sombra debe reaparecer en algún otro lugar. Pero no puede reaparecer en el mismo nivel. La eliminación de figuras de la sombra -como “sombra”- fuerza a la consciencia más allá del entero nivel de figuras tangibles o entidades a una categoría completamente nueva, más abarcadora. Y, verdaderamente, hallamos que para el estadio subversivo, es la sociedad y/o la civilización como un todo, el sistema social que ahora es portador de la sombra. Éste debe ser culpado -y fundamentalmente cambiado, revolucionado. Con respecto a la cuestión nuclear tendríamos que decir que ni los Rusos ni nuestros propios líderes políticos como individuos son el peligro real, sino que más bien es la organización de la sociedad en su conjunto. Así que ese estadio se abre a la diferencia entre entidades corporales y el imperceptible e intangible sistema, en el que las entidades están contenidas y por medio del cual estas se organizan e informan.


He dicho que este estadio no descansa en el nivel de lo pre-moral. Es verdad, el énfasis en reducir cualquier cosa a los niveles bajos, a una readmisión de la esfera de lo instintivo, del cuerpo y tierra superado o reprimido en el segundo estadio en favor de una actitud idealista. Pero debemos ver que este nuevo acceso al instinto ocurre en el nivel espiritual e idealista alcanzado en este segundo estadio. Nada de lo adquirido al pasar a través de los estadios más tempranos se pierde en la consciencia, incluso aunque haya sido superado. La relación entre la consciencia y la sombra ha avanzado desde el “internacionalismo” del primer estadio vía la situación de “guerra civil” del segundo estadio hasta el estructuralismo del estadio de la ilustración. El problema real no puedelocalizarse en las fuerzas foráneas, tampoco entre las brujas y los disentidores entre nosotros -en otras palabras, en ambos casos en el nivel concreto de la gente. Ahora el problema se detecta en el sistema imperceptible que subyace a la conducta de la gente, se le comprende como un problema estructural y por tanto en un nivel fundamentalmente más profundo (o más elevado), mucho más sofisticado. El primer estadio adquirió para la consciencia un sentido de límite y contraste; en el segundo, este contraste fue considerado como una verdadera oposición de un inseparable par de opuestos, bien y mal; en el tercer estadio brota la consciencia de que esta oposición es inherente en la constitución o estructura de la civilización.


La ganancia que brota con esta comprensión es la irrevocable salida de la ingenuidad que creía posible localizar a la sombra allí afuera. La consciencia se ha vuelto consciente del hecho de que la sombra es una parte integral de la sociedad. El precio que ha de pagar por este logro es la pérdida de su integridad moral. Tránsfuga como es ahora, ha tenido que verdaderamente traicionar sus ego-ideales. El carácter de este estadio en que la disensión es tolerada y todo es sospechoso de derivar de bajos motivos puede ser descrita como humana y cínica. El caballero (guerrero) y la moral de matar de los estadios primero y segundo se han sublimado en un mero reduccionismo al modo de pensar de uno, una aniquilación a través del “nada más que”. El hombre ya no está más preocupado con los valores ideales de la fe verdadera y lo correcto, ahora se esfuerza por la “utopía concreta” (Ernst Bloch). Esto es, él ha descendido desde el plano del moralismo al plano de la realidad social empírica “sociología”, y llegado a una consciencia del nivel de los sistemas y estructuras en los que él está inserto y por los que su pensamiento y experiencias se conforman.

IV. EL ESTADIO MEA CULPA
Un ejemplo de este estadio de consciencia sería la idea corrientemente sostenida de que la bomba atómica es el producto de nuestro excesivo orgullo, nuestra actitud de aprendices de brujo.
En este nivel, vemos que la consciencia ha desertado al enemigo debido a su decepción fundamental e indigesta de que no era perfecta, como había asumido. El dolor sobre la perdida de la inocencia y la pureza de la consciencia y la contaminación de sus ideales más altos era tan grande que no podía ser contenido solo por medio de la identificación con el agresor. Ahora este dolor tiene que ser sufrido en plena consciencia mientras que al mismo tiempo se retienen los logros de los estadios previos, por ejemplo la comprensión del hecho de que la sombra es inescapablemente la suya propia (de la consciencia). La oposición polar (dada durante el estadio previo en favor de uno de los polos solamente) debe ser reinstituida. Esto es, los valores ideales descartados desde la decepción y el desafío deben ser reconocidos de nuevo como nuestros valores supremos, en plena consciencia de que nos sentimos radicalmente faltos de ellos. La incompatibilidad entre la propia sombra del ego y el ego debe ahora ser mantenida. Pero la resultante contradicción aniquiladora debe ser evitada por alguna nueva forma de defensa. Los sentimientos de culpa constituyen el cuarto modo de recibir al invitado y de defenderse asimismo de él. Esta es el Viernes Santo de la Sombra, su crucifixión.


El remordimiento, la admisión de la propia pecaminosidad, los sentimientos de culpa todos estos deben entenderse tanto un modo de invitar al invitado un poco más como un fenómeno de defensa. El mecanismo de defensa particular aquí es el del aislamiento. Hemos comprendido ya que la no mitigada contradicción que la consciencia descubrió ser ella misma habría sido auto-punitiva. El polo de los ideales y el polo de la sombra si son dejados acabarían demoliéndose uno al otro. Pero si son aislados uno del otro, separados por un muro de vidrio, por así decirlo, la contradicción puede persistir sin que nosotros tengamos que sufrir el destino de una auto-aniquilación. Los sentimientos de culpa son los fenómenos por los que el aislamiento de los opuestos de cada uno tiene lugar. Un sentimiento de culpa visto desde el interior se estructura como un juego entre un juez que condena y un criminal condenado, pero de tal modo que ambas parte son vividas por una y la misma persona en un sentimiento de unión personal; este juego se congela y así puede mantenerse inalterado para siempre. Al juego no se le permite moverse,desarrollarse. A los dos integrantes no se les da libertad para que puedan interactuar como dos animales salvajes capaces de devorarse uno al otro, o como el fuego y el agua capaces de aniquilarse mutuamente, sino que se fija en su posición momentánea y son así como animales mantenidos en jaulas separadas. El juez no admite todavía que el criminal que condena es él mismo. Y el criminal no se da cuenta de su identidad con el juez. En cada sentimiento de culpa, el juez en nosotros permanece en sus vestiduras y en un asiento elevado apuntando su dedo al convicto más abajo.


Sin embargo, algo nuevo se ha adquirido más allá de la situación del estadio subversivo. Los sentimientos de culpa son testimonio del hecho de que la consciencia de la apropiación personal de la contradicción se ha realizado. Durante el estadio previo donde la sombra era percibida en el sistema en su conjunto, la sombra estaba aún de algún modo mantenida fuera, en algo que no soy yo. El sistema social es todavía un Ello. La matanza se dirigía a ciertas ideas, las cuales eran declaradas como supersticiosas. Al matarlas, yo me disociaba a mi mismo de ellas. Ahora, con la actitud mea culpa, la sombra ha regresado a casa plenamente; está verdaderamente en mí, en el sujeto, mi propia sombra, tan mía como mis ideales. La escisión oposicional entre mis ideales y mi sombra, ahora, inescapablemente se da en mí. Ambos ocurren en el mismo territorio: yo. Estoy identificado con los valores morales y con la sombra al mismo tiempo. Y así me he vuelto una contradicción viviente, en nombre de la cual “mala consciencia”, “sentimiento de culpa”. Ya no es más yo y ellos o yo y ello (el sistema). Ambos son uno y lo mismo: yo, al abrigar el sentimiento de culpa, me mato a mí mismo, y la forma de esta matanza es el remordimiento.


Pero, y aquí llegamos a una segunda defensa, yo soy ambos en diferentes sentidos. Soy juez en el sentido de que mi esencia metafísica esta implicada; sin embargo soy criminal solo por virtud de mi naturaleza finita. Esto quiere decir un tipo de privatio boni. La sombra es solamente mi defecto personal o delito menor. Si solamente hubiera sido o hubiera sido como debiera, entonces el ideal habría quedado intacto. El reino de los ideales es el único completo y pleno, la verdad objetiva esta aquí, en cambio el segundo polo, la sombra, es devaluado como no verdadero, una insuficiencia meramente personal, nuestra falta de fuerza moral, nuestra violación de nuestras normas éticas. Así la consciencia en este nivel tiene éxito en mantener la integridad del principio del bien, incluso si tiene que conceder que mi consciencia personal ya no es compatible con ella misma. La moralidad en sí, el cosmos moral, permanece intocado. La manifestación del fenómeno de la sombra es solamente una especie de accidente dentro de un cosmos de ideales y valores que permanece en principio, intacto: es mi falta y mi problema personal. Aquí tenemos no una perdida del cuerpo, la tierra, el instinto como en el estadio segundo, sino una pérdida de “el mundo”, realidad objetiva.


Con este estadio hemos, históricamente hablando, avanzado a la Era del Pietismo y a la psicología personalista, la subjetividad, la interiorización. La consciencia ha adquirido para si misma un sentido de consciencia tal cual y del rol que juega en nuestros problemas. Se ha vuelto auto-consciencia, mientras que en los niveles previos solo era consciente de sus contenidos. Este es el estatus en el que la psicología personalística alcanza su más alto nivel. Los sentimientos de culpa son un instrumento excelente para canalizar toda la atención hacia la persona dentro de lo que llamamos el ego moderno. En este estadio hemos llegado a una identificación narcisista (confusión) del ser humano como individuo con la sombra, lo cual representa, en retrospectiva, un terrible error, pero también un paso necesario en el camino de la total integración de la sombra.


Pero hemos también alcanzado el nivel logrado en la filosofía Kantiana, la cual provee la auto-reflexión crítica de este estadio mientras que el Pietismo y la psicología personalística simplemente actúan (acting out). Con Kant hemos ido más allá del dogmatismo del primer y segundo estadio y más allá del escepticismo del tercer estadio y hemos alcanzado el nivel de la auto-reflexión y el criticismo (en el sentido Kantiano). El problema de la sombra ya no es más estructural, un problema de la organización de la sociedad o un estado mental. El nivel abstracto, utópico de todo pensamiento social ha sido dejado atrás. Se reconoce al sistema social como una manifestación de una escisión en la misma naturaleza del hombre, en la condición humana en sí mismo y esto muestra que el invitado ha sido admitido en el propio hogar. Las preguntas a ser planteadas en este nivel son parecidas a las siguientes: ¿Qué es lo que constituye la moralidad? ¿Cuales son las condiciones a priori de la posibilidad de la verdadera conducta moral? Y ultimadamente: ¿Qué es el hombre? Tales son la cuestiones ocultas en el fenómeno de los sentimientos de culpa y la pecaminosidad. El nivel en el cual la consciencia ve el problema es el metafísico, el de la Wesensphilosophie (una filosofía de principios yesencias universales).


El personalismo y la interiorización no deben ser tomadas literalmente. No son la señal de que la consciencia ha regresado a un estatus previo al del descubrimiento del sistema invisible en el que nos hallamos nosotros mismos. Ha descendido a nivel personal y a la vez a ascendido por encima de la comprensión de los sistemas y estructuras al nivel de los principios últimos. El personalismo es meramente la señal de la inescapabilidad y la presionante inmediatez del problema de la sombra una vez que se entiende que esta enraizada en un principio “metafísico”.

V. EL ESTADIO DE LA HOSPITALIDAD O LA INTEGRACIÓN LOGRADA
La consciencia ahora ve a través de la arrogancia y la presunción inherentes en el estadio de la mala consciencia. Precisamente al cargar humildemente la culpa en uno mismo y al devaluar la sombra como un defecto meramente personal sin realidad autónoma, el ego se infló a si mismo para convertirse en el polo opuesto del principio del bien. La subjetividad humana en último análisis se había vuelto el antagonista real de “Dios”. Ahora puede entenderse que la integración de la sombra no significa su apropiación literal y que la sombra solo surge de mi personalidad subjetiva. La idea de la interioridad personal es reconocida como el último refugio, el último valuarte en la lucha del ego por su auto-preservación o por la preservación de una consciencia armónica. La interiorización que constituye a la psicología personalística es la última defensa contra la psicología. Ahora vemos que la integración de la sombra implica que se la reciba en la consciencia misma sin reserva.


No puede haber más dos aspectos diferentes, como en el estadio previo, donde yo era, con toda seguridad al mismo tiempo juez o representante de los altos valores y el convicto culpable, estando cada uno de ellos, sin embargo, en un plano diferente. Ahora juez y criminal, ideal y realidad defectuosa se encuentran en el mismo plano y en los mismos asuntos, por lo que ambos perecen de sus contradicciones internas, cada una se coloca bajo la otra, como para que algo más, un nivel completamente nuevo de consciencia pueda aparecer. Cuando Jung habla de la “función trascendente” como este proceso que hace emerger una nueva consciencia de la auto-destrucción de los opuestos inherente en la vieja consciencia, podría tener en mente algo similar. Lo que surge aquí es una consciencia psicológica verdadera.


El juez baja de su tarima y para de hablar desde ella al criminal. Cesa el entero juego del juez y el criminal. Ambos roles desaparecen, no en el sentido de que se mezclen en uno ,sino de un modo tal, que uno se reconoce a sí mismo en el otro, y ambos se reconocen a sí mismos a través del otro como humanos, humanos con su propia complejidad: a la vez humanos-demasiado-humanos y divinos. Ahora el hombre puede conversar con el hombre en un nivel verdaderamente humano.


La sombra no se integra plenamente y una conversación entre humanos reales no es posible, en la medida que evito la contradicción de mi ser lo que yo también no soy. ¿Pero no dijimos que la contradicción, si no es evitada, implicaría una auto-laceración? ¿Como puede volverse productiva la contradicción más que destructiva? La integración de la sombra implica el sacrificio de la plenitud y la harmonía del mismo principio más alto. Requiere el sacrificio de la exclusiva bondad del cosmos moral como tal. En la medida en que la contradicción entre luz y sombra se distribuye entre dos entidades diferentes, los ideales morales allí y mis defectos personales aquí, el problema que apareció con la emergencia de la sombra es evitado. A los opuestos no se les permite chocar. Ellos chocan solamente cuando la sombra es reconocida como la propia oscuridad de la luz, el sol. El reino del bien tiene ahora su propio mal inherente, no solo como una “parte” o “aspecto” malo, como lo fue durante el estadio previo.


El problema es la exclusiva bondad del principio más elevado bajo cuya imagen y semejanza el ego se sabe creado. Si esta bondad exclusiva y consecuentemente el principio más elevado como hemos comprendido que ha de ser sacrificado, lo cual requiera la katastrophe, un ir debajo del ego antropológico. Pero bajo la condenación del ego o de la antropología es la Pascua de la Sombra, su resurrección y Ascenso al Cielo después de su crucifixión en el estadio previo. Esta ahora a la derecha del trono de Dios: la sombra puede ser reconocida como la sombra de la misma Mente de Dios, ya no es más mi defecto personal. El ego ha dimitido como el supremo regente de la consciencia. Ya no insiste más en ser el factor decisivo.


La Pascua de la sombra es la muerte final de la vieja consciencia que prevalecía desde antes de la primera llegada del invitado, el nacimiento de una nueva consciencia psicológica. De estadio en estadio la consciencia había cambiado, pero había retenido su identidad. Ahora esta misma identidad ha perecido. Más que un cambio, una transformación (una mutación) ha tenido lugar y lo que ahora vive no es un estado alterado de consciencia, sino una diferente, otra.


La creciente aproximación de la sombra ha conducido a la consciencia más allá de si misma, a la realización de que hay una psique objetiva, autónoma más allá de la esfera de la psicología personal y que la sombra alcanza la región transpersonal. Reconoce que un cambio es real solo si se le permite que ocurra en el nivel de los Dioses, en el nivel de nuestra metafísica u ontología, en el nivel del concepto. La aceptación de la sombra como mi problema personal no lo consigue, en la medida en que la Sombra era mi defecto personal aún era tratada como una sucia pordiosera. Solamente cuando se le permitió entrar en nuestra teología o metafísica se le concede, a aquel que una vez fue el extranjero misterioso, el lugar de honor del invitado en el propio corazón y el sentimiento hacia ella es de respeto, lo cual es amor y miedo a la vez. Se le honra como una realidad autónoma, arquetípica a la vista de la cual la ego-consciencia tiene que supeditar su pretensión de supremacía exclusiva. Se pueden entender todos los estadios previos como renovados intentos de la auto-preservación de la ego-consciencia en el sentido de una defensa desesperada de su monocentricidad.


Pero rendirse a la evidencia de la existencia de otro centro objetivo no significa que la adquisición del estadio previo, un sentido de subjetividad, interioridad y psicología tiene que perderse. La consciencia no regresa a aquellos estadios en los que el invitado era meramente “objetivo”, de algún modo “allí afuera”, sea en el extranjero o en un grupo minoritario, o en el sistema social. Más bien, este sentido de subjetividad es profundizado, profundizado hasta tal punto de que se hace aparente que esta enraizado en una entera nueva dimensión, la dimensión de una (subjetiva) objetividad (o una subjetividad objetiva) -lo que es, claro, una contradicción. Pero ser una contradicción es lo que constituye la psicología (como una consciencia psicológica o estatus lógico) y lo que nos permite no solamente tener o ser el lugar de, una vida imaginal o simbólica, tal y como encontramos en todas las eras, si no conscientemente existir como vida imaginal (o alma).


Pues, después de todo, la psicología (la consciencia psicológica) se originó en no otra cosa más que en una integración gradual, en contra de una tenaz resistencia, de la contradicción que llegó al mundo de la consciencia con la primera llegada del Otro. La emergencia de la sombra ha parecido ser la emergencia del Otro psicológico. Pero hemos de tener en cuenta que en la medida que el Otro es aún un otro literal, sea allá fuera o aquí afuera, es precisamente un aún no Otro psicológico. El otro deviene psicológico sólo cuando cesa de tener la forma de “otro” y se le reconoce como teniendo la forma del uno mismo. Pero el otro como uno mismo es una contradicción. El invitado real que con el advenimiento de la sombra quiere entrar, puede ser visto, no como “el otro”: es contradicción, dialéctica, la sizigia (10). La plena integración de la sombra no significa la interiorización de “algo otro” (mis aspectos rechazados) dentro de mí, no significa meramente la ego-apropiación de los aspectos de la sombra, sino que la forma inicial de la otredad regresa a casa, a si misma, es interiorizada en si misma y así se transforma en la forma del si mismo (no de el Si Mismo). Significa el reconocimiento de la consciencia o del “concepto” como una auto-contradicción existente. Este reconocimiento existe ahora; el estatus de una consciencia psicológica se ha vuelto real. Como tal, la consciencia tiene su propia otredad ya no más ahí fuera en algún Otro (y en alguna “parte” de si misma que sería todavía un otro), sino que en es si misma su propia autocontradictoriedad ontológica: integrada en su mismo Ser, en su Concepto (Begriff). La psicología auténtica empieza cuando (después de todos los niveles previos) el nivel metafísico ha sido superado en favor de uno ontológico, verdaderamente lógico.


La sombra empezó como el otro en un sentido eminente. En el momento en que cesa de ser enfáticamente otro, en el momento que pierde la forma de la otredad, la sombra cesa de ser la sombra. La sombra (como la primera manifestación de “el inconsciente” como una totalidad) se transforma en una nueva manifestación de “el inconsciente” como un todo. en el anima (11), el alma.


Al haber permitido que la contradicción entre en su mismo concepto, la consciencia (o la psicología, en este sentido) conquistó el nivel del Concepto por si mismo y devino consciente de su existencia como Concepto o del Concepto existente (en el sentido hegeliano del Concepto). La consciencia se revela a si misma como logos que, a su vez, se revela a si mismo como pleno de alma (psicología) y actual (Concepto existente),mostrando simultáneamente que el entendimiento abstracto de logos (como en la lógica formal) era deficiente, meramente una reducción al nivel técnico de un instrumento para el propósito del pensar correcto.


El constante avance de la sombra ha destronado la arrogancia con la que el ego se confinó a si mismo a ser una entidad finita (en el sentido antropológico). La sombra destruye la auto-definición antropológica y le abre a su propia infinidad. El hombre es más de lo que es. Ser consciencia (no meramente tener consciencia), él es también su teología y su ontología, es también el reino arquetípico y los Dioses, que ciertamente no es. Como Jung nos dijo, en las palabras de Cristo: Y seréis Dioses. El corolario de esto es que ahora ya no existimos más como hechos positivos. No nos podemos tomar literalmente. Somos Dioses solo y precisamente porque nuestra creencia literal en nosotros mismos se disuelve en este estadio en una comprensión “meramente” imaginal (lógicamente negativa) de nosotros mismos.


Una vez que se ve la sombra como perteneciente al principio del bien o la bondad, este principio deja de ser meramente un principio, un debería, una demanda, un ideal -en otras palabras algo no real, no actual, algo que tiene su realización, si la tiene, fuera de si misma en una acción o conducta empírica, separada. Desciende a tierra y se vuelve actual en el sentido de lo que Hegel llama Sittlichkeit (usualmente traducido en los trabajos de Hegel como “vida ética”; ha de distinguirse de la moral trascendente de Kant). Y el hombre, sin ya tener que reclamar ser (al menos en principio) idéntico a sus ideales más altos, puede volverse humano de nuevo, modesto, en un sentido “metafísico”. Esto puede al principio parecer paradójico, pero es precisamente el ascenso de la sombra al cielo y la recuperación de un sentido de la psique “arquetípica”, “metafísica”, lo que nos permite bajar a tierra después de nuestra previa existencia en las nubes de las esencias e ideales y volvernos verdaderamente seres humanos aquí en una situación social real y en un mundo sensible, concreto. En la medida que el hombre estaba preocupado por el sistema social o con la naturaleza del hombre con sus problemas personales, aún estaba oscilando entre generalidades abstractas. Aún no había alcanzado lo concretamente actual: el individuo único, el momento único.


El periodo de ser aprendiz de la consciencia ha concluido. Ha sido un constante escalar desde la inocencia completa hasta la consciencia psicológica plena y desde un nivel físico concreto al de la divinidad del hombre, una escalada que, sin embargo, al mismo tiempo fue un descenso de las sublimes alturas de una existencia pleromática en el Jerusalén Celestial a la modestia de un “meramente” nivel imaginal y como tal, un nivel de existencia humana concreta en esta tierra real. Ahora nuestra lógica puede aceptar y afirmar la contradicción inherente de nuestro ser, digamos nuestro ser consciencia.


Ahora la consciencia ha avanzado al nivel del oficial. Ahora el Pentecostés puede ocurrir, una nueva vida puede empezar, una que ya pronto no será un período de transición desde un estatus fundamental de consciencia (aquel del mito, la religión o la metafísica) a otro lógicamente más alto (o más profundo) el de la consciencia psicológica por medio de un ascenso-y-descenso lineal a través de una serie de estadios -la historia entera del Occidente Cristiano parece haber tenido el “propósito” de haber sido este enorme período de transición (12) -sino una vida que es, metafóricamente hablando, la itinerancia del oficial a través de un mundo transformado en campo del alma, en el paisaje de la psicología actual.


Este es el paisaje de la paz. ¿Porqué es el paisaje de la paz? Todas las formas de matanza de los estadios previos -las matanzas teológicas, moralistas, iluministas y pietistas- han sido superadas, no sólo empíricamente, sino lógicamente; porque la forma de la otredad ha sido superada.
Pero esta paz no es la paz inocente del tiempo pleromático previo al primer estadio de integración de la sombra. Es una paz que se construye sobre, o descansa en, las formas de las matanzas descritas y las contiene todas como momentos en si misma. Y no debiera ser malentendida como una utopía social. No significa, en absoluto, que ahora la violencia, las matanzas, la guerra se ha vuelto imposible en la realidad social. La paz de la cual estoy hablando no es una paz en el sentido de conducta literal entre la gente, los grupos o las naciones. Es una paz solamente como y en la forma lógica de la consciencia psicológica.
Pero esto no es el final del camino. “Paisaje de paz” no significa un quedarse en la eterna armonía. Pues como hemos oído de Jung, el reconciliarse con la sombra es solamente la “fase-de-aprendiz”. Lo que aún queda y ha de ser conseguido es la “maestría”, que no muchos pueden lograr (13).

© Wolfgang Giegerich

NOTAS

1 Letters 2, 9 Feb. 1959, a Traugott Egloff, p. 481.

2 En el sentido de una Beziehungswahn (“ilusión de [auto-]referencia”).

3 Letters 2, 12 Abril 1959, a Werner Breucher, p. 498.

4 Otras regiones culturales del mundo necesitarían una discusión en sus propios términos. Aquí se excluyen completamente, no por razones externas, tales como la cantidad de espacio asignada al artículo, sino por razones intrínsecas. La sombra como el huésped que se aproxima no parece ser parte de la fenomenología de estas culturas.

5 Marie-Louise von Franz (1974), Shadow and Evil in Fairytales. Zürich: Spring Publications, p. 5

6 Esto se aplica, claro, también al concepto de “ el inconsciente” en si mismo, tanto como al de “el alma”. A Jung y otros les gustaba hablar sobre “el descubrimiento” del inconsciente. Sin duda, podemos afirmar que América fue descubierta (desde el punto de vista Europeo medieval), y así lo fue la penicilina o las lunas de Júpiter. Pero ¿el inconsciente? ¡Es una interpretación! Una interpretación y no un hecho de la naturaleza a ser interpretado. Las “imágenes primordiales” de Jung, sus “arquetipos en si mismos” tampoco deben ser entendidos como hechos positivamente existentes en la naturaleza. Son en si mismos interpretaciones o, como lo pone Hillman, perspectivas. Lo que Jung afirmó sobre los descubrimientos de Freud concerniendo a los orígenes de las neurosis en las experiencias infantiles se aplica a la propia teoría de los arquetipos: “Estos descubrimientos son solamente hechos aparentes; en lo básico son interpretación” (CW 16 § 54), la diferencia única y esencial está en que “los arquetipos” no son simplemente la interpretación (subjetiva) del psicólogo, sino que ya se presentan como interpretaciones. Constituyen interpretaciones objetivas existentes, afirmaciones, el alma hablando sobre si misma. Solamente podríamos hablar de hechos psicológicos si damos a entender “el hecho de que la psique realiza tal afirmación” (Letters 2, 14 Junio 1957, a Bernhard lang, p. 370), por ejemplo, como cuando se nos presenta con tales auto-interpretaciones. La dificultad con la noción de “interpretación” radica, claro, que tendemos a pensar que igualmente la noción de “explicación” implica que hay algo, algún objeto o hecho, sobre el cual la interpretación gira o versa. Esto es verdad en la vida cotidiana y en la ciencia. Pero no en psicología. “El alma” llega exclusivamente a su ser en (y como) sus propias interpretaciones, el alma es nada excepto sus propias interpretaciones. No hay nada (ningún substrato) detrás de las interpretaciones. La interpretación dentro de si misma establece y genera “aquello que es”. “El alma” es pensamiento que se piensa si mismo. Así que ¿sobre qué versan las auto-interpretaciones o afirmaciones? Cada una habla solamente sobre si misma, no sobre una alma reificada y supuestamente separada. “Formación, transformación, Mente Eterna, eterna recreación”.

7 Este artículo se escribió en los 80.

8 La palabra latina hospes de hecho contiene en si misma hostis. Hostis es el extranjero que puede ser tanto enemigo como amigo-invitado.

9 CW 14 § 129.

10 La así llamada concepción “postmoderna” de la psicología Junguiana, que insiste absolutamente en el Otro y su inalienable otredad, puede ser vista como un demorarse en la entrada del umbral de la psicología y como un rechazo a entrar dentro.

11 Claro que no el ánima en contraste al ánimus, sino que el ánima con su propia dialéctica interna, en otras palabras, la sizigia como una totalidad: la sizigia del ánima con su propia negación, el ánimus.

12 Quizás este período “transicional” empezó mucho antes, con el inicio de la filosofía griega y el surgimiento del monoteísmo en el antiguo Israel, al mismo tiempo que, con el abandono del estatus lógico de las culturas ritualistas y el inicio del estatus de la religión y la metafísica.

13 ¿Porqué muchos no pueden lograrla? Porque lo que queda después de que la “fase-de-aprendiz” ha sido completada es la contradicción. El estadio del ánima o el alma implica directamente a la consciencia con la dialéctica.